Un Ministerio Para Las Ciudades
Capitulo 5 - Una Estrategia Para Alcanzar A Las Ciudades
Dios Desea Que Se Haga Una Obra Específica En Las Ciudades
Debe hacerse una gran obra en las ciudades. Repetidas veces se me ha indicado que presente a nuestras iglesias la obra que debería realizarse en las ciudades populosas. Debe efectuarse una gran obra no solamente donde tenemos iglesias establecidas, sino también en lugares en los cuales la verdad no ha sido presentada plenamente. En el mismo lugar donde vivimos hay paganos tan ciertamente como en los países lejanos.- Manuscrito 7, 1908 (El evangelismo, p. 32). MLC 56.1
No esperen que ocurra algo grande antes de comenzar. ¿Por qué habríamos de demorarnos en comenzar la obra en nuestras ciudades? No debemos esperar a que se haga algo maravilloso, o que se provea de algún sistema costoso para hacer una gran demostración. ¿Qué es la paja para el trigo? Si caminamos y trabajamos humildemente delante de Dios, él preparará el camino delante de nosotros. Honrará a quienes lo honren. Y estamos seguros de que los obreros de Takoma Park * están tratando de honrarlo. MLC 56.2
¿Por qué demorar el esfuerzo de mejorar el mundo? Por más humilde que sea nuestra esfera, por más modesta que sea nuestra obra, si caminamos en armonía con nuestro Salvador, él se revelará a través de nosotros, y nuestra influencia atraerá a las almas hacia él. Honrará a los mansos y humildes que fervientemente buscan servirlo en la vida diaria. En todo lo que hagamos, ya sea que trabajemos en el taller, en el campo o en la oficina, hagamos el esfuerzo de salvar almas.- Carta 335, 1904. MLC 56.3
Existe un talento especial para llevar a cabo la obra. Debe hacerse obra misionera en todas nuestras grandes ciudades. Hay talento especial entre nosotros para este ramo de labor, y este talento debería educarse y entrenarse. MLC 57.1
Los pastores que están encima de las iglesias no están haciendo mucho bien a sus miembros, a menos que animen y enseñen a la gente a hacer una obra misionera práctica. Cada pastor debería sentir ahora que hay para él una mayor obra que hacer que repetir una y otra vez los mismos sermones a la gente... MLC 57.2
Se me ha instruido que remita a la gente al capítulo 58 de Isaías. Lean este capítulo con cuidado, y entiendan la clase de ministerio que traerá vida a las iglesias. La obra del evangelio debe llevarse a cabo mediante nuestra liberalidad, así como también por nuestros esfuerzos. Cuando se encuentren con almas que sufren y que necesitan de ayuda, dénsela; cuando se encuentren con los hambrientos, aliméntenlos. Al hacer esto, estarán trabajando en las filas del ministerio de Cristo... MLC 57.3
No es deber de los dirigentes de la Asociación restringir con sus manos la obra que se está haciendo en nuestras ciudades. Mediante las extrañas prohibiciones que se han ejercido en algunos lugares, Satanás ha estado tratando de obstaculizar el camino de la verdad. La gente no necesita de ningún estímulo para la inactividad.- Manuscrito 7, 1908. MLC 57.4
Deben escogerse los mejores obreros. Debemos esforzarnos ahora por la extensión de la verdad y, como resultado, muchas almas vendrán al conocimiento de la verdad en nuestras ciudades hasta ahora no trabajadas. Deberían seleccionarse, y enviarse a los instrumentos más escogidos que tiene la iglesia, y mantenerlos para extender los es-fuerzos misioneros.- Atlantic Union Gleaner, 8 de enero de 1902. MLC 57.5
Se necesitan obreros que puedan llegar al corazón de la gente. Debemos hacer planes de poner en estas grandes ciudades a hombres capaces, que puedan presentar el mensaje del tercer ángel de una manera tan enérgica que llegue al corazón. No podemos permitir que los hombres aptos para esto se reúnan en un lugar a fin de realizar una obra que podrían hacer otros.— Revíew and Herald, 25 de noviembre de 1909. MLC 57.6
