Testimonios para la Iglesia, Tomo 1

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Lecciones de las parábolas

Se me mostró que la parábola de los talentos no ha sido plenamente comprendida. Esta importante lección fue dada a los discípulos para beneficio de los creyentes que viviesen en los postreros días. Y estos talentos no representan solamente la capacidad de predicar e instruir acerca de la Palabra de Dios. La parábola se aplica a los recursos temporales que Dios ha confiado a su pueblo. Aquellos a quienes se había entregado cinco y dos talentos, negociaron y duplicaron lo que se les confió. Dios requiere de aquellos que tienen posesiones en esta tierra, que de su dinero obtengan interés para él, que lo dediquen a la causa, para diseminar la verdad. Y si la verdad vive en el corazón de aquel que la recibió, él también ayudará con sus medios para comunicarla a otros; y mediante sus esfuerzos, su influencia y sus recursos, otras almas aceptarán la verdad y empezarán a trabajar por Dios. 1TPI 181.3

Vi que algunos de los que profesan ser hijos de Dios, son como el hombre que ocultó su talento en la tierra. Impiden que sus bienes beneficien a la causa de Dios. Aseguran que son suyos, que tienen derecho a hacer lo que les plazca con ellos; y no se salvan almas por medio de los esfuerzos juiciosos que ellos podrían hacer con el dinero de su Señor. Los ángeles llevan un registro fiel de toda la obra de cada hombre, y al ser pronunciado el juicio sobre la casa de Dios, se registra la sentencia de cada uno al lado de su nombre, y al ángel se le ordena que no perdone a los siervos infieles, sino que los abata en el tiempo de la matanza. Y lo que les fue confiado les será arrebatado. Se los despojará de su tesoro terrenal; lo habrán perdido todo. Las coronas que podrían haber llevado si hubieran sido fieles, se colocarán sobre la cabeza de aquellos que hayan sido salvados por los siervos fieles cuyos recursos estuvieron constantemente en uso para Dios. Cada persona en cuya salvación intervinieron, añadirá estrellas a su corona de gloria y aumentará su eterna recompensa. 1TPI 182.1

También me fue mostrado que la parábola del mayordomo infiel había de enseñarnos una lección. “Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas”. Lucas 16:9. Si empleamos nuestros recursos para la gloria de Dios en esta tierra, nos hacemos tesoro en los cielos; y cuando las posesiones terrenales hayan desaparecido todas, el mayordomo fiel tendrá a Jesús y a los ángeles por amigos que le recibirán en las mansiones eternas. 1TPI 182.2

“El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel”. Lucas 16:10. El que es fiel con sus bienes terrenales, que son los de menor importancia, y emplea juiciosamente lo que Dios le prestó aquí, será fiel a su profesión. “El que en lo muy poco es infiel, también en lo mucho es infiel”. Lucas 16:10 (VM). El que retiene de Dios lo que él le prestó, será infiel en las cosas de Dios en todo respecto. “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?” Lucas 16:11. Si nos demostramos infieles en el manejo de lo que Dios nos presta aquí, él no nos dará nunca la herencia inmortal. “Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?” Lucas 16:12. Jesús compró la redención para nosotros; es nuestra; pero nos hallamos aquí a prueba, para ver si resultamos dignos de la vida eterna. Dios nos prueba confiándonos bienes terrenales. Si somos fieles en impartir liberalmente lo que nos ha prestado, para fomentar su causa, Dios puede confiarnos la herencia eterna. “No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Lucas 16:13. “Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. 1 Juan 2:15. 1TPI 182.3

Desagrada a Dios la manera negligente en que muchos de los que profesan ser hijos suyos manejan sus negocios mundanales. Parecen haber perdido todo sentido del hecho de que la propiedad que están usando pertenece a Dios, y de que deberán dar cuenta de su mayordomía. En los asuntos comerciales de algunos reina absoluta confusión. Satanás se fija en todo ello y ataca en una oportunidad favorable, y por su manejo de las cosas arrebata muchos recursos de las filas de los observadores del sábado. Y estos recursos van a sus filas. Algunos que son ya ancianos no quieren arreglar sus negocios mundanales, y en un momento inesperado enferman y mueren. Hijos suyos que no tienen interés en la verdad, recogen la propiedad. Satanás lo arregló así para su propia conveniencia. “Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero? Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?” Lucas 16:11-12. 1TPI 183.1

Me fue revelado el terrible hecho de que Satanás y sus ángeles intervienen más que Dios en el manejo de la propiedad de los que profesan ser hijos de Dios. Los mayordomos de los postreros día son imprudentes. Permiten que Satanás rija sus asuntos comerciales, y dejan pasar a sus filas lo que pertenece a la causa de Dios y debiera estar en ella. Dios se fija en vosotros, mayordomos infieles, y os llamará a dar cuenta. Vi que los mayordomos de Dios pueden, por una administración fiel y juiciosa, manejar sus asuntos en este mundo con exactitud, honradez y rectitud. Y es especialmente el privilegio y deber de los ancianos, de los débiles y de aquellos que no tienen hijos, colocar sus recursos donde puedan ser empleados en la causa de Dios en caso de que los arrebate repentinamente la muerte. Pero vi que Satanás y sus ángeles se regocijan del éxito que han tenido en este mundo. Y aquellos que debieran ser sabios herederos de la salvación, permiten casi voluntariamente que el dinero de su Señor se deslice de sus manos a las filas del enemigo. De esta manera fortalecen el reino de Satanás, y parecen sentirse perfectamente tranquilos al respecto. 1TPI 183.2

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