Mensajera del Señor

Alimentación original de la humanidad

La dieta original. La declaración simple y positiva de Elena de White respecto a la mejor dieta para los seres humanos ha resistido la prueba del tiempo y de la investigación: “Para saber cuáles son los mejores comestibles tenemos que estudiar el plan original de Dios para la alimentación del hombre... Los cereales, las frutas carnosas, los frutos oleaginosos, las legumbres y las hortalizas constituyen el alimento escogido para nosotros por el Creador”. 76 La investigación que confirma esto es voluminosa y crece anualmente. MDS 325.3

Frutos oleaginosos. Aunque la comunidad científica ha ignorado las oleaginosas por largo tiempo, o ha pensado que son demasiado altas en grasa como para recomendarlas, las evidencias prueban ahora las enseñanzas de Elena de White. Ella las incluyó en “el alimento escogido para nosotros por el Creador”. 77 Además, dijo que “algunas [oleaginosas] no son tan sanas como otras. Las almendras son preferibles al maní”. 78 MDS 325.4

Consciente de algunos de los peligros de incluir demasiadas oleaginosas en la dieta (debido a su contenido alto en grasas), ella advirtió que “una cantidad demasiado grande de alimento de oleaginosas es perjudicial... pero... todos pueden comer fruta abundantemente”. 79 MDS 325.5

En el Estudio de Salud Adventista los hombres que comían oleaginosas 4 a 5 veces por semana tenían sólo la mitad de ataques fatales del corazón en comparación de los que raramente comían oleaginosas. 80 Se ha demostrado que las nueces y las almendras bajan los lípidos del suero sanguíneo (y así se reduce el riesgo de arterioesclerosis). 81 MDS 325.6

Frutas y vegetales. Investigaciones recientes se han concentrado en los beneficios para la salud de una dieta rica en vegetales y frutas. “Los vegetales y frutas son alimentos complejos que contienen más de 100 vitaminas, minerales, fibras y otras sustancias benéficas. Los hombres de ciencia no saben todavía cuáles de los nutrientes u otras sustancias que hay en las frutas y vegetales pueden proteger contra el cáncer. Las posibilidades principales incluyen vitaminas y minerales específicos, fibras y fitoquímicos — carote noides, flavonoides, terpenos, esteroles, indoles y fenoles— que están presentes en alimentos que se originan en plantas... Hasta que se conozca más acerca de los componentes de alimentos específicos, el mejor consejo es comer cinco o más porciones de frutas y vegetales cada día”.82 MDS 325.7

El Estudio de Salud Adventista indicó que los vegetarianos consumen el doble de vitamina A y cuatro veces de vitamina C que la población en general. Las vitaminas antioxidantes A, C y E pueden reducir el riesgo de cáncer y de enfermedades coronarias del corazón. Comer cuatro porciones de legumbres por semana reduce el riesgo de cáncer pancreático mucho más que comer legumbres sólo una vez por semana. 83 MDS 325.8

¿Dónde se encuentran estos antioxidantes? En las zanahorias, la calabaza, los tomates, las verduras con hojas, las frutas secas, las frutillas [fresas] frescas, los melones, el brócoli, el coliflor, el repollo de Bruselas, etc. En un estudio de personas ancianas, los que consumían gran cantidad de estos alimentos tenían sólo 30 por ciento de mortalidad por cáncer en comparación con los que comían poco. 84 En el Informe de la Sociedad Norte-americana de Cáncer de 1996, se hizo referencia al daño a los tejidos inducido por oxigenación que ocurre constantemente como resultado del metabolismo normal. Debido a que dicho daño está asociado con un mayor riesgo de cáncer, se piensa en nutrientes antioxidantes para proteger contra el cáncer. Entre los nutrientes antioxidantes se encuentran la vitamina C, la vitamina E, el selenio y los carotenoides. Las investigaciones sugieren que las personas que comen más frutas y vegetales que contienen estos antioxidantes tienen un riesgo menor de cáncer”. 85 MDS 325.9

Los que comían repollo una vez por semana tenían sólo un tercio de riesgo de contraer cáncer del colon en comparación de los qué lo comían una vez por mes. 86 Los que tomaban una cantidad adecuada de vitamina A tenían sólo un tercio de riesgo de enfermarse de cáncer del pulmón en comparación de los que obtenían poca vitamina A. 87 El cáncer oral y faríngeo se redujo a la mitad en aquellos que consumían altas cantidades de ñutas y vegetales. 88 MDS 326.1