Confusión En Cuanto A Cómo Trabajar Las Ciudades
Satanás intenta confundir nuestros planes. Al comenzar una obra activa por las multitudes en las ciudades, el enemigo trabajará poderosamente para producir confusión, esperando quebrantar así las fuerzas operantes. Los que no están plenamente convertidos se hallan en constante peligro de confundir las sugerencias del enemigo como si fueran directivas del Espíritu de Dios. Siendo que el Señor nos ha dado luz, andemos en la luz.- Manuscrito 13, 1910 (El evangelismo, p. 100). MLC 58.1
Las excusas para no hacer evangelización urbana demuestran falta de visión. He visto en sueños a varios de nuestros hermanos reunidos en comisión, considerando los planes de trabajo para la próxima estación. Pensaban que era mejor no entrar en las grandes ciudades sino, más bien, empezar la obra en pequeñas localidades alejadas de las ciudades. Allí, pensaban ellos, se encontraría menor oposición de parte del clero, y se podrían evitar grandes gastos. Estimaban que nuestros predicadores, siendo pocos, no podían ocuparse en instruir y cuidar de aquellos que aceptaran la verdad en las grandes ciudades; pues, por causa de la oposición más fuerte que se manifestaría allí, tendrían mayor necesidad de ayuda que si estuviesen en los pueblos. El fruto de una serie de conferencias en las ciudades grandes se perdería de este modo. Se hizo notar también que nuestros recursos eran limitados y que, siendo que los miembros de una congregación situada en una ciudad grande eran susceptibles de mudarse con fre-cuencia, sería difícil organizar una iglesia que fortaleciese la causa. Por el contrario, mi esposo insistía ante estos hermanos para que hiciesen sin tardanza planes más amplios, y realizasen en las ciudades esfuerzos prolongados y concienzudos, más en armonía con el carácter de nuestro mensaje. Un obrero relató incidentes que le habían sucedido en las ciudades, para demostrar que su trabajo había tenido muy poco éxito, mientras que había logrado mejores resultados en las localidades pequeñas. MLC 58.2
El personaje celestial que, revestido de dignidad y autoridad, asiste a todas nuestras reuniones de junta escuchaba cada palabra con el más profundo interés. Habló con firmeza y completa seguridad: “El mundo entero -dijoes la gran viña de Dios. Las ciudades y los pueblos son las partes que la constituyen. Es necesario que se trabaje en todos los lugares”... MLC 59.1
El mensajero se volvió hacia uno de los presentes y le dijo: “Sus ideas acerca de la tarea que falta por cumplir son excesivamente estrechas. No deben encender su luz para ponerla bajo un almud o una cama; debe ser colocada sobre un candelero, a fin de que alumbre a todos los que están en el mundo, la gran casa de Dios. Deben tener miras más amplias que las que han tenido hasta ahora”.- Testimonios para la iglesia, t. 7, pp. 36, 38 (similar a Manuscrito 1, 1874). MLC 59.2
El Método De Cristo Para Alcanzar Las Ciudades
Mézclense con la gente, satisfagan sus necesidades; luego, invítenla a seguirlos. Cuando Cristo envió a los doce discípulos para que hicieran su primera gira de evangelización, les encargó lo siguiente: “Yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios: de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mat. 10:7, 8). MLC 59.3
A los setenta que mandó más tarde, les dijo: “En cualquier ciudad donde entrareis, y os recibieren... sanad los enfermos que en ella hubiere, y decidles: Se ha llegado a vosotros el reino de Dios” (Luc. 10:8, 9)... MLC 59.4
Después de la ascensión de Cristo, esta obra siguió adelante. Se repitieron las escenas del ministerio de Jesús... MLC 60.1
