Testimonios para la Iglesia, Tomo 4
Escogiendo tesoros terrenales
Se me ha mostrado la condición del pueblo de Dios. Están aturdidos por el espíritu del mundo. Niegan su fe por sus obras. Se me señaló al antiguo Israel. Tuvieron gran luz y privilegios exaltados y con todo no vivieron a la altura de la luz ni apreciaron sus ventajas, y su luz se convirtió en tinieblas. Caminaron en la luz de sus propios ojos en vez de seguir la dirección de Dios. La historia de los hijos de Israel fue escrita para el beneficio de los que viven en los últimos días, para que puedan evitar seguir su ejemplo de incredulidad. 4TPI 47.1
Hermano E, se me mostró que usted está envuelto en tinieblas. El amor al mundo ha ganado el dominio entero de su ser. Lo mejor de sus días están en el pasado. Su vitalidad y poder de aguante en cuanto a lo que tiene que ver con su trabajo físico, están debilitados, y ahora, cuando tendría que ser capaz de poder mirar atrás, sobre una vida de esfuerzo noble para bendecir a otros y glorificar a Dios, solamente puede tener pesar y darse cuenta de una falta de felicidad y paz. No está viviendo una vida que encuentre la aprobación de Dios. Tiene como secundarios sus intereses espirituales, y sus intereses eternos. Cerebro, hueso y músculo han sido explotados hasta lo sumo. ¿Con qué objeto todo ese gasto de fuerza? ¿Para qué esta acumulación de cuidados y cargas para que las soporte su familia? ¿Cuál es su recompensa? La satisfacción de acumular para usted mismo un tesoro en la tierra, lo que Cristo ha prohibido y que resultará ser una trampa para su alma. 4TPI 47.2
En el sermón del Monte dijo Cristo, “no acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo”. Mateo 6:19, 20. Si usted acumula tesoros en el cielo, lo hace para usted mismo, trabaja para su propio interés. Mi querido hermano, su tesoro está acumulado sobre la tierra, y sus intereses y afectos están en su tesoro. Ha cultivado un amor por el dinero, por casas y tierras, hasta que eso ha absorbido los poderes de su mente y de su ser, y su amor por las posesiones mundanales ha sido mayor que su amor por su Creador y por las almas por las cuales Cristo murió. El dios de este mundo ha cegado sus ojos de modo que no se valoren las cosas eternas. 4TPI 47.3
En el desierto de la tentación Cristo se vio frente a las grandes y principales tentaciones que asaltan a los seres humanos. Allí se encontró, con el enemigo artero y sutil, y lo venció. La primera gran tentación tenía que ver con el apetito; la segunda, con la presunción; la tercera, con el amor al mundo. Satanás ha vencido a millones tentándolos a complacer el apetito. Mediante la gratificación del gusto, el sistema nervioso se altera y se debilita la fuerza del cerebro, haciendo imposible el pensamiento tranquilo y racional. La mente se desequilibra. Sus facultades más elevadas y nobles se pervierten para servir a la pasión animal, y no se toman en cuenta los intereses sagrados y eternos. Cuando Satanás ha logrado este objetivo, entonces puede acercarse con sus otras dos tentaciones principales, y hallar cabida fácil. Sus múltiples tentaciones se derivan de estos tres grandes puntos principales. 4TPI 48.1
La presunción es una tentación común, y cuando Satanás asalta a los seres humanos con ella, obtiene la victoria nueve veces de cada diez, Los que profesan ser seguidores de Cristo y por su fe aseguran estar enrolados en la guerra contra todo lo que es de naturaleza pecaminosa, frecuentemente se sumergen sin pensarlo en tentaciones de las cuales se requeriría un milagro para sacarlos inmaculados. La meditación y la oración los habría preservado e inducido a evitar la posición crítica y peligrosa en la cual se colocaron al concederle a Satanás una ventaja sobre ellos. Las promesas de Dios no son para que las reclamemos irreflexivamente mientras nos apresuramos temerariamente a entrar en el peligro, violando las leyes de la naturaleza y descuidando la prudencia y el juicio con que Dios nos ha dotado. Esta clase de presunción es la más evidente de todas. 4TPI 48.2
A Cristo le fueron ofrecidos los tronos y los reinos del mundo y la gloria de ellos si tan sólo se postraba para adorar a Satanás. Los seres humanos nunca serán probados con tentaciones tan poderosas como las que asediaron a Cristo. Satanás se acercó con honores mundanales, riquezas y los placeres de esta vida, y se los presentó bajo una luz más atractiva con el fin de atraerlo y engañarlo. “Todo esto te daré”, le dijo a Cristo, “si postrado me adorares”. Mateo 4:9. Cristo rechazó a su artero enemigo y salió victorioso. 4TPI 48.3
