Testimonios para la Iglesia, Tomo 1

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La unidad en la fe

Los cristianos profesos de la localidad de _____ y de sus alrededores no están a la altura de la obra, ni practican las verdades que profesan creer. Una influencia agostadora afecta la causa en la parte norte de Wisconsin. Si todos hubieran sentido la responsabilidad hacia la Review que Dios se proponía que sintieran, se habrían beneficiado y habrían sido instruidos por las verdades que presenta. Hubieran tenido una fe correcta, una posición firme con respecto a la verdad aplicable a este tiempo, y hubieran estado protegidos y a salvo de este fanatismo. Las sensibilidades de muchos se han atenuado, un falso entusiamo ha destruido su discernimiento y su agudeza espiritual. Es de la mayor importancia que ellos ahora actúen con sensatez, para que no se cumpla plenamente el objetivo satánico de hacer caer a los que el diablo tiene poder para engañar. 1TPI 290.1

Cuando los que han presenciado y experimentado falsas manifestaciones quedan convencidos de su equivocación, Satanás saca ventaja de su error, y se lo recuerda constantemente, para inspirarles temor a toda manifestación espiritual; y de esta manera procura destruir su fe en la verdadera piedad. Debido a que estuvieron una vez engañados, temen hacer cualquier esfuerzo por medio de la oración ferviente a Dios en busca de ayuda especial y victoria. Los tales no deben permitir que Satanás consiga su objeto y los arroje en el frío formalismo y la incredulidad. Deben recordar que el fundamento de Dios permanece firme. Sea Dios veraz y todo hombre mentiroso. Su única seguridad consiste en asentar los pies en la plataforma firme; en ver y comprender el mensaje del tercer ángel, en apreciar, amar y obedecer la verdad. 1TPI 290.2

Cristo está conduciendo a un pueblo y llevándolo a la unidad de la fe, para que sea uno, así como él lo es con su Padre. Hay que abandonar las diferencias de opinión para que todos se unan con el cuerpo, a fin de que estén unánimes y sean todos de un mismo parecer. 1 Corintios 1:10: “Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. Romanos 15:5-6: “Pero el Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Filipenses 2:2: “Completad mi gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una misma cosa”. 1TPI 291.1

Todo el pueblo de Dios debiera manifestar interés en su causa. Ha habido falta de interés entre los hermanos de Wisconsin. También ha habido falta de energía. Algunos piensan que perder el tiempo no es pecado, mientras otros que aman la preciosa causa de Dios economizan su tiempo, y con la fortaleza de Dios se esfuerzan y trabajan duramente para que sus familias estén bien y disfruten de comodidad, y además de eso todavía les sobra tiempo para invertir en la causa de Dios, para hacer su parte a fin de mantener la obra de Dios en progreso y hacerse tesoro en el cielo. No es conveniente que algunos estén ociosos y otros sobrecargados. Dios requiere que los que disfrutan de salud y fuerza corporal hagan todo lo que puedan y usen su fortaleza para su gloria, porque no se pertenecen a sí mismos. Son responsables delante de Dios por el uso que hacen de su tiempo y de sus fuerzas que reciben del cielo. 1TPI 291.2

El deber de contribuir al progreso de la verdad no corresponde únicamente a los ricos. Todos tienen que desempeñar una parte. El hombre que ha empleado su tiempo y sus fuerzas para acumular propiedades es responsable de la forma como dispone de esos bienes. Si uno tiene salud y fuerzas, ése es su capital, de modo que debe usarlo adecuadamente. Si pasa horas en ociosidad y hablando de cosas innecesarias, es negligente en su negocio, lo cual la Palabra de Dios prohíbe. Tales personas tienen una obra que hacer a fin de proveer lo necesario para sus familias y con el propósito de ahorrar lo necesario para dedicarlo a fines caritativos, en la medida en que Dios los ha prosperado. 1TPI 291.3

No hemos sido puestos en este mundo nada más que para preocuparnos de nosotros mismos, sino que se requiere que participemos en la gran obra de salvación, imitando así a Cristo, quien llevó una vida abnegada, de renunciamiento y de utilidad para el prójimo. Los que aman su propia comodidad más que la palabra de Dios, no sentirán ninguna preocupación por emplear su tiempo y su fuerza sabiamente, a fin de tener una parte en la difusión de la verdad. Muchos de los jóvenes de Wisconsin no han sentido el peso de la causa ni la necesidad de hacer algún sacrificio para promoverla. No podrán adquirir fortaleza hasta tanto cambien su manera de actuar y realicen esfuerzos especiales para promover la verdad, a fin de que las almas puedan salvarse. Algunos se niegan a sí mismos y manifiestan interés y trabajan intensamente porque aman la causa y se esfuerzan por sostenerla. Convierten la causa de Dios en una parte de sí mismos; y si ésta sufre, también ellos sufren; y cuando ésta prospera, ellos se sienten felices. 1TPI 292.1

Proverbios 3:9-10: “Honra a Jehová con tus bienes, y con las primicias de todos tus frutos; y serán llenos tus graneros con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto”. Los que son indolentes y haraganes pueden tranquilizarse con el pensamiento de que Dios no requiere nada de ellos, porque no tienen ganancias. Esto no les servirá de excusa, porque si hubieran empleado diligentemente su tiempo, si no hubieran sido indolentes en los negocios, hubieran tenido ganancias. Si se hubieran esforzado resueltamente para ganar algo que depositar en la tesorería de Dios, se les habrían presentado oportunidades y habrían dispuesto de dinero para dedicarlo a la causa de Dios, haciéndose en esa forma tesoros en el cielo. 1TPI 292.2

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