Sermones Escogidos Tomo 2

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17—La sumisión de nuestra vida

¡QUÉ GLORIOSA SERÍA la apariencia de aquellos que afirman creer la verdad, si olvidaran sus propios caminos y escogieran las sendas del Señor! Bajo la dirección del Rey de paz su situación actual experimentaría un gran cambio. Cuando aquellos que afirman que conocen y entienden la verdad observan que la verdad debe santificarlos por completo: su mente, sus pensamien-tos, su corazón, sus talentos; su vitalidad no la malgastarán en prácticas lujuriosas, que deben ser vencidas, o de lo contrario los vencerán a ellos. SE2 167.1

Lean 1 Corintios 3, porque dicho capítulo encierra una enseñanza para la iglesia en todo lugar. El apóstol afirma: «¿Acaso no sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios está en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. Nadie se engañe a SE2 167.2

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Comentarios dirigidos a los hermanos y hermanas en Rockhampton, Queenslad, Australia. Redactados el 25 de noviembre de 1898. Carta 108, 1898. sí mismo; si alguno entre vosotros cree ser sabio en este mundo, hágase ignorante y así llegará a ser verdaderamente sabio». «¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?, pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios» [1 Cor. 3: 16, 17; 6: 19, 20].

La Palabra de Dios nos presenta la parábola de las diez vírgenes, en la que cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas. Las vírgenes prudentes llevaron aceite en sus recipientes, en sus lámparas. Ese era el aceite de la gracia. SE2 168.1

El profeta Zacarías señala esto mismo. Lean cuidadosamente el capítulo cuatro. «Volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó como a un hombre a quien se despierta de su sueño. Y me preguntó: “¿Qué ves?” Respondí: “Veo un candelabro de oro macizo, con un depósito arriba, con sus siete lámparas y siete tubos para las lámparas que están encima de él. Junto al candelabro hay dos olivos, el uno a la derecha del depósito y el otro a su izquierda”. Proseguí y pregunté a aquel ángel que hablaba conmigo: “¿Qué es esto, señor mío?” Y el ángel que hablaba conmigo me respondió: “¿No sabes qué es esto?” Le dije: “No, señor mío”. Entonces siguió diciéndome: “Esta es palabra de Jehová para Zorobabel, y dice: ‘No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos’”» [Zac. 4: 1-6]. SE2 168.2

En esto reside la fortaleza de todo hijo de Dios, que reconoce que el único poder que puede sanarlo se encuentra en Dios. Todo hijo de Dios debe mantenerse en una correcta relación con Dios, si es que desea que algunos de sus planes humanos tengan éxito. Ese es un privilegio de la iglesia de Dios en cualquier época. Si la iglesia pone su confianza en Dios, progresará. «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. ¿Quién eres tú, gran monte?». Satanás trabaja constantemente para hacer tan difícil como sea posible el establecimiento del reino de Dios en nuestro mundo. Habrá dificultades que impidan la obra de Dios, porque Satanás me-diante su artero proceder utilizará los corazones no consagrados para presentar al mundo como piedras de tropiezo los caracteres del profeso pueblo de Dios. Los preciosos mensajes que atesoran no son practicados en sus vidas. Mientras hay quienes avanzan, habrá otros que se considerán situados en tan elevada posición que no pueden ver lo que es necesario hacer en cada momento. No hay armonía en su forma de pensar ni en sus acciones. Magnifican las dificultades. Pero mientras avanzan los que intentan llevar a cabo los planes de Dios, el gran monte se convierte en una llanura. «¿Quién eres tú, gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra entre aclamaciones de: ¡Qué bella, qué bella es!” El profeta continúa: «Después me fue dirigida esta palabra de Jehová: “Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta Casa, y sus manos la acabarán. Así conocerás que Jehová de los ejércitos me envió a vosotros. Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces, se alegrarán al ver la plomada en la mano de Zorobabel”. Estos siete son los ojos de Jehová, que recorren toda la tierra». SE2 168.3

