Testimonios para la Iglesia, Tomo 4

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Importancia del dominio propio

Hermana H: Sé muy poco de su vida antes de que profesara a Cristo; pero desde ese momento usted no ha sido una mujer verdaderamente convertida, no ha representado correctamente a Cristo, su Maestro. Aceptó la teoría de la verdad, pero no se santificó con ella. No ha practicado el dominio propio y ha satisfecho sus deseos a expensas de la salud y la religión. Se irrita fácilmente y, en lugar de vigilar estrictamente sus palabras y sus acciones, ha dado rienda suelta a sus pasiones. La mente sólo puede estar controlada por Satanás o por Jesús. Cuando usted no práctica el dominio propio, Satanás señorea y gobierna sobre usted de manera que hace cosas totalmente satánicas. Esto se ha repetido tan a menudo que ya es habitual. 4TPI 487.1

En la relación con su actual esposo usted ha permitido que los asuntos más triviales la exasperaran. En tales ocasiones parece ser víctima de una pasión desenfrenada y Satanás de pie, a su lado, se ríe de la miseria que atrae sobre sí y sobre los que tiene el deber de hacer felices. Sus hijos han recibido sus rasgos de carácter y además, día a día copian su ejemplo de pasión, impaciencia y agitación ciegas e irracionales. 4TPI 487.2

En el corazón humano el egoísmo y la corrupción son naturales y sólo se pueden vencer con la más estricta disciplina y las restricciones más severas. Aun así, serán necesarios años de paciente esfuerzo y sincera resistencia. Dios nos permite que suframos las enfermedades de la pobreza y nos pone en situaciones difíciles para que los defectos de nuestro carácter se revelen y sus asperezas se pulan. Pero después de que Dios haya dado privilegios y oportunidades, después de que la luz y la verdad hayan entrado en el hogar del que entiende, si las personas persisten en excusarse por su deformidad de carácter y continúan siendo celosas y egoístas, sus corazones se vuelven como el granito, haciendo imposible que se reformen sin tener que recurrir al cincel, el martillo y al pulido del Espíritu de Dios. 4TPI 487.3

Se me recordó su vida y su experiencia cuando llegó por primera vez a _____. Su conducta no era adecuada y sus relaciones no eran correctas. Su costumbre de visitar las cervecerías con sus hijos no era una influencia favorable para otros al respecto de su situación moral. Esos son capítulos tristes de su experiencia. Tenía luz y conocimientos, pero su inclinación e insensatez la separaban de Dios. 4TPI 487.4

Se me mostraron muchas situaciones que se dieron mientras usted vivía en _____. Su fuerte y perversa voluntad la llevó a menospreciar la verdad que profesaba. Su conducta ante el mundo era injustificable. El castigo que su hija recibió en la escuela a causa de su obstinada desobediencia le pareció tan exagerado que se convirtió en una ofensa tan terrible que buscó la protección de los tribunales. El engaño que allí practicó, su exageración de la verdad, fue una de las más peligrosas lecciones de moral. Esas cosas están registradas contra usted en los libros del cielo. Su disposición es obstinada y no humillará su corazón para confesar una ofensa, sino que justificará su conducta ante los hombres sin referirse a cómo aparece a los ojos de Dios. Pregúntese si esa formación tan engañosa no hizo que su hija sea como es. ¿Qué otra influencia podría tener un formación así sobre una mente joven si no hacerle sentir que nadie tiene derecho a controlar su perversa voluntad? La semilla que usted misma plantó ha dado un fruto aún más amargo. 4TPI 488.1

Mi amor hacia su alma me induce a escribirle en este momento. Me siento oprimida por la responsabilidad que asumo al escribirle estas cosas. Por su propia conducta está cerrando las puertas del cielo para usted y sus hijos; porque ninguno de ustedes entrará allí con sus actuales caracteres deficientes. Hermana, está perdiendo tristemente en el juego de la vida. Los ángeles santos la observan con tristeza, y los malos espíritus miran con expresión de triunfo al ver cómo pierde rápidamente las gracias que adornan el carácter cristiano, mientras que en su lugar Satanás implanta sus propios malos rasgos. 4TPI 488.2

