Search for: leon
141 Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, p. 497.1 (Ellen Gould White)
… los leones. Aunque Dios no impidió que Daniel fuese lanzado dentro del foso de los leones, un ángel entró con él y tapó sus bocas para que ningún mal le sobreviniera …
142 Testimonios para la Iglesia, Tomo 6, p. 404.2 (Ellen Gould White)
… . El León de Judá, tan temible para los que rechazan su gracia, será el Cordero de Dios para los obedientes y fieles. La columna de nube que significa ira y terror …
143 Testimonios para la Iglesia, Tomo 8, p. 85.5 (Ellen Gould White)
… allí león, ni fiera subirá por él; ni allí se hallará, para que caminen los redimidos. Y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sión con alegría; y gozo perpetuo …
144 Testimonios para la Iglesia, Tomo 8, p. 131.3 (Ellen Gould White)
… el león y el áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido …
145 Testimonios para la Iglesia, Tomo 8, p. 291.2 (Ellen Gould White)
“En pos de Jehová caminarán; él rugirá como león; rugirá, y los hijos vendrán temblando desde el occidente. Como ave acudirán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como paloma; y los haré habitar en sus casas, dice Jehová”. Oseas 11:10, 11 .
146 Testimonios para los Ministros, p. 115.2 (Ellen Gould White)
Fue el León de la tribu de Judá quien quitó el sello del libro y le dio a Juan la revelación de lo que sucedería en estos últimos días.
147 Testimonios para los Ministros, p. 332.2 (Ellen Gould White)
… como león rugiente, buscando a quienes devorar, y los encuentra entre los adventistas del séptimo día. Puede aterrorizar con sus rugidos; pero, si esto cuadra …
148 Testimonios para los Ministros, p. 426.3 (Ellen Gould White)
… , como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar, y si los hombres y mujeres, bajo la luz refulgente que ahora brilla en este tiempo peligroso, fueran …
149 Testimonios Selectos Tomo 1, p. 61.3 (Ellen Gould White)
… : el león, el cordero, el leopardo y el lobo, todos vivían allí juntos en perfecta unión. Pasamos por en medio de ellos, y nos siguieron mansamente. De allí fuimos …
150 Testimonios Selectos Tomo 2, p. 23.1 (Ellen Gould White)
… . El león y el cordero jugueteaban pacífica e inofensivamente a su alrededor o se tendían a dormitar a sus pies. Aves de todo color y plumaje revoloteaban entre …
151 Testimonios Selectos Tomo 2, p. 95.1 (Ellen Gould White)
… rugientes leones a procurar destruir a los discípulos de Jesús.
152 Testimonios Selectos Tomo 3, p. 110.3 (Ellen Gould White)
… un león rugiente, buscando a quien devorar. No siempre tiene la feroz apariencia del león, sino que cuando puede obtener mejores efectos con ello, se transforma …
153 Testimonios Selectos Tomo 3, p. 376.1 (Ellen Gould White)
… los leones, porque era fiel e íntegro en su fidelidad a Dios. Job fué privado de sus posesiones mundanales, y tan afligido en su cuerpo que le aborrecían sus …
154 La Verdad acerca de los Angeles, p. 10.3 (Ellen Gould White)
… los leones; a San Pedro, condenado a muerte en la cárcel de Herodes; a los presos de Filipos; a San Pablo y sus compañeros, en la noche tempestuosa en el mar; a Cornelio …
155 La Verdad acerca de los Angeles, p. 145 (Ellen Gould White)
Daniel en el foso de los leones
156 La Verdad acerca de los Angeles, p. 145.3 (Ellen Gould White)
… los leones. Los ángeles malos parecían estar cumpliendo su propósito. Pero Daniel continuó orando aun en el foso de los leones... ¿Se olvidó Dios de él? ¡Oh, no! Jesús …
157 La Verdad acerca de los Angeles, p. 249.2 (Ellen Gould White)
… por leones furiosos. No obstante, por causa de Cristo y de su verdad, se mantuvo inconmovible. Con una santa elocuencia que sólo la verdad puede inspirar, dio …
158 A Fin de Conocerle, p. 284.6 (Ellen Gould White)
… un león rugiente que busca a alguna alma desprevenida que atrapar con sus sutilezas y para destruirla finalmente. Sin Cristo no podemos dar un solo paso …
159 A Fin de Conocerle, p. 288.3 (Ellen Gould White)
… un león rugiente que busca a alguna alma desprevenida que atrapar con sus sutilezas y para destruirla finalmente. Sin Cristo no podemos dar un solo paso …
160 Alza tus Ojos, p. 112.1 (Ellen Gould White)
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8 .