La obra progresará en Queensland si quienes afirman creer la verdad se santifican mediante ella y tratan de adornar la doctrina que dicen creer, revelando el mundo lo que la verdad ha hecho por ellos. Todos los poderes de las tinieblas representados por la gran montaña se diluirán cuando el pueblo de Dios continúe hacia adelante, con el espíritu de Cristo. Les ruego, hermanos y hermanas de Rockhampton que sean hacedores de la Palabra y no tan solo oidores. Dios los llama a tener corazones dispuestos a recibir el aceite de la gracia. No se le debe permitir a Satanás que siembre semillas de incredulidad en los corazones de aquellos que afirman creer la verdad. Aquellos que dicen: «No podemos hacer esto, o no podemos hacer aquello”. Personas que magnifican cualquier grano de arena para convertirlo en una montaña de dificultades. SE2 169.1

Las únicas dificultades que existen son las creadas por los corazones no santificados, o no consagrados. Cuando el yo se esconde con Cristo en Dios, pulsaremos las mismas notas. SE2 169.2

La verdad del mensaje del tercer ángel está destinada a triunfar y aquellos que purifiquen sus almas de toda contaminación, triunfarán con ella. Cuando el agente humano abandone sus ideas de importancia propia respecto a sí mismo, cuando reconozca que está trabajando a la vista de todo el cielo, entonces su piedad será dulce y fragante. No será del tipo que conserva el fuerte sabor del plato: sus propios sentimientos y atributos humanos. La verdadera piedad es poder, pero el pecado es la debilidad y la ruina de las almas que afirman ser cristianas. El profeta continúa: «Hablé una vez más y le pregunté: “¿Qué significan estos dos olivos que están a la derecha y a la izquierda del candelabro?” Y aún le pregunté de nuevo: “¿Qué significan las dos ramas de olivo que por los dos tubos de oro vierten su aceite dorado?” Él me respondió: “¿No sabes qué es esto?” Yo dije: “No, Señor mío”. Y él me respondió: “Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra”». SE2 169.3

Aquí está la explicación de los olivos, que se nutren del Espíritu Santo de Dios y se vacían del santo aceite vertiéndolo en las almas limpias, puras, santificadas que están preparadas para recibirlo. Ese es el tipo de aceite que tenían las vírgenes prudentes, un aceite que nadie le puede impartir a su vecino. Cada quien debe preparar su alma por sí misma, en humildad, llevando el yugo de Cristo y aprendiendo de él. SE2 170.1

Cuando el pueblo de Dios en Rockhampton se percate de la situación en que se encuentra, entrará en acción, incluso oponiéndose a algunos de su propio grupo. Así descubrirán que al realizar esta obra no tendrán el tiempo ni la disposición, para convertirse en creyentes entrometidos. Se empeñarán en una obra de decidida reforma, para ser purificados y blanqueados. SE2 170.2

Mis hermanos, ustedes no pierdan el tiempo llenándose la boca de argumentos con los que pretendan demostrar que alguien está actuando mal. Dejen que Satanás realice su propia obra de acusación. No le aporten argumentos para mostrar los defectos de nuestros hermanos y hermanas. Todos están privados de la gloria de Dios. Nuestros poderes necesitan ser elevados, purificados, santificados: luego el aspecto moral será cambiado. El olor del yo no dañará nuestra influencia. Todos nuestros talentos deben ser considerados como un precioso don que se nos ha confiado, y tienen que ayudamos a alcanzar la norma más elevada. Hemos de hacer el máximo esfuerzo para conseguir que muchos más se sometan al poder de la verdad. SE2 170.3

Toda actividad comercial debería ser realizada de acuerdo con los principios bíblicos. La habilidad que el Señor nos ha concedido no debería utilizarse para engañar, sino para incentivar la santidad en el Señor. Se dijo de alguien escogido por Dios para realizar determinada tarea: «Lo he llenado del espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, para labrar piedras y engastarlas, tallar madera y trabajar en toda clase de labor” [Éxo. 31: 3-5]. Aquí encontramos la certeza de que la sabiduría y la inteligencia provienen de Dios para realizar la obra que nos ha señalado. Lean los versículos 6 al 11. No hay necesidad de que ningún ser humano sea exaltado en este sentido. Fue el Santo de Israel el que encargó a aquellos hombres que hicieran la obra de él y les concedió la sabiduría para realizarla de acuerdo con su plan. SE2 170.4

