Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
Obreros fieles
La dirección de una institución tan grande e importante como un sanatorio, necesariamente conlleva una gran responsabilidad, tanto en los asuntos temporales como espirituales. Es de la mayor importancia que este asilo para los enfermos del cuerpo y de la mente sea de tal naturaleza que Jesús, el poderoso Sanador pueda presidir entre ellos, y que todo lo que se hace se haga bajo el control de su Espíritu. Todos los que se relacionan con esta institución estarán calificados para cumplir fielmente las responsabilidades que Dios les ha dado. Cumplirán hasta los deberes más pequeños con tanta fidelidad como la que dedican a los asuntos de mayor importancia. Todos han de estudiar con oración la forma como pueden llegar a ser más útiles a fin de convertir este retiro para los enfermos en una empresa de gran éxito. 4TPI 547.1
No comprendemos con cuánta ansiedad los pacientes afectados por diversas enfermedades vienen al sanatorio, todos ellos deseando encontrar ayuda, pero algunos con dudas y desconfianzas, mientras que otros vienen llenos de confianza en que serán aliviados. Los que no han visitado la institución observan con interés toda manifestación de los principios que sus administradores han adoptado. 4TPI 547.2
Todos los que profesan ser hijos de Dios, al llevar a cabo sus labores que los ponen en contacto con todas clases de mentes, han de recordar constantemente que son misioneros. Se encontrarán con gente refinada y vulgar, con humildes y orgullosos, con religiosos y escépticos, con gente confiada y sospechosa, con dadivosos y avaros, con los puros y los corrompidos, con los educados y los ignorantes, con los ricos y los pobres; en realidad, casi todos los grados de carácter y condición se encontrarán entre los pacientes del sanatorio. Los que vienen a este lugar, lo hacen porque necesitan ayuda; por eso, cualquiera que sea su condición, reconocen que no pueden ayudarse a sí mismos. Estas mentes de diversas clases no se pueden tratar de la misma forma; y sin embargo, todas estas personas, ya sean ricas o pobres, encumbradas o humildes, dependientes o independientes, necesitan bondad, simpatía y amor. Mediante la relación con los demás, nuestras mentes debieran pulirse y refinarse. Dependemos unos de otros, y nos encontramos estrechamente vinculados por la fraternidad humana. 4TPI 547.3
“El cielo hizo que uno de otro dependiera,
un amo, un siervo, o un amigo,
se apoyan unos en otros en busca de ayuda,
hasta que la debilidad de uno se convierte en la fortaleza de
todos”.
4TPI 548.1
Los cristianos se ponen en contacto con el mundo por medio de las relaciones sociales. Cada hombre o mujer que haya probado el amor de Cristo y recibido en el corazón la iluminación divina, tiene el deber delante de Dios de arrojar luz sobre la senda oscura de los que no están familiarizados con un camino mejor. Todo obrero de este sanatorio ha de convertirse en testigo de Jesús. El poder social, santificado por el Espíritu de Cristo, debe ser aprovechado para ganar almas para el Salvador. 4TPI 548.2
Los que tienen que tratar con personas que difieren tan ampliamente en carácter, disposición y temperamento, experimentarán luchas, perplejidades y choques, aun cuando hagan lo mejor que pueden. Puede ser que la ignorancia, el orgullo y la independencia que encontrarán les causen disgusto; pero esto no los desanimará. Se colocarán donde puedan influir en el ánimo de otros en lugar de que otros influyan en ellos. Firmes como una roca a los principios, con fe inteligente, permanecerán sin dejarse corromper por las influencias que imperan en el ambiente. El pueblo de Dios no se dejará transformar por las diversas influencias a las que necesariamente se verá expuesto; sino que permanecerá firme por Jesús, y mediante la ayuda de su Espíritu ejercer un poder transformador sobre las mentes alteradas por los hábitos falsos y contaminadas por el pecado. 4TPI 548.3
