Mensajera del Señor

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Nociones de salud del siglo XIX

Para apreciar mejor el carácter peculiar de la filosofía de la salud de Elena de White, repasemos algunas de las nociones sobre salud que prevalecían en el siglo XIX. A comienzos del siglo, un patrón notablemente generalizado para el tratamiento de las enfermedades descansaba “mayormente en sangrías, purgas y polifarmacia [abuso de medicamentos] ”. 7 MDS 278.7

La causa de la enfermedad era un asunto de conjeturas muy diversas. El mundo cristiano creía generalmente que la enfermedad y el sufrimiento eran infligidos por Dios a causa del pecado. Si la curación era posible, lo era como resultado de la oración y la fe. MDS 279.1

Pero a comienzos del siglo XIX se asomaban nuevas ideas. Horace Mann en su famoso informe de 1842 a las autoridades de la escuela de Massachusetts, escribió que el sufrimiento “no era parte del ordenamiento de una Providencia misericordiosa, sino que debía imputarse directamente a la ignorancia y error humanos”. Además declaró que si las personas obedeciesen “las leyes físicas de Dios, no sufrirían más dolor, así como no sufrirían remordimiento o dolor moral si en todas las cosas obedeciesen las leyes morales de Dios”. 8 MDS 279.2

Pero cambiar la fuente de la enfermedad del cielo a la tierra no explicaba automáticamente su causa. Mann, por ejemplo, rechazaba la idea de un organismo invasor, foráneo. Sus contemporáneos le echaban la culpa a diversas causas, incluyendo variaciones en los fluidos del cuerpo, suciedad y olores según se encuentran en la basura y en la cloaca, y estímulos, ya sea en demasía o demasiado poco. Para muchos especialistas médicos, la salud era un estado intermedio de estimulación, y la tarea de los médicos era ajustar el nivel de estimulación. Toda vez que la gente planteaba ocasionalmente la posibilidad de que la naturaleza en sí contuviese poderes curativos, como Hipócrates lo había creído mucho tiempo antes, “enfrentaban la oposición casi uniforme de los practicantes regulares de la medicina, quienes los catalogaban como patanes empíricos que intentaban restaurar un elemento desacreditado de la medicina primitiva”. 9 MDS 279.3

La teoría de los “estímulos”, probablemente el tratamiento predominame de la enfermedad, llegó a ser conocida como la medicina “heroica”. Benjamín Rush (1745?-1813). decano de los médicos norteamericanos, promovió activamente este tratamiento popular en el que los enfermos tenían que resignarse a sufrir “sangrías masivas, consideradas una panacea para casi cada problema, y someterse a purgantes y vomitivos violentos que los médicos administraban”. La tarea del médico era “conquistar la naturaleza” con una droga especial, cuanto más violenta mejor, para cada enfermedad. George Washington se convirtió en una víctima bien conocida de la medicina convencional mortal que prevalecía durante la primera mitad del siglo XIX. 10 MDS 279.4

En 1860 el Dr. Oliver Wendell Holmes, profesor de anatomía en la Universidad Harvard, escribió que “si toda la materia médica como se usa ahora, pudiese hundirse al fondo del mar, sería tanto mejor para la humanidad y tanto peor para los peces”. 11 MDS 279.5

El período que se extendió de 1825 a 1850, conocido a menudo como la era Jacksoniana se vio inundado con innovaciones y cambios en la mayoría de las áreas de la vida norteamericana. Ideas emocionales y antropocéntricas dejaron atrás el orden racional y clásico del siglo precedente. Un optimismo nuevo y el sentido de igualdad de todos los seres humanos inspiraron “reformas” en áreas como educación, prisiones, abolición de la esclavitud, derechos de la mujer, política y salud. 12 MDS 279.6

Este nuevo interés en el individuo, alejado al mismo tiempo de las teorías tradicionales, fue completamente evidente en el interés notablemente vigoroso por la salud personal. 13 Una actitud de desconfianza hacia la medicina tradicional con sus tratamientos “heroicos” y sus resultados lastimosos dirigió la mente de muchos en todas las clases sociales hacia lo que podría hacerse usando el sentido común. 14 MDS 279.7

En esta era estimulante de optimismo, con su nuevo interés en el “hombre común”, surgieron por todas partes movimientos de reforma de la salud como los siguientes: El movimiento de temperancia15 la promoción del vegetarianismo, 16 la renuncia pública a “todos los malos hábitos” (tabaco, bebidas alcohólicas, té, café, etc.), 17 el desarrollo de las sociedades “fisiológicas”, 18 el énfasis en la salud pública, incluyendo medidas sanitarias y hospitales, 19una nueva atención a la moda20 y la aparición de tratamientos de “agua”. 21 MDS 279.8