El motivo por el que no hay mayores habilidades se debe a que los poderes que Dios ha dado no se ponen en práctica. Los hombres no se dedican de lleno a buscar sabiduría y conocimientos respecto a cómo llevar a término la obra con presteza. En nuestros hogares, en nuestras instituciones no existe esa habilidad, prudencia y agudo discernimiento que nos llevaría a lograr lo máximo de nuestras posesiones. Los que están dispuestos a caer a un nivel de vulgaridad muy bajo, desagradan a Dios en extremo. Los padres que actúan de esa forma deshonran a Dios porque arrastran tras de sí a sus hijos. En este sentido muchos jóvenes se ven obligados a luchar contra males heredados y en muchos casos nunca se recuperan de los abusos sufridos en sus hogares por una educación impropia. Los padres y los hijos tienen que participar del amargo fruto de las ideas y los planes incorrectos. Familias enteras se convierten en nada, sin esperanza de reformarse. Eso no tiene que ser así, porque no poseen en ellos los rasgos de carácter necesarios para enfrentar esas tendencias heredadas y cultivadas, esos hábitos de flojera y desaliño. Si se esforzaran podrían decir: «No voy a caer tan bajo. Me levantaré; me esforzaré al máximo. No me dejaré anonadar por las circunstancias. No fracasaré ni me desanimaré». SE2 171.1

A cada uno se nos asigna nuestra parte en la tarea. Cada uno tiene un lugar en el eterno plan del cielo. Es deber de los padres y las madres vencer su propia carencia de principios, sus hábitos desordenados. La verdad es limpia, pura y de gran valor, y necesita ser incorporada a la edificación del carácter. Quienes tienen la verdad, el amor a la verdad en sus corazones, realizarán cualquier sacrificio para que esta verdad ocupe el primer lugar en todo. SE2 171.2

Dios le ha concedido a cada ser humano una medida de fe, y todos tenemos que caminar por fe. Cada cual ha de demostrar que tiene esa fe que se apoya en Dios en busca de ayuda. En la medida que Dios le ha concedido a cada uno su medida de fe, debe ejercerla y permitir que su luz brille. Familias enteras deberían ser ayudadas y bendecidas si los padres encontraran ocupaciones para sus hijos. ¿Por qué los pastores y los maestros no son más explícitos en esto tan importante tanto para la salud física y para el bienestar espiritual? Los niños y niñas de la familia deberían sentir que son parte de la estructura del hogar. Tienen que esforzarse para mantener el entorno libre de todo lo que afea. Es necesario que se den instrucciones concretas en este sentido, punto por punto, un poco aquí y otro allí. SE2 171.3

En nuestras iglesias hay quiees tienen mucho que decir respecto al cristianismo, pero en cuya presencia deberíamos ser cuidadosos porque en sus negocios ponen la Palabra de Dios a un lado. Cuando hay que realizar compras y ventas, Dios no los acompaña. El enemigo está presente y toma posesión de ellos. La fraternidad cristiana y el amor son sacrificados en el altar de la codicia. Dios, el cielo, las normas de Jehová, sus repetidos mandatos, son borrados del alma. No saben lo que significa practicar los principios expuestos en la Palabra de Dios. Venden sus almas por ganancias ilícitas. Tan espeso es el velo que ciega sus ojos, que únicamente pueden contemplar la ganancia fraudulenta. Tan fuerte es la coraza que recubre su corazón que no sienten ni el amor ni la ternura ni la compasión de Cristo por sus semejantes, pues de sus vidas han eliminado la verdad y la santidad divinas. SE2 171.4

¿No va a expresar el pueblo de Dios su rechazo a esa influencia co-rruptora? ¿Le entregará a Dios sus corazones? ¿Tratará con misericordia a sus prójimos? ¿Reconocerán los adventistas del séptimo día que no pueden apartarse de la verdad en sus tratos con sus semejantes; que no pueden violentar la justicia ni dejar a un lado su integridad sin olvidarse de Dios? Cualquier cosa que lo deshonre a él, jamás los beneficiará a ustedes. El hombre que espera prosperar violando los principios eternos de justicia está preparando una cosecha que no le apetecerá recoger, pues se está situando en las filas del enemigo acarreando degradación sobre sí. Aunque por algún tiempo parezca prosperar, jamás podrá contribuir al fortalecimiento de la familia de Dios. SE2 172.1