No hay que ocultar a Cristo en el corazón y encerrarlo como un tesoro codiciado, sagrado y dulce, para ser disfrutado únicamente por el que lo posee. Tengamos a Cristo en nuestro corazón como una fuente de agua que salta para vida eterna, que refresca a todos los que se ponen en contacto con nosotros. Confesemos a Cristo abiertamente y con valor, y demostremos en nuestro carácter su humildad, mansedumbre y amor, hasta que los hombres experimenten el encanto de la hermosura de la santidad. La mejor forma de preservar nuestra religión no es colocarla en una botella, como si fuera perfume, para que no se escape su fragancia. 4TPI 548.4
Los conflictos y rechazos que experimentemos nos harán más fuertes y darán estabilidad a nuestra fe. No nos inclinemos como un bejuco delante del viento, impulsados por toda influencia pasajera. Nuestras almas, entibiadas y vigorizadas por las verdades del Evangelio y refrescadas por la gracia divina, han de abrirse, expandirse y derramar su fragancia sobre otros. Vestidos con toda la armadura de la justicia, podemos hacer frente a cualquier influencia sin que se manche nuestra pureza. 4TPI 549.1
Todos han de considerar que los derechos que Dios tiene sobre ellos desatan a todos los demás. Dios ha dado a toda persona capacidades que debe mejorar haciendo reflejar la gloria del Dador. Cada día hay que realizar un progreso. Si los obreros se van del sanatorio tal como llegaron, sin haber realizado una mejora definida, sin haber aumentado sus conocimientos y poder espiritual, han experimentado una pérdida. Dios se propone que los cristianos crezcan continuamente, que se desarrollen hasta alcanzar la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo. Todos los que no se tornan más fuertes ni quedan más firmemente arraigados en la verdad, están retrocediendo continuamente. 4TPI 549.2
Hay que realizar un esfuerzo especial para conseguir los servicios de obreros cristianos cuidadosos. Dios tiene el propósito de que se organice una institución que beneficie la salud, controlada exclusivamente por adventistas del séptimo día; y cuando se trae a incrédulos para que ocupen puestos de responsabilidad, habrá allí una influencia que pesará considerablemente contra el sanatorio. No es el propósito de Dios que esta institución se dirija de acuerdo a la modalidad con que se administran las demás instituciones de salud del país; en cambio se propone que sea uno de los instrumentos más eficaces en sus manos para dar la luz al mundo. Debe contar con habilidad científica, con poder moral y espiritual, y debe ser un fiel centinela de la reforma en todo sentido. Y todos los que participan en el trabajo, serán reformadores, respetarán sus reglamentos y obedecerán la luz de la reforma pro salud que ahora brilla sobre nosotros como pueblo. 4TPI 549.3
Todo esto puede ser una bendición para otros, si ellos se colocan en un lugar donde puedan representar correctamente la religión de Cristo. Pero ha habido más empeño en poner énfasis en la apariencia de las cosas materiales, para satisfacer la mente de los pacientes mundanos, que en mantener una conexión viviente con el cielo, y orar y velar, para que este instrumento de Dios pueda tener éxito total en la obra de hacer bien al cuerpo y también al alma de los seres humanos. 4TPI 550.1
¿Qué podría decirse y qué podría hacerse, para detectar la convicción en los corazones de todos los que se relacionan con esta importante institución? ¿Cómo podrían ser inducidos a ver y sentir el peligro de tomar decisiones equivocadas, a menos que diariamente tengan una experiencia viviente en las cosas de Dios? Los médicos se encuentran en una posición desde la que pueden ejercer influencia de acuerdo con su fe, y así pueden manifestar un poder modelador sobre todos los que se relacionan con la institución. Este es uno de los mejores campos misioneros que hay en el mundo, y todos los que ocupan puestos de responsabilidad han de familiarizarse con Dios y recibir constantemente la luz del Cielo. Nunca en la historia del sanatorio hubo un período tan importante como el presente, jamás hubo tanto en juego5. Nos rodean los peligros de los últimos días. Satanás ha descendido con gran poder y trabaja con todo el engaño y la injusticia de los que perecen porque sabe que le queda poco tiempo. Ahora debe brillar la luz de nuestras palabras y comportamiento, con un resplandor mayor aún si cabe, sobre la senda de los que se encuentran en tinieblas. 4TPI 550.2