Se ha dedicado tanto a la lectura de novelas y cuentos que vive en un mundo imaginario. La influencia de una lectura tal perjudica tanto la mente como el cuerpo; debilita el intelecto e impone una terrible carga sobre la fuerza física. A veces apenas podría considerarse que su mente está sana, porque la imaginación se ha sobreexcitado y ha enfermado por causa de la lectura de historias ficticias. La mente debe disciplinarse de tal manera que todas sus facultades se desarrollen simétricamente. Cierto curso de preparación puede vigorizar las facultades especiales, y al mismo tiempo dejar rezagadas otras, de manera que se estorba su utilidad. La memoria sufre grave perjuicio debido a la lectura mal escogida, que tiende a desequilibrar las facultades del raciocinio, y a crear nerviosismo, cansancio del cerebro y postración de todo el organismo. Si constantemente se alimenta con exceso la imaginación, y se la estimula mediante las ficciones, no tarda en volverse tiránica, en dominar todas las otras facultades de la mente y en tornar caprichoso el gusto y pervertir las tendencias. 4TPI 488.3

Usted es una dispéptica mental. Su mente rebosa de conocimientos de toda clase: política, historia, teología y anécdotas, de lo cual solamente una parte puede ser retenida por una memoria recargada. Sería de mucho más valor tener menos información en un cerebro bien disciplinado. También ha descuidado la tarea de adiestrar su mente para la acción vigorosa; por lo tanto, su voluntad y su inclinación la han dominado en vez de servirla. El resultado es la pérdida de poder físico y mental. 4TPI 489.1

Durante años su mente ha sido como un arroyo susurrante casi lleno de rocas y malezas, cuya agua se desperdicia. Si sus facultades estuviesen controladas por propósitos elevados no sería inválida como es ahora. Se le antoja que sus caprichosos apetitos deben ser complacidos, así como su deseo de leer excesivamente. Vi arder la lámpara a la medianoche en su pieza mientras usted leía alguna historia fascinante, aguijando así su ya sobreexcitado cerebro. Esta conducta ha estado disminuyendo su vitalidad, y debilitándola física, mental y moralmente. La irregularidad ha causado desorden en su casa y, si esto continúa, hundirá su espíritu en la imbecilidad. Ha abusado del tiempo de gracia que Dios le concedió y lo ha despilfarrado. 4TPI 489.2

Dios nos concede talentos para que los aprovechemos sabiamente, no para que abusemos de ellos. La educación es tan sólo una preparación de las facultades físicas, intelectuales y morales para el mejor cumplimiento de todos los deberes de la vida. La lectura impropia imparte una educación falsa. El poder de resistencia, así como la fuerza y actividad del cerebro pueden ser reducidos o aumentados de acuerdo con la manera en que se emplean. Usted tiene mucho que hacer para deshacerse de sus lecturas livianas. Elimínelas de su casa. No conserve delante de sí la tentación de pervertir su imaginación, desequilibrar su sistema nervioso y arruinar a sus hijos. Por la mucha lectura se está incapacitando para los deberes de esposa y madre, y de hecho se está descalificando para hacer el bien en cualquier lugar. 4TPI 489.3

No estudia la Biblia como debiera; por lo tanto, no se hace sabia en las Escrituras, ni se capacita cabalmente para toda buena obra. La lectura liviana fascina la mente y quita interés a la lectura de la Palabra de Dios. Procura hacer creer a otros que conoce las Escrituras; pero esto no puede ser porque su mente está llena de escoria. La Biblia requiere reflexión y escudriñamiento con oración. No basta con recorrerla superficialmente. Aunque algunos pasajes son demasiado claros para que se los entienda mal, otros son más intrincados y exigen estudio cuidadoso y paciente. Como el metal precioso oculto en las colinas y las montañas, es necesario buscar sus gemas de verdad y almacenarlas en la mente para uso futuro. ¡Ojalá que todos ejercitasen sus mentes tan constantemente en la búsqueda del oro celestial como en la del oro que perece! 4TPI 490.1

Cuando escudriñe las Escrituras con el ferviente deseo de aprender la verdad, Dios impartirá su Espíritu a su corazón e impresionará su mente con la luz de su Palabra. La Biblia es su propio intérprete, pues un pasaje explica otro. Comparando los textos que se refieren a los mismos temas, verá usted una belleza y una armonía que nunca soñó. No hay otro libro cuya lectura fortalezca, amplíe, eleve y ennoblezca la mente como la lectura del Libro de los libros. Su estudio imparte nuevo vigor a la mente, que así es puesta en contacto con temas que requieren reflexión fervorosa y es impulsada a orar a Dios para poder comprender las verdades reveladas. Si se deja que la mente trate temas comunes en vez de problemas difíciles y profundos, se estrechará hasta el nivel de los asuntos que contemple y perderá finalmente su poder de expansión. 4TPI 490.2