Lucas, autor del Evangelio que lleva su nombre, era un médico misionero. En las Escrituras se lo llama “el médico amado” (Col. 4:14). El apóstol Pablo oyó hablar de su pericia en la ciencia médica, y solicitó sus servicios por considerar que el Señor le había encomendado una obra especial. Se aseguró su cooperación y, por algún tiempo, Lucas acompañó al apóstol en sus viajes... De esta manera, quedaba despejado el camino para el mensaje del evangelio. El éxito de Lucas como médico le daba muchas oportunidades para predicar a Cristo entre los paganos. Es el plan divino que trabajemos como trabajaron los discípulos. La curación física va enlazada con la misión de predicar el evangelio. En la obra del evangelio, jamás deben ir separadas la enseñanza y la curación... MLC 60.2
La proclamación del evangelio a todo el mundo es la obra que Dios ha encomendado a los que llevan su nombre. El evangelio es el único antídoto para el pecado y la miseria de la tierra. El dar a conocer a toda la humanidad el mensaje de la gracia de Dios es la primera tarea de aquellos que conocen su poder curativo... MLC 60.3
¿Cuál es la condición del mundo hoy? ¿No está la fe en la Biblia tan efectivamente destruida por la “alta crítica” y la especulación?... MLC 60.4
Se requiere una gran obra de reforma y, solo mediante la gracia de Cristo, podrá realizarse esa obra de restauración física, mental y espiritual. MLC 60.5
Solo el método de Cristo será el que dará éxito para llegar a la gente. El Salvador trataba con los hombres como quien deseaba hacerles bien. Les mostraba simpatía, atendía a sus necesidades y se ganaba su confianza. Entonces, les decía: “Síganme”. MLC 60.6
Es necesario acercarse a la gente por medio del esfuerzo personal. Si se dedicara menos tiempo a sermonear y más al servicio personal, se conseguirían mayores resultados. Hay que aliviar a los pobres, atender a los enfermos, consolar a los afligidos y dolientes, instruir a los ignorantes y aconsejar a los inexpertos. Hemos de llorar con los que lloran y regocijarnos con los que se regocijan. Acompañada del poder de persuasión, del poder de la oración, del poder del amor de Dios, esta obra no será ni puede ser infructuosa.- El ministerio de curación, pp. 99102. (1905) MLC 60.7
Cristo vino para satisfacer las necesidades de la humanidad. Dios envió a su Hijo al mundo para que pudiera conocer por experiencia propia las necesidades de la humanidad. Mediante la humanidad combinada con la divinidad, debía llegar al hombre y permitirle echar mano de la naturaleza divina.- Manuscrito 73, 1909 (Sermons and Talks, t. 2, p. 318). MLC 61.1
Son Importantes Las Actividades De Los Obreros Urbanos
El carácter de la obra debe coincidir con las verdades que enseñamos. La obra debe ser simétrica y un testimonio viviente de la verdad. Dios nos hará apreciar una ambición noble. Él desea que el carácter de nuestra obra esté en armonía con las grandes verdades que estamos proclamando para despertar al mundo de su sopor mortal. -Carta 4, 1899. MLC 61.2
Enseñen con el ejemplo. Debemos vivir la verdad y enseñarla mediante nuestra vida, al igual que a través de nuestras palabras. Hay miles a nuestro alcance, a los que podemos enseñarles la verdad; y no se requiere la inversión de grandes medios para llegar a nuestras poblaciones y ciudades vecinas. No necesitamos acercarnos a habitantes de una población desconocida, sino a personas que hablan nuestro mismo idioma. Sin embargo, los años pasan uno tras otro, se ha dado un llamado tras otro, y los hombres, las mujeres y los medios dispuestos han hecho poco para fomentar la obra. ¿Somos la luz del mundo?- Manuscrito 60, 1894. MLC 61.3
Eviten Las Acciones Contenciosas
Eviten los muros de separación innecesarios. El Señor no induce a sus obreros a conducirse de modo tal que el tiempo de angustia sobrevenga antes del momento preciso. No erijan ellos una pared que los separe del mundo al presentar sus propias ideas y conceptos. Hay ahora demasiado de esto entre nosotros.- Special Testimonies to Ministers and Workers, serie A, N° 3, pp. 33, 34 (Testimonios para los ministros, p. 202). (1895) MLC 62.1