Satanás tiene mejor éxito al acercarse al hombre. Te daré todo este dinero, esta ganancia, esta tierra, este poder, estos honores y riquezas, ¿a cambio de qué? Generalmente sus condiciones son que se renuncie a la integridad, se embote la conciencia y se satisfaga el egoísmo. Por medio de la devoción a los intereses mundanales, Satanás recibe todo el homenaje que pide. La puerta queda abierta para que entre como le plazca, con su sequito malvado de impaciencia, amor al yo, orgullo, avaricia, extralimitaciones, y todo su catálogo de espíritus malos. El ser humano queda hechizado y traidoramente atraído a la ruina. Si nos rendimos a la mundanalidad de corazón y vida, Satanás queda satisfecho. 4TPI 49.1
El ejemplo de Cristo se halla delante de nosotros. Él venció a Satanás, y nos mostró cómo nosotros también podemos vencerlo. Cristo resistió a Satanás con las Escrituras. Podría haber echado mano de su propio poder divino, y hacer uso de sus propias palabras; pero dijo: “Escrito está: ‘No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’”. Mateo 4:4. A la segunda tentación, dijo: “Escrito está también: ‘No tentarás al Señor tu Dios’”. Mateo 4:7. El ejemplo de Cristo está ante nosotros. Si se estudiara y se obedeciera la Sagrada Escritura, los cristianos serían fortalecidos para enfrentarse a su astuto enemigo; pero se descuida la Palabra de Dios y vienen el desastre y la derrota. 4TPI 49.2
Querido hermano, usted ha descuidado escuchar los testimonios de amonestación que se le dieron hace años mostrándole que el enemigo estaba en su camino para presentarle los encantos de este mundo, instándolo a elegir el tesoro terrenal y a sacrificar la recompensa celestial. Hermano E, usted no puede permitirse el lujo de hacer esto; hay demasiado en juego. “Porque, ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo y pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” Marcos 8:36, 37. Usted está vendiendo su alma a un precio muy barato. No puede permitirse hacer este gran sacrificio. Dios ha confiado talentos a su mayordomía. Estos son recursos y su influencia. El desea examinarlo y probarlo. No debería haber perdido tiempo, sino que debería haber comenzado inmediatamente a aumentar el depósito de su Maestro. Si hubiera hecho eso, su éxito habría sido igual a su laboriosidad, perseverancia y celo en emplear el capital colocado en sus manos; sus talentos o influencia, reservando los medios que usted pudo haber necesitado para su ayuda, habría convertido a muchas almas del error a la verdad y la justicia. Estas almas habrían trabajado por otras, y de esa manera, la influencia y los medios se habrían incrementado y multiplicado en la causa del Maestro, y por el perfeccionamiento fiel de sus talentos habría escuchado del Maestro las palabras más gratas que alguna vez puede escuchar el oído: “Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu Señor”. Mateo 25:21. 4TPI 49.3
Hermano E, si usted hubiera dirigido los poderes de su intelecto en la dirección correcta, sirviendo a su Padre celestial, usted habría estado fortaleciéndose en la verdad, en espíritu y en poder, y ahora sería un pilar de la iglesia de _____; y tanto por su ejemplo como por dar razones bíblicas de nuestra fe, usted tendría éxito como maestro de la verdad. Si los poderes mentales que usted ha empleado en obtener propiedades hubieran sido usados para llevar almas de la oscuridad a la luz, usted habría recibido la aprobación de Dios y habría tenido gran éxito. 4TPI 50.1
Los que tienen pequeñas capacidades, santificadas por el amor de Dios, pueden hacer una buena obra por el Maestro; pero los que tienen mentes rápidas para discernir, pueden emplearlas en su exaltada obra con grandes resultados. Si envuelven en un pañuelo los talentos que Dios les ha encomendado, y los esconden bajo tierra, privando a Dios de esta manera de su ganancia, es un gran mal. Estamos a prueba. El Maestro viene para investigar nuestra conducta, y nos pedirá cuenta del uso que hemos hecho de los talentos que nos prestó. 4TPI 50.2
Hermano E, ¿cómo está usando los talentos que Dios ha puesto bajo su cuidado? ¿Ha hecho lo que ha podido para alumbrar las mentes de los hombres con respecto a la verdad, o no ha encontrado tiempo para dedicar a esta obra en medio de sus negocios y perplejidades? Es un crimen usar las generosas dádivas de Dios como usted lo ha hecho, para disminuir su fortaleza física y separar sus afectos de Dios. “No podéis servir a Dios y a las riquezas”. Mateo 6:24. Usted no puede amar este mundo y amar la verdad de Dios. “¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”. Santiago 4:4. “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él”. 1 Juan 2:15. Usted no es un hombre feliz. Su familia tampoco es feliz. Los ángeles de Dios no vienen a morar con usted. Cuando la religión de Cristo gobierna en el corazón, la conciencia lo aprueba, y reinan la paz y la felicidad; la perplejidad y los problemas pueden rodearnos, y sin embargo hay luz en el alma. 4TPI 50.3
