Testimonios para la Iglesia, Tomo 7

42/118

La fabricación de productos alimentarios

Santa Helena, California,

16 de febrero de 1901.

Anoche me parecía estar hablando a nuestro pueblo, diciéndoles que, como adventistas del séptimo día, debemos cultivar el amor, la paciencia y la verdadera cortesía. Jesús fortalecerá a los dirigentes de su pueblo si quieren aprender de él. El pueblo de Dios debe esforzarse por alcanzar la más elevada norma de excelencia. Especialmente los que son médicos misioneros debieran manifestar, en espíritu, palabra y carácter, que van en pos de Jesucristo, el Modelo divino de todo esfuerzo médico misionero. 7TPI 125.1

Tengo el ferviente deseo de que en todas partes la obra se lleve a cabo de acuerdo con las órdenes del Señor. Veo que en el futuro nuestro pueblo experimentará dificultades enormes como montañas a causa de la forma como algunas cosas se llevan actualmente, y en particular con relación al negocio de los productos alimentarios. A medida que avanzamos tendremos que vérnoslas con problemas de invención humana difíciles, que acarrearán mucha perplejidad. Las componendas conducen hacia la deshonestidad. 7TPI 125.2

Con mucha destreza y tremendos esfuerzos, el Dr. Kellogg y sus asociados han logrado preparar un tipo especial de productos alimentarios sanos. Su mayor preocupación ha sido beneficiar a la humanidad, y sus esfuerzos se han visto bendecidos por Dios. Si se mantienen en el consejo de Dios, y si caminan tras el ejemplo de Cristo, avanzarán continuamente, porque Dios concederá destreza y conocimiento a los que lo busquen sin egoísmo. Los productos alimentarios que salen de nuestras fábricas pueden mejorar en muchos sentidos. El Señor enseñará a sus siervos a preparar alimentos más sencillos y menos costosos. Hay muchos a quienes enseñará esta línea de trabajo si tan sólo están dispuestos a andar en su consejo, y en armonía con los hermanos. 7TPI 125.3