Planificación Estratégica
Los habitantes de las ciudades no vendrán a nosotros. ¿Podemos esperar que los habitantes de las ciudades vengan a decirnos: “Si vienen a enseñarnos, les ayudaremos de tal modo”? ¿Qué saben ellos del mensaje? Hagamos nuestra parte en amonestar a esa gente que está a punto de perecer sin haber sido advertida ni salvada. El Señor desea que nuestra luz brille de tal manera delante de los hombres que su Espíritu Santo pueda comunicar la verdad a los corazones sinceros que buscan a Dios.- Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 100. (1909) MLC 62.2
Estudien posibilidades de extensión. Me fueron dichas estas palabras: “Dile a mi pueblo que el tiempo es corto. Ahora deben hacerse todos los esfuerzos para exaltar la verdad. En las ciudades, grandes y pequeñas, se debe proclamar el mensaje. El mensaje del tercer ángel debe unirse con el mensaje del segundo ángel, y debe proclamarse con gran poder en nuestras ciudades. Así se dará con gran voz el mensaje que debe preparar a un pueblo para la venida del Rey”. MLC 62.3
Debe estudiarse la situación en todas las grandes ciudades, para que la verdad pueda darse a todas las personas. En estas grandes ciudades, el Señor tiene muchas almas honestas que se están confundiendo por los extraños acontecimientos del mundo religioso.-- Carta 88, 1910 (Manuscript Releases, t. 5, p. 128). MLC 62.4
Necesidad de estudiar los lugares descuidados. Hay otra rama de la obra que debe llevarse adelante: la obra en las grandes ciudades. Debería haber grupos de obreros fervientes que trabajen en las ciudades. Los hombres tendrían que estudiar lo que hay que hacer en los lugares que han sido descuidados. El Señor ha estado llamando nues-tra atención a las multitudes descuidadas de las grandes ciudades y, no obstante, se le ha dado poca atención a este asunto.-Review and Herald, 11 de noviembre de 1909 (Fundamentals of Christian Education, p. 537). MLC 63.1
Planificar cuidadosamente entre varias personas ayuda a evitar errores. Se necesitan hombres capaces que calculen cuidadosamente el costo y que utilicen el sano juicio en sus cálculos. La falta de hombres experimentados ha sido una gran desventaja... La obra no debería ser administrada por la mente de un hombre ni por las ideas de un hombre... MLC 63.2
Sería un error construir o comprar grandes edificios en las ciudades... Los que parecen ver esas grandes ventajas al hacer esto carecen de entendimiento. MLC 63.3
Hay una gran obra que realizar con el propósito de hacer resonar el mensaje evangélico para este tiempo en estas grandes ciudades, pero el acondicionamiento de grandes edificios para alguna obra aparentemente maravillosa ha sido un error.- Manuscrito 30, 1903 (Sermons and Talks, t. 2, p. 226). MLC 63.4
La planificación deficiente termina en gastos innecesarios.He estado muy dolida porque se han invertido recursos en levantar edificios educativos adicionales en Battle Creek, cuando esto estaba fuera de lugar. El colegio era lo suficientemente grande para albergar a los alumnos que podían ser controlados con éxito en el colegio. El hecho es que los encargados no podían controlar como se debido a los alumnos que ya estaban asistiendo, y el dinero invertido en construir edificios nuevos era sumamente necesario para plantar el modelo de la verdad en ciudades estadounidenses, y para abrir nuevos campos para el Pastor viviente.- Carta 43, 1895 (Manuscript Releases, t. 17, p. 308). MLC 63.5
Se Necesita Liderazgo Local
Es mejor que las decisiones de la obra local se tomen en el ámbito local. A menudo estoy sumamente afligida cuando veo a nuestros dirigentes asumir actitudes extremas, y afrontar problemas que no les incumben y deberían ser dejados en manos de Dios para que él los solucione. Estamos todavía en el mundo, y Dios nos asigna un lugar con relación al mundo, y trabaja con su propia diestra a fin de preparar el camino delante de nosotros para que su obra progrese en sus diversos ramos... MLC 64.1
