Manuscritos Inéditos Tomo 2 (Contiene los manuscritos 97-161)

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Manuscrito 107—Rechazo de los testimonios Necesidad de dirigentes santificados

A lo largo de mi ministerio muchas veces se me ha pedido que enfrente la actitud de determinado grupo que aunque reconocía que los testimonios venían de parte de Dios, aseguraba que en ciertos temas representaban la opinión o el dictamen de la hermana White. Esto le conviene a los que no aceptan las amonestaciones ni la corrección, y que si se les contradice encontrarán una excusa para explicar la diferencia entre lo humano y lo divino. 2MI 83.1

De inmediato se empeñarán en definir su posición a fin de hacer distinciones respecto a los testimonios. En caso de que sus opiniones preconcebidas, o las ideas particulares de algunos sean censuradas o contradichas por los testimonios, determinarán qué parte creen representa 2MI 83.2

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Solicitado por Arthur L. White para utilizarlo en Notes and Papers y en su labores como maestro. la opinión humana de la hermana White, y qué parte es palabra del Señor. Todo lo que apoye sus ideas es divino, pero afirmarán que los testimonios que censuran sus errores son humanos y representan las opiniones de la hermana White. Mediante sus tradiciones anulan el efecto del consejo divino.— Manuscrito 16, 1889, 1 («The Discernment of Truth” [El discerni miento de la verdad], ca. enero de 1889).

Usted y él han mostrado lo que creen en cuanto a sus propias opiniones: las consideran más confiables que las de la hermana White. ¿Han considerado que la hermana White ha estado lidiando con casos parecidos durante su vida de servicio al Maestro, y que situaciones semejantes a las de ustedes, y numerosas otras han pasado delante de ella, para que a estas alturas conozca lo que es correcto e incorrecto respecto a todo ello? ¿Acaso un juicio que ha sido guiado por Dios durante más de cincuenta años no será superior al de aquellos que no han recibido esa disciplina e instrucción? Por favor, consideren este asunto.— Carta 115, 1895, p. 4 (a Fannie Bolton, 26 de noviembre de 1895). 2MI 84.1

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En este tiempo la causa de Dios necesita en forma especial a hombres y mujeres que posean cualidades como las de Cristo para el servicio, idóneos para administrar y con gran capacidad de trabajo; que sean bondadosos, piadosos y solidarios; que tengan un gran sentido común y que estén libres de prejuicios; que sopesen cuidadosamente todo asunto antes de aprobar o censurar, y que puedan decir con valor: «no», «sí” o «amén». Que como han sido santificados por el Espíritu de Dios practiquen las palabras: «Todos ustedes son hermanos» [Mat. 23: 8, RVC], que se esfuercen en todo momento por elevar y redimir a la caída raza humana.— Manuscrito 156a, 1901, p. 9 («Unheeded Warnings» [Advertencias descuidadas], 27 de noviembre de 1901). 2MI 84.2

Patrimonio White,

el 20 de octubre de 1959

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Solicitado por A. C. Fearing para utilizarlo en Ministry.