Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Estudien el Apocalipsis

El Señor le dio a conocer a Juan las cosas que veía útiles para su pueblo de los últimos días. Las instrucciones que le diera están consignadas en el libro de Apocalipsis. Los que quieran ser colaboradores de nuestro Señor y Salvador Jesucristo manifestarán intenso interés en las verdades contenidas en ese libro. De viva voz y por escrito, se esforzarán en explicar las cosas maravillosas que Cristo vino a revelar. 8TPI 316.2

“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto. Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca”. Apocalipsis 1:1-3. 8TPI 316.3

Los solemnes mensajes que en el Apocalipsis se dieron en su orden deben ocupar el primer lugar en el pensamiento de los hijos de Dios. No debemos permitir que nuestra atención sea cautivada por otra cosa. 8TPI 316.4

Un tiempo precioso pasa rápidamente y hay peligro de que muchos se dejen robar el tiempo que debieran dedicar a la proclamación del mensaje que Dios envió a un mundo caído. Satanás está satisfecho cuando nota cómo se dejan desviar las mentes que debieran estar ocupadas en el estudio que concierne a las realidades eternas. 8TPI 316.5

El testimonio de Cristo, que reviste el carácter más solemne, debe ser dado al mundo. En todo el libro del Apocalipsis se encuentran promesas preciosas y alentadoras, así como advertencias del significado más solemne. ¿No querrán leer el testimonio dado por Cristo a su discípulo Juan los que pretenden poseer un conocimiento de la verdad? En él, no hay suposiciones ni engaños científicos. Contiene verdades que atañen a nuestro bienestar presente y futuro. ¿Por qué mezclar la paja con el grano? 8TPI 316.6