Elena De White: Mujer De Visión
CAPITULO 39— DISMINUYENDO LA MARCHA CON VALOR Y BUEN ANIMO
El comienzo del año 1914, el último año calendario completo de la vida de Elena de White, se distinguió por la adición de una comodidad para Elmshaven: la electricidad. Justo el año anterior, se había hecho un comienzo con el uso de la calefacción a vapor, y durante el año sus dos nietos mellizos, Herbert y Henry, habían conseguido su primer automóvil. Ahora la comodidad largamente esperada, la electricidad, había llegado a Pratt Valley. MV 568.1
W. C. White estuvo fuera de la casa gran parte de este año, y si bien esto retrasaba el trabajo en la oficina y hacía que él pasara mucho tiempo solo, tenía el lado positivo de que recibía con frecuencia los informes qué le mandaban su esposa, May, y C. C. Crisler. Para mantener a White informado, Crisler le escribía cada día o día por medio. MV 568.2
El 18 de marzo los huertos de ciruelos estaban floreciendo nuevamente. Elena de White estaba con buena salud y buen ánimo, y cuando el tiempo era favorable todavía ella tomaba sus paseos diarios en un carruaje por los caminos familiares y los senderos que ella apreciaba en los alrededores de Elmshaven. Al día siguiente Crisler le informó a W. C. White en cuanto a sus conversaciones con Elena de White y a la actitud de ella. He aquí su declaración: MV 568.3
Anoche la Hna. White me aseguró que su fe en Dios y su confianza en el Movimiento Adventista se han visto últimamente muy fortalecidas gracias a los informes excelentes del éxito que está acompañando a las labores de nuestros ministros y obreros. Ella declara que nunca ha dudado del liderazgo providencial de Dios en conexión con nuestra historia denominacional, pero que su confianza es más fuerte cuando las evidencias del liderazgo divino se multiplican (CCC a WCW, 19 de marzo, 1914). MV 568.4
Como fue ese día, esa misma actitud caracterizó los últimos meses de su vida. MV 568.5