Hay algunos que no son lo que el Señor desearía que fueran. Son bruscos y duros, por lo que necesitan la influencia suavizadora y subyugadora del Espíritu de Dios. Nunca parece conveniente tomar la cruz y seguir por la senda de la abnegación, y sin embargo esto debe hacerse. Dios desea que todos reciban su gracia y su Espíritu para que sus vidas despidan fragancia. Algunos son demasiado independientes, demasiado autosuficientes, y no buscan el consejo de los demás como es necesario. 4TPI 550.3
Hermanos, vivimos en un tiempo solemne. Es preciso llevar a cabo una importante obra por nuestras propias almas y las de los demás o nos enfrentaremos ante una infinita pérdida. Es preciso que la gracia de Dios nos transforme o perderemos el cielo y arrastraremos a otros en nuestra caída. Os aseguro que los conflictos y las cuitas que debemos soportar en el cumplimiento de nuestras obligaciones movidos por nuestra fidelidad a Cristo no son obra suya. No nos las impone un mandamiento arbitrario o innecesario; no proceden de la severidad de la vida que nos exige que llevemos en su servicio. La cantidad y la fuerza de las pruebas serán mayores si no obedecemos a Cristo y nos convertimos en siervos de Satanás y esclavos del pecado. 4TPI 551.1
Jesús nos invita a acudir a él para que pueda aliviar nuestras cargadas espaldas del peso que nos abruma y poner sobre nosotros su yugo, que es fácil y su carga, que es ligera. La senda que nos invita a seguir no nos causará dolor alguno siempre que estemos dispuestos a andar por ella. Cuando nos desviamos de la senda del deber el camino se vuelve difícil y espinoso. Los sacrificios que debemos hacer al seguir a Cristo son sólo los pasos necesarios para regresar a la senda de luz, de paz y de felicidad. La indolencia acrecienta las dudas y los temores. Cuanto más se los consiente, más difíciles de vencer se vuelven. La seguridad está en abandonar todo apoyo terrenal y aferrarnos a la mano del que levantó y salvó al discípulo que se hundía en el mar tormentoso. 4TPI 551.2
Dios os pide que mezcléis la confiada sencillez del niño con la fuerza y la madurez del hombre. Así y por medio de los méritos de Cristo desarrollaréis el verdadero oro del carácter. Mi alma está afligida por aquellos que no sienten la necesidad de unión constante con el cielo para hacer la obra que se les ha encomendado como fieles centinelas de Dios. 4TPI 551.3
La religión es necesaria. Debemos comer del pan de vida y beber del agua de salvación. Debemos acoger el amor, no el que recibe el falso nombre de caridad, que nos llevaría a amar el pecado y a recibir a los pecadores, sino la caridad y la sabiduría de la Biblia que es, ante todo, pura, pacífica, fácil de pedir y está llena de misericordia y buenos frutos. 4TPI 551.4
Todos los que ejercen alguna influencia en el sanatorio han de conformarse a la voluntad de Dios, humillarse personalmente y abrir el corazón a la influencia preciosa del Espíritu de Cristo. El oro probado en fuego representa amor y fe. Muchos carecen casi completamente de amor. La autosuficiencia enceguece sus ojos a su gran necesidad. Existe una necesidad positiva de una conversión diaria a Dios, y de una experiencia renovada, profunda y diaria en la vida religiosa. 4TPI 552.1
Especialmente en los corazones de los médicos debiera surgir un deseo muy ferviente de recibir la sabiduría que únicamente Dios puede impartir; porque en cuanto se llenan de confianza propia quedan abandonados a sí mismos, para seguir los impulsos de un corazón no santificado. Cuando veo lo que estos médicos podrían llegar a ser si se mantuvieran conectados con Cristo, y lo que no llegarán a ser si no se relacionan diariamente con él, me lleno de aprensión al ver que podrían conformarse con alcanzar una norma mundanal sin tener anhelos ardientes e intensos de alcanzar la hermosura de la santidad, el adorno del espíritu manso y humilde, lo cual es de gran valor ante la vista de Dios. 4TPI 552.2