Se ha demostrado que cantidades adecuadas de las vitaminas antioxidantes A, C y E reducen el riesgo de cataratas. Aquellos que consumían menos de 3,5 porciones de fruta o vegetales por día ¡tenían un riesgo cinco a diez veces mayor de sufrir de cataratas! 89 MDS 326.2

Alimentos altos en potasio como las naranjas, las bananas, las papas y la leche, reducen el riesgo de un ataque apopléjico tanto como en un 40 por ciento. 90 MDS 326.3

Frutas y vegetales en la misma comida. Elena de White aconsejó que “no conviene ingerir frutas y verduras en la misma comida”. 91 “En una comida [se come]... pan y fruta, en la siguiente, pan y vegetales”. 92 MDS 326.4

Toda vez que le era posible, la Sra. White seguía esta práctica: “Yo consumo la comida más sencilla, preparada de la manera más simple. Por meses mi régimen principal ha sido fideos y tomates envasados cocinados juntos. Esto lo como con pan retostado. También tengo alguna clase de fruta cocinada y a veces pastel de limón. Maíz seco, cocinado con leche o con un poco de crema es otro plato que uso a veces”. 93 MDS 326.5

¿Qué problemas hay cuando se combinan las frutas con los vegetales? A muchos “de digestión débil”, la mezcla les causará “desórdenes gástricos” e “incapacidad para el esfuerzo mental”. 94 Algunos niños “se vuelven irritables y malhumorados”. 95 MDS 326.6

Elena de White vio en visión la causa de la enfermedad de un ministro: “He tomado nota de su régimen alimenticio. Usted come una gran variedad en una sola comida. Las frutas y las verduras tomadas en una misma comida producen acidez de estómago; de esto resulta impureza en la sangre, y la mente no está clara porque la digestión es imperfecta”. 96 MDS 326.7

La Sra. White les aconsejaba a los estudiantes a comer fruta y cereales para la cena en vez de vegetales: “Permítase a los estudiantes que ingieran una tercera comida, preparada sin verduras ni legumbres, pero con alimentos sencillos y sanos, como fruta y pan”.97 MDS 326.8

La familia White consideraba que los vegetales incluían arvejas [chícharos], frijoles (habichuelas, judías), papas, nabos, chirtvías, cebollas, repollos y calabazas (aunque a algunos de estos se los clasificaría como frutas, botánicamente). Las frutas incluían tomates, manzanas, peras, duraznos, frutillas [fresas], frambuesas, zarzamoras, gaylussacias [una variedad de arándanos], uvas, arándanos y pasas. Los granos (o semillas) incluían trigo, maíz, centeno, cebada avena arroz, harina de cereales, maicena “y otros parecidos”. 98 MDS 326.9

Algunos se han preguntado por qué Elena de White incluía los tomates dentro del grupo de las frutas, pero ella lo hizo de acuerdo con el uso común. 99 MDS 326.10

Las aceitunas eran un artículo que podía comerse sin riesgo en cualquier comida. 100 MDS 326.11

Leche. El consejo de Elena de White respecto a la leche ha sido a menudo mal entendido tanto por los que la usan en abundancia como por aquellos que la evitan. Por un lado, ella dice claramente que llegará el tiempo cuando “la leche de las vacas también será excluida del régimen del pueblo que guarda los mandamientos de Dios”. 101 MDS 326.12

Sin embargo, demostrando nuevamente su sentido común como también que su consejo era iluminado por Dios, Elena de White dijo asimismo que en sus días, “según lo que es ahora la situación”, 102 no había llegado el tiempo de “descartar” o “excluir” la leche. Ella dio dos razones: (1) Los pobres no estaban en condiciones de hacer inmediatamente los ajustes alimenticios: “Yo no puedo decirles: ‘No debéis comer huevos o leche o crema. No debéis usar mantequilla en la preparación de los alimentos’ . El Evangelio debe ser predicado a los pobres, y no ha llegado el tiempo para prescribir la dieta o el régimen más riguroso”. 103 El sentido común indicaba que “hasta que podamos enseñarle [a la gente] a preparar alimentos saludables, apetitosos, nutritivos, y sin embargo, poco costosos, no estamos libres para presentar los principios más adelantados de la alimentación saludable”.104 MDS 327.1

(2) Estaban aumentando las enfermedades en los animales y por razones de “seguridad” sería sabio descartar la leche de la dieta.105 MDS 327.2

