Manuscritos Inéditos Tomo 2 (Contiene los manuscritos 97-161)

27/53

Manuscrito 129—Las asociaciones gremiales

Las asociaciones gremiales son una de las señales de los últimos días. Los seres humanos están siendo atados en haces, listos para ser quemados. Pueden ser miembros de iglesia, pero asociándose así no podrán guardar los mandamientos de Dios, ya que pertenecer a una asociación gremial implica despreciar todo el Decálogo. 2MI 169.1

«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” [Luc. 10: 27]. Estas palabras resumen todos los deberes de un ser humano. Estos dos mandamientos hablan de una total consagración en cuerpo, alma y espíritu al servicio de Dios. ¿Cómo va a poder alguien obedecer esos mandatos y al mismo tiempo comprometerse a apoyar aquello que priva a sus prójimo de la libertad de acción? ¿Cómo va a poder alguien obedecer estas palabras y formar parte de asociaciones que sustraen a las clases más necesitadas lo que en justicia les pertenece, impidiéndoles comprar o vender, excepto bajo ciertas condiciones? La Palabra de Dios previo con toda claridad esta situación. Juan escribe: «Después vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como un dragón. [...] Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente, y que ninguno pudiera comprar ni vender, sino el que tuviera la marca o el nombre de la bestia o el número de su nombre» (Apocalipsis 13: 1117).— Carta 26, 1903, pp. 2, 3 (al pastor John A. Burden y esposa, 10 de diciembre de 1902). 2MI 169.2

Patrimonio White,

23 de enero de 1960