La paz de Cristo, esa paz que el dinero no puede comprar, que el talento no puede conseguir, que el intelecto no puede obtener, es el don de Dios. La religión de Cristo: ¿cómo podría hacer que todos comprendieran su gran pérdida si dejaran de obedecer sus principios santos en su vida diaria? La mansedumbre y humildad de Cristo son el poder del cristiano. Son en realidad más preciosos que todas las cosas que el genio pueda crear o la riqueza pueda adquirir. De todas las cosas que se buscan, que se anhelan y se cultivan, no hay nada tan valioso ante la vista de Dios como un corazón puro, una disposición llena de agradecimiento y de paz. 4TPI 552.3
Si la armonía divina de la verdad y el amor existe en el corazón, se convertirá en palabras y acciones. El cultivo más cuidadoso de las cualidades externas y las cortesías de la vida no tienen poder suficiente para eliminar el mal humor, el juicio severo y las palabras impropias. El espíritu de benevolencia genuina debe morar en el corazón. El amor imparte al que lo posee gracia, decoro y un comportamiento digno. El amor ilumina el rostro y suaviza la voz; refina y eleva en todo sentido. Pone a la persona en armonía con Dios, porque es un atributo divino. 4TPI 552.4
Muchos corren el peligro de pensar que por causa de las preocupaciones del trabajo, al practicar la medicina y al escribir sobre temas médicos, o al llevar a cabo los deberes en los diversos departamentos, pueden ser excusados por descuidar la oración, el sábado y los servicios religiosos. Así es como las cosas sagradas se degradan para que satisfagan su conveniencia, mientras se descuidan los deberes, los actos de abnegación y las cargas. Ni los médicos ni los auxiliares debieran tratar de llevar a cabo su trabajo sin dedicar tiempo a la oración. Dios está dispuesto a ayudar a todos los que le profesan amor, si ellos acuden a él y, conscientes de sus propias debilidades, buscan ansiosamente su poder. Cuando se separan de Dios, su sabiduría queda fundada en la necedad. Cuando se consideran pequeños ante sus propios ojos y dependen en gran medida de Dios, entonces él se transforma en el brazo poderoso y el éxito coronará sus esfuerzos; pero cuando permiten que la mente se aparte de Dios, entonces Satanás se presenta y controla los pensamientos y pervierte el juicio. 4TPI 553.1
Nadie está en mayor peligro que el que considera segura su montaña. Entonces es cuando sus pies empezarán a resbalar. Vendrán las tentaciones una tras otra, y tan imperceptible será su influencia sobre la vida y el carácter, que a menos que sea guardado por el poder divino, será corrompido por el espíritu del mundo y no llevará a cabo el propósito de Dios. Todo lo que el hombre tiene se lo ha dado Dios, y el que aprovecha su capacidad para gloria del Señor, será instrumento que haga bien; pero nos es tan imposible vivir una vida piadosa sin orar constantemente y cumplir los deberes religiosos, como lo sería obtener fuerzas físicas sin ingerir alimento temporal. Debemos sentarnos diariamente a la mesa de Dios. Debemos recibir fuerza de la Vid viviente si queremos nutrirnos. 4TPI 553.2
La conducta que han seguido algunos al practicar métodos mundanos para lograr sus propósitos, no está en armonía con la voluntad de Dios. Ven males que es necesario corregir, pero no desean atraer oprobio sobre sus propias cabezas y, en vez de arrostrar valienternente estas cosas, echan la carga a otro y le dejan arrostrar las dificultades que ellos mismos han rehuido; y en muchos casos, el que usa un lenguaje claro es considerado como grave ofensor. 4TPI 553.3
Hermanos, os ruego que obréis con el sincero deseo de glorificar a Dios. Depended de su poder; sea su gracia vuestra fuerza. Por el estudio de las Escrituras y la oración ferviente, tratad de obtener un claro concepto de vuestro deber y luego cumplidlo fielmente. Es esencial que cultivéis, la fidelidad en las cosas pequeñas, y al hacerlo adquiriréis costumbres de integridad en las responsabilidades mayores. Los pequeños incidentes de la vida diaria pasan con frecuencia sin que los notemos; pero son estas cosas las que forman el carácter. Cada acontecimiento de la vida es grande para bien o para mal. La mente necesita ser educada por las pruebas diarias, a fin de adquirir fuerza para resistir en cualquier situación difícil. En los días de prueba y peligro, necesitaréis ser fortalecidos para permanecer firmes de parte de lo recto, independientes de toda influencia opositora. 4TPI 554.1