Lo más lamentable de su conducta es que sus errores y equivocaciones se reproducen en sus hijos. Su hija I está absorta en la lectura, sus facultades mentales están siendo perjudicadas, permanentemente perjudicadas, por seguir su ejemplo. Nunca sentirá gusto por los estudios ni será apta para ellos. Al principio de la vida la mente es moldeable. Siémbrese entonces la buena semilla en terreno abonado y dará fruto para vida eterna. 4TPI 490.3

Los hábitos formados en la juventud, aunque luego puedan ser modificados de algún modo, raramente cambian en esencia. La herencia de carácter que recibió al nacer ha moldeado toda su vida. El temperamento perverso de su padre se ve en sus hijos. La gracia de Dios puede vencer esas malas tendencias, pero será una batalla terrible. Así mismo sucede con sus hijos. Los consiente como se consiente a sí misma. No tiene fuerza para negar el apetito que desea y así carga terriblemente sus órganos digestivos. Nadie puede gozar de buena salud y tolerar sus caprichos como usted. 4TPI 491.1

Y lo mismo es cierto en el caso de sus hijos. La mala disciplina de su madre que, en lugar de ocuparse de ellos, los privó tanto tiempo de los cuidados de una madre, ha estado a punto de arruinarlos. Aun así, una dirección firme y recta todavía puede mejorarlos de manera importante. Aún no están fuera de control aunque sea más difícil conseguir hacer de ellos lo que podrían haber sido si sus padres hubieran obrado correctamente. Si lo desea, la madre puede ver el resultado de sus acciones o se puede reformar e intentar contrarrestar el mal hecho. La senda por la que sus hijos empiecen a andar ahora puede llevar al vicio o la virtud, al honor o a la infamia, al cielo o al infierno. La influencia de una madre que ora, que teme a Dios, durará toda la eternidad. Aunque muera, su obra resistirá el paso del tiempo. 4TPI 491.2

Hermano y hermana H, ninguno de ustedes se da cuenta de la triste condición de sus hijos. Hermano H, ha sido negligente a la hora de adoptar una posición firme para controlarlos. En gran medida, el menor de sus hijos gobierna toda la casa. La dirección de sus dos hijos mayores fue totalmente errónea. Mientras que algunas veces, el hermano H era demasiado severo y les exigía lo que no les habría exigido a sus propios hijos, su conducta, hermana H, era aún peor. Se ponía de parte de los niños en su presencia y encendía sus jóvenes corazones con deseos de venganza. Les dio lecciones de insubordinación y habló irrespetuosamente de su esposo delante de ellos. Esa conducta estaba calculada para conducirlos al menosprecio por la corrección. Así se dejó una huella indeleble en sus mentes. 4TPI 491.3

Ahora usted empieza a ver en sus hijos mayores los resultados de esta educación. Aun así, continúa la misma tarea con los hijos que Dios a partir de entonces le confió para que los cuidara. Su espíritu contradictorio e incontrolable es como un veneno insidioso introducido en el sistema y sus amargos resultados saldrán a la luz, tarde o temprano. Está dejando una marca no sobre la arena, sino en la roca, que, años a venir, testificará de su obra. 4TPI 492.1

Hermana, no tiene una conciencia sensible. Considere detenidamente qué hábitos forma y ore sinceramente para que la sangre del Cordero libere su perverso carácter de su desviación. Antes de que usted pueda ver el reino de Dios, es preciso que la conciencia reciba luz, que las pasiones se contengan y que el alma dé cobijo al amor de la verdad. 4TPI 492.2

Toda su vida le han sido precisos principios fijos y estables. Satanás todavía está al acecho. Su única esperanza ahora es una profunda conversión a Dios. No se engañe, porque es imposible burlar a Dios. Si hoy se acabara su tiempo de gracia, no tengo esperanza de que usted se salvase. Su salud, física, mental y moral, depende del correcto gobierno de su temperamento. Sin duda alguna, se enfrentará a cosas que la irritarán y la pondrán a prueba; pero con la fuerza de Jesús podrá dominarse. Salomón pone al que se controla por encima del vencedor de una batalla: “Mejor es el que tarda en airarse que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una ciudad”. Proverbios 16:32. 4TPI 492.3

