El Gran Movimiento Adventista
Chasqueados, pero no desanimados
Aquellos que pasaron por esta escena angustiosa dijeron de ella: GMA 149.3
“Estábamos perplejos y chasqueados, no obstante no renunciamos a nuestra fe. Sentimos que habíamos cumplido nuestro deber; habíamos vivido a la altura de nuestra preciosa fe; estábamos chasqueados, pero no desanimados. Necesitamos una paciencia sin límites, porque los burladores eran muchos. Con frecuencia nos saludaban con alusiones burlonas a nuestro chasco anterior. Nuestros conocidos mundanos y hasta algunos cristianos profesos, que aceptaban la Biblia, pero no habían aprendido sus verdades grandes e importantes se desahogaban con expresiones tales como ‘Ustedes todavía no han subido; ¿cuándo esperan subir?’ y otras similares. La mortalidad todavía se aferraba a nosotros; los efectos de la maldición estaban a nuestro alrededor. Era difícil afrontar de nuevo las cargas molestas de la vida que habíamos creído dejar atrás para siempre”. GMA 149.4