Search for: tribulación

201 Promesas para los últimos días, p. 48.2 (Ellen Gould White)

… las tribulaciones atormentan el alma hasta el punto que se desea la muerte. Entonces es cuando muchos se apartan de Dios y caen en la esclavitud de la duda …

202 Promesas para los últimos días, p. 57.4 (Ellen Gould White)

… aguardan tribulaciones; pero debemos encomendar todo, sea grande o pequeño, a nuestro Dios. A él no lo aturden la multitud de nuestros sinsabores ni lo abruma …

203 Promesas para los últimos días, p. 82.4 (Ellen Gould White)

… las tribulaciones” (CD 184).

204 Promesas para los últimos días, p. 90.3 (Ellen Gould White)

… las tribulaciones que os esperan. Jesús estará con vosotros. El irá delante de vosotros por medio de su Santo Espíritu, preparando el camino. Y él será vuestro …

205 Promesas para los últimos días, p. 118.1 (Ellen Gould White)

… nuestras tribulaciones. Algunos de nuestros amigos no saben nada acerca de las miserias humanas o de los padecimientos físicos. Nunca están enfermos y …

206 Promesas para los últimos días, p. 141.5 (Ellen Gould White)

… y tribulaciones os aflijan, recordad que fueron enviadas para que pudierais recibir renovada fuerza y mayor humildad de manos del Señor de la gloria, a fin …

208 Servicio Cristiano, p. 334.5 (Ellen Gould White)

… las tribulaciones y las luchas. Cantos de victoria llenan todo el cielo. Todos entonan el alegre coro: “Digno, digno es el Cordero que fué inmolado”, y que nos rescató …

209 Sermones Escogidos Tomo 2, p. 53.4 (Ellen Gould White)

… leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando las cosas que se ven, sino las que no se ven” (2 Cor …

210 Sermones Escogidos Tomo 2, p. 88.1 (Ellen Gould White)

… las tribulaciones, cuando se vieron en situaciones de peligro, acabaron en la tumba, y no se levantarán en la primera resurrección. No verán al Rey en su hermosura …

211 Sermones Escogidos Tomo 2, p. 124.4 (Ellen Gould White)

… la tribulación, luego señala las realidades eternas y les muestra los millares de ángeles enviados a ministrar a los que son herederos de la salvación. Aunque …

212 Sermones Escogidos Tomo 2, p. 145.2 (Ellen Gould White)

… la tribulación, en el reino y en la perseverancia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo …

213 Sermones Escogidos Tomo 2, p. 275.3 (Ellen Gould White)

… la tribulación y en el reino, y en la paciencia de Jesucristo [es necesario que cultivemos la paciencia de Jesucristo], estaba en la isla que es llamada Patmos …

214 La Segunda Venida y el Cielo, p. 51.2 (Ellen Gould White)

… grande tribulación”; han pasado por el tiempo de angustia cual nunca ha sido desde que ha habido nación; han sentido la angustia del tiempo de la aflicción …

215 La Segunda Venida y el Cielo, p. 93.2 (Ellen Gould White)

… gran tribulación y lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero, pueden disfrutar de la gloria indescriptible y la belleza insuperable …

216 La Segunda Venida y el Cielo, p. 108.2 (Ellen Gould White)

… gran tribulación y lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero, pueden disfrutar de la gloria indescriptible y la belleza insuperable …

217 La Segunda Venida y el Cielo, p. 131.1 (Ellen Gould White)

… gran tribulación y hecho mi voluntad. Sufristeis por mí. Venid a la cena, que yo me ceñiré para serviros”. Nosotros exclamamos: “¡Aleluya! ¡Gloria!” y entramos en la …

218 La Segunda Venida y el Cielo, p. 141.1 (Ellen Gould White)

… gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero. Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en …

219 Testimonios para la Iglesia, Tomo 1, p. 26.1 (Ellen Gould White)

… y tribulación al recordar las palabras del apóstol: “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni …

220 Testimonios para la Iglesia, Tomo 1, p. 70.2 (Ellen Gould White)

… gran tribulación y habéis hecho mi voluntad y sufrido por mí; venid a la cena. Yo me ceñiré y os serviré”. Exclamamos: “¡Aleluya!” y entramos en la ciudad. Vi allí una …