Dios quiere hacer mucho por vosotros, basta con que sintáis vuestra necesidad de él. Jesús os ama. Tratad siempre de andar en la luz de la sabiduría de Dios. Y en todos los variados escenarios de la vida, no descanséis hasta saber que vuestra voluntad está en armonía con la voluntad de vuestro Creador. Por la fe en él podéis obtener fuerza para resistir a toda tentación de Satanás, y así crecer en fuerza moral con cada prueba que Dios os envíe. 4TPI 554.2
Podéis convertiros en personas de responsabilidad e influencia si por el poder de vuestra voluntad, unida con la fortaleza divina, os dedicáis fervientemente a la realización del trabajo. Ejercitad las facultades mentales y no descuidéis en ningún caso las facultades físicas. Que la pereza intelectual no cierre el camino hacia mayores conocimientos. Aprended a reflexionar tanto como a estudiar, para que vuestras mentes puedan expandirse, fortalecerse y desarrollarse. No penséis nunca que habéis aprendido suficiente y que ahora podéis aflojar en vuestro esfuerzo. La mente cultivada es la medida del hombre. Vuestra educación debiera continuar durante toda la vida; cada día debierais aprender y practicar los conocimientos obtenidos. 4TPI 554.3
Estáis progresando en la verdadera dignidad y en el valor moral a medida que practicáis la virtud y albergáis la rectitud en vuestro corazón y en la vida. Que vuestro carácter no quede afectado por la mancha de la lepra del egoísmo. Un alma noble, unida a un intelecto cultivado, os convertirá en hombres que Dios puede utilizar en puestos de responsabilidades sagradas. 4TPI 554.4
El primer deber de todos los que se relacionan con esta institución debiera ser enderezar su camino delante de Dios y luego mantenerse con la fortaleza de Cristo, sin dejarse afectar por las influencias erróneas a las que pudieran quedar expuestos. Si convierten los amplios principios de la Palabra de Dios en el fundamento del carácter, pueden soportar cualquier situación que el Señor en su providencia les envíe, rodeada por cualquier influencia perjudicial, sin que por eso se aparten de la senda correcta. 4TPI 555.1
Muchos fracasan allí donde debieran haber tenido éxito porque no son conscientes de hasta qué punto tienen influencia sus palabras y sus acciones. Los afectan las circunstancias y parecen pensar que sus vidas son de su propiedad, que pueden seguir cualquier conducta que les parezca más agradable, aunque sea irrespetuosa con los demás. Tales personas son autosuficientes y de poco fiar. No consideran en oración su responsabilidad y sus deberes y no se dan cuenta de que el desempeño fiel de las obligaciones de la vida presente es la única esperanza para ganar la vida futura e inmortal. 4TPI 555.2
Si tales personas hicieran de la palabra de Dios el objeto de su estudio y su guía verían que nadie “vive para sí”. Romanos 14:7. Del Relato Inspirado aprenderían que para Dios tiene un gran valor la familia humana. Las obras de su creación en los sucesivos días recibieron el calificativo de bueno, pero del hombre, formado a la imagen de su Creador, se dijo que era “bueno en gran manera”. Génesis 1:31. Ninguna otra criatura de Dios ha recibido tantas muestras de su amor. Cuando el pecado lo echó todo a perder, Dios dio a su Hijo amado para redimir la raza caída. Su voluntad era que no pereciesen por sus pecados, sino que viviesen para usar sus facultades bendiciendo al mundo y honrando a su Creador. Los cristianos profesos que no viven para beneficio de los demás y siguen su propia y perversa voluntad en lugar de la de Dios, el Maestro los llamará para que le rindan cuentas por el mal uso de las bendiciones que les ha dado. 4TPI 555.3
