Mensajes Selectos Tomo 1

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Diferentes experiencias en la conversión

Induzca a la gente a que contemple a Jesús como a su única esperanza y su único Ayudador. Dé lugar a que el Señor opere en la mente, hable al alma e impresione el entendimiento. No es esencial que Ud. sepa y diga a otros todos los porqués y motivos de lo que constituye el nuevo corazón, o de la posición que pueden y deben alcanzar para nunca pecar más. Esa obra no le corresponde. 1MS 208.3

Todos no estamos constituidos de la misma manera. Las conversiones no son todas iguales. Jesús impresiona el corazón, y el pecador renace a una nueva vida. Con frecuencia, las almas han sido atraídas a Cristo sin una convicción impetuosa, sin quebrantamiento del alma, sin terrores de remordimiento. Contemplaron a un Salvador exaltado, y vivieron. Vieron la necesidad del alma, vieron la suficiencia del Salvador, lo que él demanda, oyeron su voz que decía: “Sígueme”, y se levantaron y lo siguieron. Esa conversión fue genuina y la vida religiosa fue tan decidida como fue la de otros que sufrieron la agonía de un violento proceso. 1MS 208.4

Nuestros ministros deben cesar de ocuparse de sus propias ideas con la actitud de: “Ud. debe ver este punto como yo lo veo, o no podrá salvarse”. Fuera con este egotismo. La gran obra que debe hacerse en cada caso es ganar almas para Cristo. Los hombres deben ver a Jesús en la cruz, deben mirar y vivir. No deben alimentarse con las ideas de Ud. sino con la carne y sangre del Hijo de Dios. El dice: “Mi carne es verdadera comida”. Juan 6:55. “Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”. Juan 6:63. 1MS 209.1