Elena De White: Mujer De Visión
EL CAMPESTRE DE WELLINGTON
Finalmente se decidió celebrar el campestre de Nueva Zelanda, planeado para el 23 de noviembre de 1893, en Wellington, en el extremo sur de la isla del Norte, en vez de hacerlo en Auckland, en el extremo norte de la isla. El presidente de la Asociación General, el pastor O. A. Olsen, estaría arribando desde Africa. Y el bergantín misionero Pitcairn estaría en el puerto. Y también algo importante, se pensó que éste podría ser el momento apropiado para darle un impulso adicional al avance del evangelismo en este lugar sumamente difícil. MV 312.8
El lunes 20 de noviembre, Elena de White, con Emily, llegaron a Wellington a las 10:00 de la noche. W. C. White estaba ahí para recibir al tren. Se apresuraron a ir a las habitaciones alquiladas. MV 313.1
Desde Australia se habían despachado carpas nuevas, grandes y pequeñas, y ahora se las estaba armando en un terreno seco y alto, en una hermosa dehesa cercada, a la que se podía llegar caminando desde la ciudad de Wellington. Los hermanos de la iglesia y otras personas observaban el proceso con el aliento en suspenso. Wellington era bien conocido por sus vientos muy fuertes. No mucho antes la carpa de un circo había sido despedazada por el fuerte viento. Los dirigentes de la iglesia conocían bien los riesgos. “Nuestra ferviente oracion escribió la Sra. White— es que este campamento pueda tener el favor de Dios. Los vientos y las fuentes de agua están en sus manos, bajo su control” (MS 88, 1893). MV 313.2
Dios extendió su mano protectora sobre el campamento. Uno de los primeros informes al Bible Echo indicaba esto: MV 313.3
Se ha hecho toda provisión, y se ha tomado toda precaución, para implementar los arreglos con toda facilidad y decoro. Las carpas están acomodadas formando calles entre ellas. La carpa grande tiene una capacidad para unas 600 personas sentadas (1o de enero, 1894). MV 313.4
O. A. Olsen llegó durante los días iniciales de la reunión, y se convirtió en el principal orador, sumamente apreciado. El bergantín Pitcaim estaba en el puerto, y sus oficiales y tripulación fueron de ayuda en la reunión. El Dr. M. G. Kellogg, el médico misionero del barco, fue involucrado para prestar servicio y hablo diariamente sobre temas de salud y temperancia cristiana; según se informó, éste fue uno de los aspectos más efectivos e interesantes de las reuniones (Ibíd.). MV 313.5
Desde el mismo comienzo Elena de White estuvo a menudo en la plataforma y casi cada día se dirigió a la congregación. Habló el sábado de tarde, y nuevamente en la tarde del domingo, cuando ella cumplió su 66° cumpleaños. Habló con mucha desenvoltura y se sintió feliz al “mostrar nuestros colores en los que estaban inscritos los mandamientos de Dios y la fe de Jesús . Al informar en cuanto a la respuesta, ella escribió: MV 313.6
Les dije que éramos Adventistas del Séptimo Día, y les expliqué la razón del nombre que nos distinguía de otras denominaciones. Todos escucharon con el más profundo interés (Carta 75, 1893). MV 313.7
El domingo de noche la carpa estaba llena cuando G. T. Wilson fue el orador. La revelación que hizo Elena de White de la identidad de la gente que celebraba las reuniones no impidió que hubiera una buena asistencia. En una carta a Edson ella habló de la preocupación que tenían por el éxito de la reunión: MV 313.8
Temíamos mucho que tendríamos muy escasa asistencia, pero nos llevamos una feliz sorpresa. Desde el comienzo al fin tuvimos una buena concurrencia con la mejor clase de nuestro propio pueblo que se alimentó con el pan de vida durante las reuniones. Por las noches había una concurrencia numerosa de gente de afuera... MV 314.1
Hemos tenido audiencias buenas, numerosas y respetuosas, y muchas personas entienden ahora qué creemos... La gente escuchaba embelesada... Las personas se impresionaron con estas reuniones como ninguna otra cosa que pudiera haber sucedido lo habría hecho. Cuando los vientos soplaban con fuerza, muchos miraban con asombro al ver que cada carpa se mantenía en pie sin sufrir daño (Carta 121, 1893). MV 314.2
Elena de White escribió: “El campestre es un éxito... El Señor está en el campamento (Carta 75, 1893). “Ciertamente, toda la reunión fue una fiesta espiritual” (BE, 8 de enero, 1894). MV 314.3
Un total de 24 personas fueron bautizadas como resultado de los servicios. MV 314.4
El Dr. Kellogg y G. T. Wilson permanecieron en Wellington por un tiempo para atender el interés suscitado en el campestre. Mientras tanto las carpas fueron rápidamente desmanteladas y despachadas a Australia para usarlas en su primer campestre, el cual se había planeado que comenzase el 5 de enero en un suburbio de Melbourne. MV 314.5
Antes de que hubiera pasado una semana después de la terminación del campestre Elena de White había concluido su trabajo y era una más de un grupo bastante grande, que incluía a W. C. White y O. A. Olsen, en su viaje de regreso a Australia. 1 MV 314.6
Al partir de Nueva Zelanda, ella dejó tras sí un número de amigos con quienes había formado lazos estrechos y que más tarde serían conocidos en la denominación. Entre ellos estaban los Caro en Napier y los Brown en Long Point. MV 314.7