Search for: extremismo
301 La Historia de la Redención, p. 252.2 (Ellen Gould White)
… su extremo, y que reposaron sobre los que allí se hallaban reunidos, eran un emblema del don que se les concedería de hablar con fluidez varios diferentes …
302 La Historia de la Redención, p. 268.1 (Ellen Gould White)
… , era extremadamente cauto, y después de hablar en favor de los prisioneros pidió que los retiraran de la sala. Entonces dijo cuidadosamente y con mucha calma …
303 La Historia de la Redención, p. 300.3 (Ellen Gould White)
… y extrema reverencia que manifestaba hacia él.
304 La Historia de la Redención, p. 307.2 (Ellen Gould White)
… que extremaran su vigilancia. Estaba encadenado, como ya dijimos, en una celda cavada en la roca viva, cuyas puertas estaban cerradas con barrotes y cerrojos …
305 La Historia de la Redención, p. 367.1 (Ellen Gould White)
… los extremos. Pero Dios suscitó a Melanchton, que tenía un carácter totalmente opuesto, para que ayudara a Lutero a llevar adelante la obra de la Reforma. Melanchton …
306 La Historia de la Redención, p. 388.2 (Ellen Gould White)
… los extremismos que siempre se manifiestan cuando la excitación humana no está bajo la influencia dominante de la Palabra y el Espíritu de Dios. Se parecía …
307 La Historia de la Redención, p. 408.2 (Ellen Gould White)
… idea extremista que Satanás ha logrado que la gente adopte es la de pasar por alto totalmente la justicia de Dios y las advertencias de su Palabra, para presentarlo …
308 La Iglesia Remanente, p. 87.1 (Ellen Gould White)
… somos extremistas, que estamos desunidos, que uno enseña una cosa y otro otra. Evitemos las disensiones. Cada uno esté en guardia, y procure ser hallado de pie …
309 Joyas de los Testimonios 1, p. 46.1 (Ellen Gould White)
… el extremo del arpa había un instrumento para dar vuelta, acomodar el arpa o cambiar la melodía. Sus dedos no recorrían descuidadamente las cuerdas, sino …
310 Joyas de los Testimonios 1, p. 125.1 (Ellen Gould White)
… cuyo extremo había una corona cuajada de diamantes, cada uno de los cuales despedía una viva y hermosa luz. En la corona se leía: “Todos los que me ganen serán …
311 Joyas de los Testimonios 1, p. 126.2 (Ellen Gould White)
… con extremada satisfacción a la multitud que luchaba por la corona. Satanás parecía lanzar un peculiar ensalmo sobre quienes más afanosamente la apetecían …
312 Joyas de los Testimonios 1, p. 151 (Ellen Gould White)
No vayamos a los extremos
313 Joyas de los Testimonios 1, p. 170.1 (Ellen Gould White)
… los extremos, y de un extremo a otro completamente opuesto. Muchos son fanáticos. Los consume un ardiente celo que toman equivocadamente por religión; pero …
314 Joyas de los Testimonios 1, p. 170.2 (Ellen Gould White)
… un extremo en su conformidad con el mundo. No hay una línea de separación clara y distinta entre ellos y los mundanos. Si en un caso los hombres son ahuyentados …
315 Joyas de los Testimonios 1, p. 178.1 (Ellen Gould White)
… un extremo. Otros piensan que la mente debe dedicarse constantemente a inventar nuevas diversiones a fin de tener salud. Aprenden a depender de la excitación …
316 Joyas de los Testimonios 1, p. 186.2 (Ellen Gould White)
… el extremo durante el resto del día para eliminar la carga que se le ha impuesto. Todo alimento ingerido, del cual el organismo no deriva beneficio, es una carga …
317 Joyas de los Testimonios 1, p. 188.2 (Ellen Gould White)
… los extremos. Según ellos, deben comer cierta cantidad precisa y exactamente determinada, y limitarse a dos o tres cosas. Permiten que tanto a ellos como a …
318 Joyas de los Testimonios 1, p. 191.2 (Ellen Gould White)
… los extremistas para que no presenten una norma falsa ni procuren luego que todos se conformen con ella. Hay quienes emprenden una obra de reformadores …
319 Joyas de los Testimonios 1, p. 245.3 (Ellen Gould White)
… al extremo. Se dejó guiar demasiado por las opiniones y juicios ajenos. Gastó recursos inútilmente tan sólo para satisfacer la concupiscencia de los ojos …
320 Joyas de los Testimonios 1, p. 270.2 (Ellen Gould White)
… el extremo. El cuerpo se cansa al permanecer postrado demasiado tiempo; y lo peor es que la mente se cansa de tal manera por el ejercicio continuo de la oración …