Pero aunque aconsejaba que debiéramos preparamos para el día cuando la leche no será “segura”, recalcaba que la leche, “o su equivalente”, 106 todavía es parte del “régimen más saludable”. 107 Parece que la leche es la fuente más accesible de la vitamina B12; la mayoría de las personas que no consumen leche, pueden necesitar suplementos de vitamina B12. MDS 327.3

El sentido común de Elena de White también advierte contra posiciones extremas. Descartar la leche prematuramente sin proveer su equivalente puede causarles a algunos enfermedad y aun muerte. 108 A otros, encontrar un equivalente de la leche les crearía dificultades financieras injustificadas. 109 MDS 327.4

Su sentido común la urgió a prevenir contra proscripciones prematuras que convertirían a algunas personas en árbitros en cuanto a lo que otros debieran colocar sobre sus mesas, anticipando así “el tiempo de angustia”. 110 Sobre todo, “no debemos permitir que las diferencias de opinión creen desunión”. 111 MDS 327.5

De este modo permanece la pregunta: ¿Cuándo debiéramos “descartar” la leche de la dieta? En 1901 “el tiempo” todavía no había “llegado”.112 Cuando llegue el tiempo, “el Señor nos [lo] hará saber”. 113Debiéramos es perar, usando nuestro mejor juicio, siempre guiándonos individualmente por el principio del “deber conocido”, 114 esperando “que las circunstancias lo exijan y que el Señor prepare el camino”.115 MDS 327.6

Los granos. El énfasis de Elena de White sobre los granos como un componente esencial de una dieta adecuada ha sido confirmado inequívocamente por investigaciones recientes. “Granos como trigo, arroz, avena, cebada y los alimentos hechos con ellos, constituyen la base de las dietas saludables como está ilustrado en la Pirámide de Guía Alimenticia. Las dietas saludables contienen diariamente seis a once porciones regulares de alimentos procedentes de este grupo... Los granos son una fuente importante de muchas vitaminas y minerales como folato, calcio y selenio, los que han sido asociados con un riesgo menor de cáncer del colon”. 116 MDS 327.7

El alcohol afecta las células del cerebro. Cuando Elena de White escribió en 1885 que las bebidas alcohólicas destruyen “la razón y la vida”, y en 1905, que la bebida “destruye los nervios sensitivos del cerebro”, ella daba la impresión de ser una oradora excesivamente celosa sobre temas de temperancia. 117Pero una investigación de 1970 indicó que “aun el bebedor moderado puede incurrir en alguna pérdida de células irreemplazables del cerebro, cada vez que bebe... La única diferencia real entre su pérdida de tejido cerebral y la de un bebedor empedernido es meramente de grado”.118 La capacidad de tomar decisiones sobre asuntos morales comienza a deteriorarse a un nivel muy bajo de consumo de alcohol (muy por debajo de lo que se considera adecuado para reducir el riesgo de un ataque al corazón). 119 MDS 327.8

La cafeína afecta la espiritualidad. Elena de White puede haber ignorado que estaba adelantada muchas décadas a la confirmación científica cuando advirtió que “todos los estimulantes y narcóticos tales como el té, el café, el tabaco, el alcohol y la morfina... ejercen una influencia perniciosa sobre el carácter moral. Cuanto más temprano se formen estos hábitos perjudiciales, más firmemente mantendrán a su víctima en la esclavitud al deseo pecaminoso, y más ciertamente reba- jarán la norma de la espiritualidad”. 120 Pero esta verdad se refleja en estudios actuales. Los investigadores notan, entre otros hallazgos, que a medida que los bebedores de café envejecen, aumenta su consumo de café. En un plano espiritual, este aumento en el consumo se ve acompañado de una disminución en un compromiso con lo religioso. 121 MDS 327.9

Alimentación defectuosa y rendimiento escolar pobre. En 1884 Elena de White declaró que “nueve décimas partes de la maldad entre los niños de hoy son causadas por la intemperancia en el comer y beber”. Seis años más tarde escribió que “la alimentación afecta materialmente el intelecto y la disposición”. 122 Evidencias actuales ampliamente difundidas indican que hay una correlación entre los hábitos alimenticios pobres y el rendimiento escolar pobre. Los niños mejor alimentados obtienen mejores notas en la escuela. Cuando a los estudiantes con notas pobres y alimentación deficiente se les dan comidas enriquecidas nutricionalmente, sus notas y otros índices académicos mejoran. 123 MDS 328.1