Testimonios para la Iglesia, Tomo 9

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El sábado

La verdad del sábado requerirá gran cuidado y sabiduría en su presentación. Se necesitará una gran medida de la gracia y el poder de Dios para derribar el ídolo que se ha erigido con la forma de un falso día de reposo. Elevad el estandarte, elevadlo cada vez más alto. Llamad la atención de la gente al capítulo veinte de Éxodo, que contiene la ley de Dios. Los primeros cuatro de los Diez Mandamientos delinean nuestro deber hacia nuestro Creador. El que obra con falsedad en su relación con Dios, no puede obrar con verdad en su relación con su prójimo. El que ama a Dios supremamente, amará a su prójimo como a sí mismo. El orgullo se transforma en vanidad y conduce al agente humano a hacer un dios de sí mismo. El Evangelio de Cristo santifica el alma y expele el amor a sí mismo. 9TPI 170.1

“Acuérdate del día de reposo para santificarlo”. Éxodo 20:8. El sábado fue instituido en el Edén, después que Dios creó el mundo. “Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos. Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación”. Génesis 2:1-3. 9TPI 170.2

“Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella persona será cortada de en medio de su pueblo. Seis días se trabajará, mas el día séptimo es día de reposo consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo, ciertamente morirá. Guardarán, pues, el día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra y en el séptimo día cesó y reposó”. Éxodo 31:12-16. 9TPI 170.3

19 de octubre de 1908.