Al permitirse excitaciones indebidas ha establecido un estado de cosas en su sistema que, a menos que se cambie, le costará la vida. Maltrata a su esposo, le dice cosas que ninguna esposa responsable diría a su marido. Ha prevaricado una y otra vez y ha llegado tan lejos como ser culpable de falsedades deliberadas para conseguir sus fines. La característica principal de su familia es la determinación de salirse con la suya a toda costa. 4TPI 492.4

La conducta del hermano H no ha sido la debida. Sus cambios de humor son muy fuertes y no ha sido capaz de mantener sus sentimientos bajo el control de la razón. Hermano H, su salud está gravemente perjudicada por el exceso de comida y comer en horas no adecuadas. Esto causa un acceso excesivo de sangre al cerebro. La mente se confunde y usted no tiene un control adecuado sobre usted mismo. Parece un hombre de mente desequilibrada. Sus movimientos son bruscos, se irrita con facilidad y ve las cosas de manera exagerada y distorsionada. Mucho ejercicio al aire libre y una dieta abstemia son esenciales para su salud. No coma más de dos veces al día. Si siente que debe comer por la noche, beba agua fresca y por la mañana se sentirá mucho mejor por no haber comido. 4TPI 492.5

No permitan que sus hijos coman caramelos, fruta o frutos secos, o ningún otro alimento, entre las horas de las comidas. Para ellos, dos comidas al día es mejor que tres. Si los padres predican con el ejemplo, y siguen sus principios, los hijos pronto los seguirán. Las irregularidades en la comida destruyen el tono saludable de los órganos digestivos y cuando los niños se sienten a la mesa los alimentos que ingieren no son saludables; sus apetencias exigen lo que es más perjudicial para ellos. En muchas ocasiones sus hijos han sufrido fiebres y temblores, causados por comidas inadecuadas, cuyos responsables eran sus padres. Es deber de los padres procurar que sus hijos adquieran hábitos que favorezcan la salud y, así, eviten muchos problemas. 4TPI 493.1

El hermano H corre peligro de padecer apoplejía y, si continúa desobedeciendo las leyes de la salud, su vida puede acabar súbitamente. En sus manos está ser una familia feliz o miserable. Sus propias acciones determinarán el futuro. Ambos necesitan suavizar las asperezas de sus caracteres y decir palabras de las que no se tengan que avergonzar en el día de Dios. Establezcan como norma de vida avanzar en la senda del deber. Desafíen las múltiples tentaciones que los asaltarán y sean fieles a la conciencia y a Dios; así su camino será fácil para sus pies. Si discuten por cosas que no merecen discusión todo cuanto obtendrán serán problemas. La senda de justicia es senda de paz. Es tan llana que el humilde y temeroso de Dios puede andar por ella sin tropiezo ni giros retorcidos. Aunque es un camino estrecho, los hombres de distinto temperamento pueden andar uno al lado del otro si sólo siguen al Capitán de su salvación. Los que quieran seguir cargando con los malos rasgos de carácter y los hábitos egoístas no pueden andar por este sendero porque, para ellos, es demasiado estrecho. 4TPI 493.2

El Gran Pastor se esfuerza lo indecible por llamar por su nombre a sus ovejas e invitarlas a seguir sus pasos. Busca al errante. Enciende el faro de su palabra para advertirlos del peligro. Les habla desde el cielo con advertencias y reprensiones y los invita a regresar a la senda correcta. Quiere ayudar al descarriado con su presencia y levantarlo cuando cae. Sin embargo, muchos se han adentrado tanto en la senda del pecado que no escuchan la voz de Jesús. Abandonan todo cuanto puede darles paz y seguridad, se rinden a un falso guía y, presuntuosamente, corren víctimas de una ciega confianza en ellos mismos y se alejan cada vez más de la luz y la paz, de la felicidad y el sosiego. 4TPI 494.1

Les imploro que acojan la luz que Dios les ha dado y se reformen. La cruz de Cristo es nuestra única esperanza. Nos revela la grandeza del amor de nuestro Padre y el hecho de que la Majestad del cielo se sometió al insulto, la burla, la humillación y el sufrimiento por el gozo de ver que las almas que perecen se salvan en su reino. Si ustedes aman a sus hijos, que sea su principal estudio cómo prepararlos para la vida futura e inmortal. Con las desdichadas disposiciones que ahora poseen, nunca verán el paraíso de Dios. Trabajen mientras es tiempo, rediman el tiempo y ganen la corona de gloria inmortal. Sálvense ustedes mismos y salven su familia, porque la salvación de las almas es preciosa. 4TPI 494.2