Dejen que el Señor trabaje con los hombres que están en esos lugares. Quienes no se encuentran allí, anden humildemente con Dios, no sea que se salgan de su lugar y se desorienten. El Señor no les ha encargado que critiquen la obra de los que han asumido esa tarea, ni les da la sanción de su Santo Espíritu. Muchos actúan de acuerdo con su propio juicio humano y, celosamente, tratan de arreglar cosas que Dios no ha colocado en sus manos. Mientras estemos en el mundo, hemos de realizar una obra especial por el mundo; el mensaje de amonestación ha de ir a todos los países, las lenguas y los pueblos.- Special Testimonies to Ministers and Workers, Serie A, N° 3, pp. 32, 33 (Testimonios para los ministros y obreros evangélicos, pp. 201, 202). (1895) MLC 64.2
Cómo Financiar La Evangelización Urbana
Se necesita dinero y talentos en la obra de Dios. Los que están verdaderamente convertidos son llamados a hacer una obra que requiere dinero y consagración. Las obligaciones que asumimos cuando nuestros nombres figuran en el registro de la iglesia nos hacen responsables de trabajar para Dios al máximo de nuestras posibilidades. Él quiere un servicio indiviso; la devoción total del corazón, el alma, la mente y las fuerzas. Cristo nos ha dado la oportunidad de trabajar en la iglesia para que podamos dedicar y desarrollar todas nuestras habilidades en un servicio consagrado por la salvación de los demás. Todo lo que no alcance esta norma implicará oposición a la obra... MLC 64.3
El propósito de Dios es que los medios que se nos han confiado sean empleados para edificar su Reino. Se confían sus bienes a sus mayordomos para que estos negocien cuidadosamente con ellos, y le produzcan réditos en la salvación de almas para la vida eterna... MLC 65.1
Dios obra por medio de todo verdadero creyente, y la luz y la bendición recibidas se retornan mediante la obra que realiza el creyente. Al dar de lo que ha recibido, aumenta su capacidad de recibir. Al impartir los dones celestiales, da lugar para que frescas corrientes de gracia y de verdad, procedentes de la Fuente viva, penetren en su alma. Dispone de más luz, de mayor conocimiento y más grandes bendiciones. Esta obra, que concierne a cada miembro de iglesia, implica la vida y el crecimiento de la iglesia. Aquel cuya vida consiste en recibir siempre y no dar jamás, pronto pierde la bendición. Si la verdad no fluye de él en dirección de los demás, pierde la capacidad de recibir.- Manuscrito 139, 1898 (Cada día con Dios, p. 301). MLC 65.2
Las finanzas necesarias llegarán. Al hacer esta obra, encontraremos que los medios fluirán a nuestras tesorerías, y tendremos recursos con los cuales llevar adelante una obra aún más amplia y abarcadora. ¿No avanzaremos con fe, como si tuviéramos millares de pesos a nuestra disposición? No tenemos ni la mitad de la fe que deberíamos tener. Hagamos nuestra parte en amonestar a estas ciudades.- Manuscrito 53, 1909 (El evangelismo, p. 50). MLC 65.3
Los miembros con recursos financieros deben apoyar los esfuerzos de extensión. El Señor insta a los que ocupan posiciones de responsabilidad, a quienes ha confiado sus preciosos dones, a que utilicen sus talentos intelectuales y sus medios en su servicio. Nuestros obreros deberían presentar delante de estos hombres una declaración clara de nuestro plan de trabajo, mostrándoles lo que necesitamos con el fin de ayudar a los pobres y menesterosos, y para establecer esta obra sobre una base firme. El Espíritu Santo impresionará a algunos de ellos a fin de que inviertan los medios del Señor de tal modo que su causa prospere. Cumplirán su propósito mediante la creación de centros de influencia en las grandes ciudades. El interés de los obreros los llevará a ofrecerse para trabajar en diversas áreas del esfuerzo misionero.- Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 111. (1902) MLC 65.4
