Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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Su fidelidad

“Porque recta es la palabra de Jehová,
y toda su obra es hecha con fidelidad.
Él ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra”.
8TPI 283.2

“Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová,
el pueblo que él escogió como heredad para sí”.
“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.
Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado”. Salmos 33:4, 5, 12, 18-21.
8TPI 283.3

“Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen
Y los defiende.
Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová
no tendrán falta de ningún bien”.
“Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu”.
“Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no serán condenados cuantos en él confían”. Salmos 34:4-10, 17, 18.
8TPI 284.1

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“Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.
No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.
No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones. Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.
Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.
El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,
Que pasó el viento por ella, y pereció.
Y su lugar no la conocerá más.
Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad
y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
Sobre los que guardan su pacto,
Y los que se acuerdan de sus mandamientos
para ponerlos por obra”. Salmos 103:8-18.
8TPI 284.2