Elena De White: Mujer De Visión
VISIÓN EN ROOSEVELT NUEVA YORK
Desde Eagle Harbor los White viajaron a Rochester y luego a Roosevelt, Nueva York. Iba a celebrarse un congreso en la casa de adoración de ese lugar en el fin de semana del 3 y 4 de agosto. Fue una reunión difícil. White informó que el sábado de tarde la luz comenzó a penetrar, especialmente en un período de oración especial “por los afligidos y desanimados que hay entre nosotros, y para que el Espíritu Santo regrese a nosotros como pueblo”. He aquí lo que informó: MV 82.2
Habíamos estado reunidos siete horas sin tomar alimento, y el interés de la ocasión era tal que nadie parecía desfallecer o cansarse. Dios oyó las oraciones unidas de su pueblo afligido, y su Espíritu descendió sobre ellos. La Sra. White compartió extensamente en este bendecido refrigerio, y pronto estuvo en visión, en la cual recibió mensajes de consuelo para los abatidos y afligidos, y de corrección para los extraviados y errantes (Ibíd., 20 de agosto, 1861). MV 82.3
En la visión se le mostró, entre otras cosas, “en cuanto al orden de la iglesia, y la lucha de nuestra nación, y su efecto sobre la causa” (Id., 27 de agosto, 1861). Al recorrer el Estado y ver lo que estaba pasando, Jaime White se sintió “dolido por el pensamiento de que el saldo de la influencia [de los hermanos] está en contra del tema de la organización o es partidaria de guar dar silencio al respecto” (Id., 3 de septiembre, 1861). Él escribió: MV 82.4
Pareciera que estuviésemos avanzando penosamente a través de la influencia de una incertidumbre estúpida sobre el tema de la organización. Así es como podría esperarse en base a las circunstancias vinculadas con la introducción del tema entre nosotros. Poco después que meramente lo insinuamos hace unos 18 meses, apareció un artículo en la Review de uno de los editores corresponsales con la intención definida de despertar los temores de muchos de que el Hno. White estaba a favor de algo espantoso... MV 83.1
Los hermanos en Pennsylvania votaron en contra de la organización, y la causa en Ohio ha sido terriblemente sacudida. Ha sufrido en todas partes. Si ministros de experiencia como los hermanos Ingraham, Andrews y Wheeler pudieran haber hablado sobre el tema en forma decidida y a tiempo, podría haberse salvado mucho que probablemente se ha arruinado. Por todas partes hay alguien que está frenando. No tienen razones válidas para hacerlo; todavía siguen frenando (Id27 de agosto, 1861). MV 83.2
White se refirió entonces al congreso en Roosevelt. Después de una discusión de dos horas sobre la organización en la cual fueron despejadas las objeciones, pidió un voto en el que se pusieran de pie los que favorecían la organización. Frederick Wheeler, un obrero pionero, se quedó sentado. Jaime White estaba devastado. Escribió así: “Nos abrumó un terrible sentimiento de desánimo del que no hemos podido libramos”. Y luego preguntó: “¿Qué podemos esperar de la gente cuando los ministros proceden así?” MV 83.3
Al lamentar la situación, Jaime White observó que “en vez de que seamos un pueblo unido, que se fortalezca cada vez más, estamos en muchos lugares apenas un poco mejor que fragmentos rotos, todavía esparcidos y debilitándonos más y más” (Ibíd. MV 83.4
Esta situación había sido sumamente obvia a Jaime y Elena y otros dirigentes al viajar extensamente y visitar iglesias individuales. Vieron cuán importante era que las iglesias individuales estuviesen de acuerdo sobre asuntos tales como las calificaciones de los dirigentes, la aceptación de miembros nuevos, y la enseñanza de las creencias. MV 83.5
Puesto que en Battle Creek se habían dado los primeros pasos para proveer a la iglesia de la obra de publicaciones y para decidir en cuanto a un nombre, los miembros en Battle Creek fueron los primeros en dar el siguiente paso. MV 83.6