Elena De White: Mujer De Visión
IMPULSO EVANGELIZADOR EN AUSTRALIA
Teniendo fresco en su memoria el campestre de Wellington, los obreros miraban con optimismo los planes para el primer campestre en Australia. Abrigaban la esperanza de que habría una respuesta similar a la que habían presenciado en Nueva Zelanda. Se planeó que las reuniones comenzasen en Melbourne el viernes 5 de enero de 1894, y había el tiempo justo para armar las carpas para esta innovación en la predicación del Evangelio. MV 314.8
El comité encargado de la elección del lugar encontró un terreno de 4 hectáreas (10 acres), cubierto de pasto y parcialmente favorecido con sombra de euca liptos, en el suburbio de Middle Brighton, a 14 kilómetros (9 millas) del correo de Melbourne. Estaba al sur de la ciudad, cerca de la bahía, y gozaba del servicio de una excelente línea de ferrocarril con trenes que corrían cada 30 minutos desde la mañana hasta tarde en la noche. MV 314.9
Para el campestre se estaban haciendo carpas para familias en tres tamaños diferentes. Los precios y estilos de carpas que podrían comprarse en la ciudad no encajaban dentro de los planes del comité del campestre, de modo que se consiguió un buen material para fabricar carpas, y a comienzos de noviembre, 35 carpas estaban listas para la venta o para la renta. MV 315.1
El Bible Echo del 8 de diciembre incluía una exhortación de Elena de White para que hubiese una asistencia excelente, al par que señalaba los objetivos de la reunión. Iba a ser un tiempo de renovación espiritual para la iglesia y también un medio efectivo para alcanzar a la ciudad con el mensaje del tercer ángel. “Ven a la Fiesta” era el título de la invitación en tres columnas. MV 315.2
También se informó acerca de algunos de los mejores colaboradores que la denominación podía proporcionar para hacer que las reuniones fueran un éxito. Estaría presente el presidente de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día; Elena de White y W. C. White estarían allí; y el Dr. M. G. Kellogg, médico de a bordo para el bergantín Pitcairn, daría instrucciones sobre temas de salud. Una noticia deleitó en forma especial a los creyentes de unos pocos años: MV 315.3
Les agradará saber a nuestros lectores que el pastor J. O. Corliss, que pasó algún tiempo en Australia hace cinco o seis años, está ahora en su viaje de regreso, acompañado por el pastor W. A. Colcord. Esperan estar con nosotros en nuestro campestre (BE, 1° de diciembre, 1893). MV 315.4
También se anunció que en el campamento habría una carpa para el comedor, “provista con mesas, platos, sillas, etcétera, y con mozos de verdad para servir las comidas” (Id., 22 de noviembre, 1893). MV 315.5
Una reunión de obreros de una semana de duración precedería inmediatamente al campestre, de modo que el martes 26 de diciembre se comenzo a armar las carpas. Los planes iniciales requerían 50 carpas para familias, pero fueron solicitadas tan rápidamente que se encargaron 25 más. MV 315.6
El campestre se inició el viernes 5 de enero, como estaba planeado. Ya sea comprando o rentando, el número de carpas de familia se había más que duplicado durante la semana de las reuniones de los obreros. Aunque el país estaba atravesando por un tiempo de escasez económica, se había hecho todo esfuerzo posible para “hacer todas las cosas en el campestre de acuerdo con el orden divino” (RH, 25 de septiembre, 1894). MV 315.7
La comunidad en Brighton, un hermoso pueblo, estaba excitada. Las reuniones del sábado eran una fiesta para los creyentes, y para entonces el lugar del campestre se estaba llenando con gente de la comunidad cuyo interés se había desperta do debido a la “ciudad de las carpas” y a la distribución de material de lectura. Elena de White escribió: MV 315.8
Gente de la más fina y noble de la sociedad está viniendo de todas partes. La carpa está llena por las tardes y las noches, de modo que apenas hay lugar para que encuentren un asiento (Carta 125, 1894). MV 316.1
