Elena De White: Mujer De Visión
CRISIS EN NASHVILLE
James Edson White, después de una reconversión en 1893, había dirigido abnegadamente el desarrollo de la obra en el Sur, usando el Morning Star, que él construyó, como un barco misionero. Preparó literatura apropiada, como el Gospel Primer, para ayudar a financiar el proyecto y para suplir un recurso auxiliar para la enseñanza. Con su nueva consagración, sus labores fueron grandemente bendecidas por Dios. Encabezó la formación de la Sociedad Misionera del Sur, una organización que la Asociación General reconoció, para llevar la responsabilidad de desarrollar la obra en un tiempo cuando la iglesia en sí estaba mayormente subdesarrollada en esa área y para la cual las finanzas eran limitadas. MV 431.5
Pero Edson White tenía una gran debilidad, no era un financista. Vez tras vez su padre y su madre le habían advertido y aconsejado en sus años más jóvenes. Cuando él comenzó la obra en el Sur su madre le advirtió nuevamente en cuanto a los peligros de involucrarse en proyectos comerciales. Él era un promotor, y para él cada negocio en el que participaba prometía un éxito infalible. A menudo sus asociados cercanos no compartían su optimismo. Pero él se atrevía a hacer lo que otros no intentaban. Al hacerlo, realizó una obra que fue efectiva en la ganancia de almas para el reino. MV 432.1
Una pequeña prensa en el Morning Star hizo posible la publicación de literatura para ayudar en la obra en desarrollo. No era sino lógico que eventualmente tendría que establecerse una planta impresora en algún lugar permanente en el Sur. Nashville prometía ser una buena ubicación, de modo que se consiguió un edificio, y se compraron prensas, guillotinas y tipos. Un personal con-sagrado se lanzó a la obra de llevar adelante una tercera casa publicadora en los Estados Unidos. El plan general mostraba audacia y optimismo, pero tenía sus debilidades. MV 432.2
Dios le había revelado a Elena de White la necesidad de publicar en el Sur para el Sur, pero bajo la mano financiera insegura de Edson White, y con el uso de un equipo gastado, las pérdidas se acumularon. Y todo esto estaba ocurriendo en un tiempo cuando se estaba llamando la atención de la denominación a la necesidad de operar bajo el plan administrativo de estar libre de deudas. En realidad, éste era un punto muy fuerte con A. G. Daniells, el nuevo dirigente de la iglesia en 1901. Él vio que se avecinaba un desastre si la causa llegara a endeudarse y permaneciese así año tras año, como había ocurrido a fines de la década de 1890. MV 432.3
Al estudiar los dirigentes de la iglesia la situación financiera cada vez peor que se estaba desarrollando en Nashville, parecía lógico dar pasos para reducir la casa publicadora que acababa de establecerse a un depósito de libros e imprimir sólo algunos folletos y materiales que serían especialmente útiles en los estados sureños. Desde un punto de vista puramente comercial esto parecía razonable, especialmente cuando la iglesia tenía dos casas publicadoras bien establecidas en Norteamérica, una en Battle Creek y otra en Oakland. Ninguna de ellas tenía suficiente trabajo denominacional como para mantener sus prensas activas, y ambas continuaban haciendo trabajo comercial. ¿Por qué no podía publicarse en estas dos casas toda la literatura que se necesitaría en los Estados Unidos? MV 432.4
En la reunión de un concilio celebrado en Elmshaven el 19 de octubre de 1902, el pastor Daniells dijo que “se ha publicado repetidamente que los hermanos en Nashville no iban a entrar en deudas, y todos han entendido que se había establecido un nuevo orden de cosas, y que iban a tener una institución financiada sin deudas. Y por lo tanto ellos han enviado su dinero” (MS 123, 1902). MV 432.5
Pero la institución estaba gravemente en deuda, y la gente estaba comenzan do a descubrirlo. Se sugirió que se podría prestar atención al asunto si fuera manejado como otras situaciones de un carácter similar, excepto que el apoyo de Elena de White al trabajo de su hijo hacía imposible para los hermanos intervenir y arreglar las cosas. MV 432.6
Se planteó la pregunta: “¿Esperaremos otro período de tiempo para que las cosas evolucionen allí en el sur, o ha llegado el tiempo para que los dirigentes de la Asociación General y los hombres de la Unión Asociación del Sur se reúnan y en una consulta hecha con oración y reflexión reajusten esos asuntos... y coloquen el negocio donde no estará cayendo continuamente en deuda ?” A esto Elena de White replicó: MV 433.1
Ha llegado [ese tiempo]; y yo digo, sigan adelante. La causa de Dios no debe ser desacreditada, no importa quién sufra al arreglar las cosas sobre una base correcta. Edson debiera entregarse al ministerio y a escribir, y dejar a un lado las cosas que el Señor le ha prohibido hacer. Las finanzas no son su fuerte para nada. MV 433.2
Quiero que los hermanos se sientan libres para encargarse de este asunto. No quiero que hagan ninguna referencia a mí. Quieto que actúen justamente como lo harían si mi hijo no estuviera allí (Ibíd..). MV 433.3
El informe de las discusiones fue mecanografiado el mismo día, y con un sentimiento de satisfacción el pastor Daniells dejó California esa noche. En su bolsillo llevaba una copia de la entrevista. Al llegar a Battle Creek citó a una reunión del Comité de la Asociación General y dio un informe de la entrevista en California. Tenía la certeza de que la mensajera del Señor estaba con ellos en sus planes de cerrar la planta impresora de Nashville en un muy corto tiempo. MV 433.4
