Testimonios para la Iglesia, Tomo 9

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El mundo necesitado de ayuda

La magnitud de nuestra obra requiere la liberalidad voluntaria del pueblo de Dios. En Africa, en China y en India viven millones de personas que no han oído el mensaje de la verdad para este tiempo. Tienen que ser advertidos. Las islas del mar están esperando recibir el conocimiento de Dios. En esas islas hay que establecer escuelas a fin de preparar alumnos que asistan a los colegios superiores a su alcance, para educarse y prepararse con el fin de que puedan regresar a sus hogares isleños a presentar a los demás la luz que han recibido. 9TPI 41.3

En nuestro propio país hay mucho por hacer. Hay numerosas ciudades que deben ser amonestadas. Los evangelistas debieran estar abriéndose camino hacia todos los lugares donde existe inquietud con respecto a las leyes dominicales y la enseñanza de religión en las escuelas públicas. El descuido de los adventistas en aprovechar estas oportunidades providenciales es lo que está retrasando el progreso de la causa. 9TPI 42.1

El Señor nos ha hecho sus mayordomos. Ha colocado sus recursos en nuestras manos para que los distribuyamos fielmente. Nos pide que le devolvamos lo que le pertenece. Ha reservado el diezmo como su porción sagrada para que se use en la predicación del Evangelio en todo el mundo. Hermanos y hermanas, confesad y olvidad vuestro egoísmo, y llevad al Señor vuestros dones y ofrendas. Llevadle también los diezmos que habéis retenido. Confesad vuestro descuido. Probad al Señor, como os ha invitado que hagáis. “Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos”. Malaquías 3:11. 9TPI 42.2