Los que asisten durante la semana en las tardes y las noches totalizan alrededor de mil (Carta 100, 1894). MV 316.2
Se oyen muchas voces expresando la gratitud de corazones gozosos cuando hombres y mujeres contemplan la preciosa verdad del mensaje del tercer ángel, y comprenden el amor paternal de Dios (Carta 86, 1894). MV 316.3
Los visitantes aprovecharon la carpa con el comedor. Se les sirvieron comidas a un total de 190 personas el domingo 14 de enero. El costo a los clientes era de sólo seis peniques, o doce centavos y medio. No se sirvió carne y los comensales realmente disfrutaron sus comidas (MS 3, 1894). MV 316.4
“Este campestre nos está dando publicidad como ninguna otra cosa podría hacerlo —escribió Elena de White en su carta a la Sra. Caro—. La gente dice que esta ciudad de carpas limpias y blancas es una maravilla de maravillas. ¡Oh, estoy tan agradecida!” (Carta 100, 1894). MV 316.5
El domingo 14 de enero, la Sra. White le escribió a A. T. Jones en Battle Creek: MV 316.6
El primer sábado de la reunión de la Asociación [6 de enero], tres personas comenzaron a observar el sábado, y ayer cinco más se pusieron de parte de la verdad. Dos comerciantes [A. W. Anderson 2 y su hermano Richard] con sus esposas y familiares, totalizando ocho, rogaron que se les facilitasen carpas a fin de que pudieran permanecer en el campamento y asistir a las reuniones temprano por la mañana y en las noches. Uno de los hombres regresará cada día con su caballo y carruaje a Melbourne, que queda a una distancia de 13 a 16 kilómetros (8 a 10 millas), para atender el negocio, volviendo a la noche. Estos dos hermanos mantienen un negocio de música grande y están convencidos de la verdad y creemos que algún día harán su decisión. Lejos y cerca ha trascendido la noticia sobre esta ciudad de las carpas, y se ha despertado el interés más maravilloso. MV 316.7
Otros acampantes se hacinaron un poco para que dos carpas estuviesen a disposición de los Anderson, quienes acamparon allí por unos pocos días. MV 316.8
Una de las asistentes a las reuniones fue la Sra. Press, quien era presidenta de la Unión Cristiana de Temperancia Femenina (UCTF) y por varios años había sido una vegetariana. Ella procuró entrevistar a Elena de White y la visitó en su carpa. La Sra. Press le pidió a la Sra. White que se dirigiese a su grupo, e instó para que los adventistas participasen en la obra de la UCTF. La presidenta de la UCTF pidió que alguien les diese lecciones de arte culinario higiénico a las [mujeres] miembros de la UCTF. Cuando se le dijo que los adventistas no tenían en Australia a nadie suficientemente capacitado, su respuesta fue: “Dígannos lo que ustedes sí saben” (Carta 88a, 1894). MV 316.9
No mucho después de esto, el Capitán y la Sra. Press fueron los anfitriones de una escuela culinaria privada dirigida en su casa por las señoras Starr y Tuxford. Se le dio a la familia Press orientación útil en la preparación de la comida en conexión con esta escuela de cocina (Carta 127, 1894). MV 317.1
Enteramente complacida con la respuesta que las reuniones estaban recibiendo, Elena de White escribió con entusiasmo a A. T. Jones en Norteamérica: MV 317.2
Éste es el primer campestre que Melbourne ha visto, y para la gente es un prodigio maravilloso. Hay un interés decidido en oír la verdad. Nunca hemos visto un interés igual entre aquellos que no son de nuestra fe. El campestre está haciendo más para presentar nuestra obra ante la gente que lo que podrían haber logrado años de trabajo... Ayer estuvo aquí para escuchar los mensajes el médico más notable en North Fitzroy. Han estado aquí algunos ministros religiosos y una gran cantidad de comerciantes (Carta 37, 1894). MV 317.3
Al escribirle a Edson White, ella dijo: “Considerándolo en todos sus aspectos, éste es el mejor campestre al que jamás hayamos asistido” (Carta 86, 1894). MV 317.4