Pero la casa publicadora no se cerró. El lunes, dentro de las 24 horas de la entrevista que se realizó en Elmshaven, Elena de White escribió una carta dirigida a “Apreciados hermanos”. MV 433.5
Anoche me pareció estar en la sala de operaciones de un gran hospital, al cual se llevaban personas, y se preparaban instrumentos para cortar sus miembros con gran premura. MV 433.6
Vino Uno que parecía tener autoridad y dijo a los médicos: “¿Es necesario traer a estas personas a esta sala?” Mirando compasivamente a los dolientes, dijo: “No amputéis nunca un miembro hasta que se haya hecho todo lo posible para salvarlo” (Carta 162, 1902, citada en El permanente don de profecía, p. 383, de A. G. Daniells). MV 433.7
Y otra escena pasó ante ella. Le parecía estar en la reunión de un concilio. E. R. Palmer, dirigente de nuestra obra de publicaciones, estaba hablando* exhortando a que “toda nuestra obra de publicar libros debiera ser hecha por una casa publicadora, en un lugar, y así ahorrar gastos”. Ella describió cómo “Uno de au toridad” estaba presente y señaló los peligros Je una obra consolidada; luego ella declaró: “Dejen que el campo del Sur tenga sus propios libros publicados en casa” (Ibíd.). MV 433.8
Cuando el pastor Daniells recibió la carta, se quedó pasmado. Comentando sobre la experiencia cuando la carta llegó a Battle Creek, declaró: MV 434.1
El mensaje de que debía continuarse la obra de la Asociación Publicadora del Sur fue realmente desconcertante. Produjo gran desilusión en muchos. Por contradecir el consejo que nos fuera dado en nuestra entrevista, dejó perplejos a algunos (AGD, El permanente don de profecía, p. 385). MV 434.2
Recordó la experiencia de Natán y David: MV 434.3
“Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios es contigo. En aquella misma noche fue palabra de Dios a Natán, diciendo: Ve y di a David mi siervo: Así ba dicho Jehová: Tú no me edificarás casa en que habite” (véase 1 Crón. 17:1-4) (Ibíd.). MV 434.4
Recordó que David aceptó el mensaje que le había llegado por revelación en lugar del consejo dado en la entrevista del día anterior. Y cuando Daniells informó en cuanto al incidente, dijo: “Nuestra junta siguió el mismo curso de acción” (Ibíd.). MV 434.5
Toda la experiencia fue una en la que la misma Elena de White fue reprobada por Dios, como ella lo explicó en una carta al pastor Daniells, escrita el 7 de diciembre: MV 434.6
Cuando ustedes estuvieron aquí, me expusieron la condición de las cosas en la casa publicadora en Nashville. Usted habló de la terrible dificultad financiera que prevalecía en la obra allí, y me dio la impresión de que los hermanos no pensaban que podía hacerse algo para poner las cosas en orden, porque la Hna. White ejercería su influencia para impedirles que hicieran lo que pensaban que era necesario para colocar los asuntos sobre una base apropiada. MV 434.7
Se me hicieron preguntas, y yo las contesté a la luz de lo que ustedes expusieron. Dije: “Si lo que ustedes dicen es correcto, no seré un obstáado para que ustedes no puedan hacer lo que piensan que debe hacerse”. Ustedes dijeron que si pudieran corregir las cosas como se corregirían si las dificultades existiesen en cualquier otra parte, el trabajo se colocaría sobre una base sólida (Carta 94, 1902; la cursiva fije añadida). MV 434.8
Y luego ella informó significativamente: MV 434.9
El Señor me reprobó por aceptar la versión de los asuntos de un ser humano, incluso la del pastor Daniells, cuando Dios ya me había dado su instrucción. MV 434.10
Nunca recuerdo haberme sentido más dolorida que como me sentí después de haber hablado como lo hice en la entrevista con ustedes. No tuve nada para decir en favor de Nashville. El Señor me reprobó por esto y me señaló a aquellos que por nombramiento divino estaban trabajando en Nashville (Ibíd.; la cursiva fue añadida). MV 435.1
En un testimonio directo de reprensión ella escribió: MV 435.2
Es una ofensa a Dios que hubiera un intento de contrarrestar los planes del Señor, y de obstruir la buena obra que se estaba realizando en Nashville; y que el pastor Daniells y otros, a pesar de la luz que Dios ha dado, se uniesen en este intento. El no respaldará el trabajo de ellos, ni aprobará su curso de acción (Ibíd.). MV 435.3
El pastor Daniells aceptó el mensaje de reprensión por el curso de acción que había propuesto basándose en lo que sentía que eran argumentos sólidos y un cuidadoso razonamiento. La planta impresora no se cerró. MV 435.4
Cuánto se regocijó cuando se produjo un cambio en el curso de los acontecimientos. En el lapso de unos pocos años la institución comenzó a ganar terreno. Cuando más tarde contó la historia, hizo la siguiente observación: MV 435.5
Dios, que conoce el fin desde el principio, nos mandó mensajes para impedimos estrechar la obra en un tiempo de desaliento. Estos mensajes parecían a veces difíciles de comprender. Exigían esfuerzos sobrehumanos. Ahora podemos regocijamos pues se manifestó por su sierva la mano guiadora de Dios. Cuento este incidente entre los muchos que han confirmado mi confianza en la dirección divina del pueblo de Dios por el don de profecía (AGD, El permanente don de profecía, p. 386). MV 435.6