Jesús, el gran Capitán del cielo, abandonó los atrios celestiales para venir a un mundo calcinado y marchito por la maldición. Tomó sobre sí nuestra naturaleza para, abrazar toda la raza con su brazo humano, a la vez que con su brazo divino se aferró a la omnipotencia y, de ese modo, ligó el hombre finito al Dios infinito. Nuestro Redentor vino al mundo para mostrar cómo debe vivir el hombre para asegurarse la vida inmortal. Nuestro Padre celestial hizo un sacrificio infinito al dar a su Hijo para que muriera en lugar del hombre caído. El precio pagado por nuestra redención nos debería dar visiones elevadas de lo que podemos llegar a ser por medio de Cristo. 4TPI 556.1
Mientras Juan contemplaba la altura, la profundidad y la amplitud del amor del Padre hacia nuestra raza feneciente, se llenó de admiración y reverencia. No pudo encontrar las palabras adecuadas para expresar ese amor, sino que pide al mundo que lo contemple: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios”. 1 Juan 3:1. ¡qué valor se le concede al hombre! Por la transgresión los hijos de los hombres quedaron sujetos a Satanás. Pero por el infinito sacrificio de Cristo y la fe en su nombre, los hijos de Adán son hechos hijos de Dios. Al asumir la naturaleza humana, Cristo elevó la humanidad. A los hombres caídos se les concede otra oportunidad y se les permite, mediante la unión con Cristo, que se eduquen, se mejoren y se eleven para, de ese modo, ser dignos de ser llamados “hijos de Dios”. 4TPI 556.2
Tal amor no tiene parangón. Jesús exige que todos los que fueron comprados con el precio de su vida hagan el mejor uso de los talentos que les dio. Deben aumentar su conocimiento de la voluntad divina y mejorar constantemente su intelecto y su moral hasta alcanzar una perfección de carácter un poco inferior a la de los ángeles. 4TPI 556.3
Si los que profesan creer la verdad presente fuesen verdaderos representantes de la verdad, viviendo según toda la luz que ilumina sus pasos, ejercerían constantemente sobre los demás una buena influencia y así dejarían un rastro luminoso que guiaría hacia el cielo a aquellos que entrasen en contacto con ellos. Sin embargo, la falta de fidelidad e integridad de sus pretendidos amigos es un grave tropiezo para la prosperidad de la causa de Dios. Satanás trabaja por medio de los hombres que están bajo su control. El sanatorio, la iglesia y otras instituciones de Battle Creek deben temer menos al infiel y al blasfemo declarado que a los que profesan a Cristo de manera inconsistente. Son los Acán del campamento que traen la deshonra y la derrota. Son los que retienen las bendiciones de Dios y desalientan a los obreros celosos abnegados de la causa de Cristo. 4TPI 556.4
Su conducta hacia los pacientes debería estar dirigida por motivos más altos que el interés egoísta. Cada uno de ellos debería sentir que esa institución es uno de los instrumentos de Dios para aliviar la enfermedad del cuerpo y orientar el alma enferma de pecado hacia Aquel que puede sanar alma y cuerpo. Además de cumplir con los deberes que se les asigna, todos deberían mostrar interés por el bienestar ajeno. El egoísmo es contrario al espíritu del cristianismo. Tanto su naturaleza como su desarrollo son satánicos. 4TPI 557.1
En una de sus preciosas lecciones a los discípulos, nuestro Salvador describió el cuidado de Dios por sus criaturas con estas palabras: “¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios. Pues aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados”. Lucas 12:6. Aquel que se inclina para observar aun a los pajarillos cuida de manera especial de todas las ramas de su obra. Todos los que están empleados en nuestras instituciones están bajo la atenta mirada del Dios infinito. Él ve si cumplen con sus deberes con estricta integridad o con despreocupación deshonesta. Los ángeles andan invisibles por todas las estancias de las instituciones y constantemente ascienden al cielo para llevar los informes con alegría o tristeza. Cada acto de fidelidad se registra, así como cada acción deshonesta, y finalmente toda persona recibirá la recompensa según hayan sido sus obras. 4TPI 557.2