Los conversos adinerados ayudarán a financiar la evangelización urbana. Entonces, serán traídas a la verdad personas ricas que estarán dispuestas a dar de sus recursos para el adelantamiento de la obra de Dios. Se me ha indicado que hay grandes riquezas en las ciudades donde aún no se ha trabajado. Dios tiene allí personas intere-sadas: vayan a buscarlas; enséñenles como Cristo enseñaba; denles la verdad. La aceptarán. Y tan seguramente como que se convertirán almas sinceras, consagrarán sus riquezas al servicio del Señor y veremos un aumento de recursos.- Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 83. (1909) MLC 66.1
Deben Presupuestarse Fondos Para Plantar Iglesias
Las asociaciones deben reservar fondos para usarlos en campos nuevos. Al considerar la obra que debe hacerse en la ciudad de Washington, y las diversas ramas de trabajo que deberían establecerse en el campo del sur y en las ciudades de nuestro país, se está haciendo cada vez más evidente que es imprudente permitir que nuestras asociaciones estén [tan] desprovistas de recursos que no puedan ayudar a establecer monumentos en los campos donde Dios nos ha instruido hacer una obra especial.- Carta 190, 1903 (Spalding andMagan Collection, p. 316). MLC 66.2
Prioridad financiera dada a los nuevos campos que se abren. Dios requiere que cada dólar disponible sea dado a la obra de abrir nuevos campos para el ingreso del mensaje evangélico, y para reducir la montaña de dificultades que intenta cerrarle las puertas a nuestra obra misionera. Por el amor de Cristo, les pido que lleven a cabo los propósitos de Dios para la apertura de las misiones en cada ciudad, en cada lugar.- Manuscrito 61, 1909 (Manuscript Releases, t. 10, pp. 216, 217). MLC 66.3
Asignar más fondos a campos nuevos. Lleven el mensaje a nuevas ciudades. Si es necesario, debemos consumir menos recursos en los pocos lugares donde el mensaje se ha predicado casi por completo, para poder entrar en otros lugares, donde no se ha dado la amonestación, y donde los hombres y las mujeres ignoran la gran crisis que está por venir sobre todos los que viven en la Tierra. Nosotros tenemos la palabra de verdad -los Mandamientos de Dios y la fe de Jesúspara darla a la gente de esta generación.- Manuscrito 61, 1909 (Manuscript Releases, t. 10, p. 216). MLC 67.1
Se necesita una financiación equilibrada entre la obra actual y la nueva. El Señor ve la obra que debe hacerse en su viña. Ve los lugares en los que debería haber monumentos en su honor para que la verdad pueda verse representada. Ve los campos que están sin trabajar y que están desprovistos de infraestructura. De todos los que lo sirven, exige equidad y sano juicio. No deberían absorberse en un solo lugar una gran cantidad de recursos. Cada edificio construido debe levantarse teniendo en cuenta los demás lugares que necesitarán edificios similares... MLC 67.2
A los que desempeñan una parte en su servicio, Dios llama a no obstruir el camino del progreso al usar, en un solo lugar o en una sola rama de la obra, todos los recursos que puedan obtener. En todas partes del mundo hay una obra que hacer, que debería haber sido hecha hace años. Dios prohíbe que pidan dinero a la gente a fin de completar... [más construcciones para determinada institución], cuando ya tienen muchos edificios en su posesión, y cuando les van a ingresar miles de dólares. Adapten su edificio a los recursos ya existentes. Denles a otras partes de la viña de Dios la oportunidad de tener instalaciones. Que se construyan establecimientos en otras ciudades.-- Special Testimonies, serie B, N° 6, p. 40. (1908) MLC 67.3
Dividir al personal debilita la obra en ambos lugares. De noche estaba en un concilio, donde el hermano Smith Sharp estaba hablando de dividir a los obreros de Nashville [Tennessee] y llevar a parte de ellos a Chattanooga [Tennessee]. MLC 68.1
Se presentaron varios otros temas. Entonces, el Consejero * que nunca comete un error pronunció palabras que cambiaron toda la atmósfera de la reunión. Estableció principios que mostraban que el plantel de obreros no debía dividirse; que lo que se necesita para hacer un centro no debería usarse para hacer dos centros. Pongan toda la fuerza en un solo punto, y únanse para hacer del él un éxito. Nashville debe convertirse en un centro, y de él se irradiará luz a las regiones lejanas. Si se hubiesen seguido las sugerencias recomendadas por el hermano Smith Sharp, deberían haberse construido dos grupos de edificios, cuando apenas hay solidez financiera para hacer que un solo lugar tenga éxito. Tratar de separar la obra y establecerla en dos lugares debilitaría la fuerza de ambos. Hagan la obra en un lugar lo más completa posible.- Carta 79, 1901. MLC 68.2
El uso de fondos debe ser guiado con equidad, justicia y juicio. No es correcto invertir demasiados recursos y exaltar esta obra en una parte del campo, cuando se necesita hacer obra urbana en muchos lugares. Es egoísmo y codicia. El Señor condena especialmente esa manifestación, porque con esto su obra sagrada es tergiversada ante el mundo. [El Señor] hará que su obra sea controlada y guiada con equidad, justicia y juicio. Él no requiere la construcción de inmensas instituciones; un rincón de la viña no es el mundo entero. En muchos lugares, en todo el mundo, deben establecerse monumentos para representar su verdad. Y se debe continuar con esa actitud tan razonable, para que tengamos en nuestras grandes ciudades una actitud tan sensata que los que no son de nuestra fe nos ayuden con sus medios. Cada dólar que tenemos pertenece a Dios. “Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos” (Hag. 2:8). MLC 68.3
Sin embargo, algunos no reconocen este hecho. Aunque la obra el área donde trabajan ya posee una abundancia de instalaciones, continúan sacando de la tesorería del Señor. No piensan en las partes necesitadas del campo que requieren las instalaciones que ellos ya tienen, y que deben ser ayudadas. ¿Trabajarían con tanto afán para proporcionar a algún otro lugar las instalaciones que creen que se requieren en el suyo? Todos deben considerar que hay ciudades que nunca han recibido el mensaje. -Manuscrito 53, 1903 (Manuscript Releases, t. 13, pp. 406, 407). MLC 69.1
Los celos por los fondos evitan que la obra progrese. Por años se me ha presentado la obra en las ciudades, y se ha exhortado a nuestro pueblo a actuar en ellas. Se han dado instrucciones para abrir nuevos campos. A veces, hubo un celoso temor de que alguien que deseara entrar en nuevos campos recibiera de la gente recursos que los temerosos suponían que se necesitaban para otra obra. Algunos en posiciones de responsabilidad han sentido que nada debió hacerse sin su conocimiento y aprobación personal. De esta forma, en ciertas ocasiones, se ha retrasado y obstaculizado a obreros eficientes; como también las ruedas del carruaje para entrar en nuevos campos se han hecho pesadas y lentas.- Manuscrito 21, 1910 (El ministerio médico, pp. 401, 402). MLC 69.2
Los Detalles Financieros No Deben Ser El Foco De Los Pastores
Los pastores no deben cargarse con detalles financieros de la obra urbana. No sé cuándo aprenderán nuestros pastores a dejar en paz los negocios y los problemas financieros. Una y otra vez se me ha mostrado que esta no es la obra del pastor. No deben sobrecargarse con los detalles de la obra urbana. Deben estar preparados para ir a lugares donde se haya suscitado interés en el mensaje y, especialmente, para asistir a nuestras reuniones campestres. No deben andar dando vueltas por las ciudades cuando se llevan a cabo estas reuniones.-- Manuscrito 104, 1902 (Manuscript Releases, t. 17, p. 52). MLC 69.3