La sumisión, el amor y la gratitud a Dios mantienen la luz del sol en el corazón, aunque el día esté muy nublado. Delante de usted están la abnegación y la cruz de Cristo. ¿Cargará usted la cruz? Sus hijos han sido bendecidos por las oraciones de una madre. Ellos han amado la religión. Han procurado resistir la tentación y vivir vidas de oración. A veces han hecho grandes esfuerzos; pero el ejemplo que usted les da, su amor y devoción al mundo, y su ferviente devoción a los negocios, han retirado la atención de ellos de las cosas espirituales y la han vuelto nuevamente a la tierra. Satanás les ha seguido la pista con el fin de hacerlos amar el mundo y las cosas del mundo. Gradualmente han perdido su confianza en Dios, han descuidado la oración secreta y sus deberes religiosos, y han apartado su interés de las cosas sagradas. 4TPI 51.1
Querido hermano E, usted ha cometido un grave error al entregarle su ambición a este mundo. Usted es exigente, y a veces actúa con impaciencia, requiriendo en ciertas ocasiones demasiado de su hijo. Él se ha desanimado. En su hogar todo ha sido trabajo, trabajo, trabajo, desde temprano por la mañana hasta la noche. Su extensa granja ha introducido cuidados y cargas adicionales en su hogar. Usted ha hablado mayormente de los negocios, porque son los negocios lo que ha ocupado una posición primaria en su mente, y “de la abundancia del corazón habla la boca”. Mateo 12:34. Su ejemplo frente a su familia, ¿ha exaltado a Cristo y su salvación por encima de sus intereses relativos a la finca, y de su deseo de ganancias? Si sus hijos dejan de obtener la vida eterna, la sangre de sus almas se encontrará sin duda alguna en las vestimentas de su padre. 4TPI 51.2
La madre hizo fielmente su deber. Ella oirá el “bien hecho”, cuando se levante en la mañana de la resurrección. Lo primero que hará será preguntar por sus hijos, que eran el tema de sus oraciones durante la última parte de su vida. ¿Podrá usted presentarlos con hermosos caracteres que les confieran la capacidad moral necesaria para gozar de la sociedad de los ángeles, o estarán sucios y opacos por la contaminación del mundo? ¿Serán encontrados “participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia” 2 Pedro 1:4? ¿Serán como pilares pulidos según la semejanza de un palacio; o serán hallados amadores del mundo, malditos con el espíritu de avaricia, y con sus brillantes y nobles cualidades enterradas en el olvido? Su conducta hará mucho para determinar el destino futuro de sus hijos. Si usted continúa ahogando los poderes de su mente en los cuidados mundanales y en diversos proyectos, usted seguirá siendo una piedra de tropiezo para ellos. Ellos ven que, a pesar de que usted profesa el cristianismo, no ha avanzado espiritualmente; en cambio, se ha empequeñecido moralmente. Esto es verdad. Su mente se ha concentrado en las cosas terrenales, y como resultado usted ha desarrollado gran poder en esta dirección. Usted es decididamente un hombre de negocios mundano, pero Dios deseaba que usara su capacidad y su influencia en una vocación más elevada. 4TPI 51.3
Usted está deslumbrado y enceguecido por el dios de este mundo. ¡Oh, cuán terrible es la locura que lo ha sobrecogido! Usted puede juntar tesoros terrenales, pero serán destruidos en la gran conflagración. Si usted se vuelve ahora al Señor; si usa sus talentos de influencia y medios para su gloria, y envía sus tesoros antes que usted al cielo, no sufrirá una pérdida total. 4TPI 52.1
Las grandes conflagraciones y los desastres de mar y tierra que han visitado nuestro país, han sido las providencias especiales de Dios, una advertencia de lo que está por sobrevenir en el mundo. Dios desea mostrar a los hombres que puede encender sobre sus ídolos un fuego que el agua no puede apagar. La gran conflagración general está justo delante, en ella todos los vanos esfuerzos de la vida serán esparcidos de la noche a la mañana. El tesoro que se halla en el cielo estará seguro. Ningún ladrón puede acercarse a él, ni hay polilla que lo corrompa. 4TPI 52.2
Cierto joven se acercó a Cristo: y le dijo: “Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?” Mateo 19:16. Jesús le encargó que guardara los Mandamientos. Su respuesta fue: Señor, “todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta?” Jesús contempló al joven con amor, y fielmente le reveló su deficiencia en guardar sus Mandamientos. Él no amaba a su prójimo como a sí mismo. Cristo le mostró su verdadero carácter. Su amor egoísta por las riquezas era un defecto, el cual, si no era quitado, le impediría entrar al cielo. “Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme”. Mateo 19:16-21. Cristo deseaba que el joven comprendiera que el Señor no requería de él más que lo que él mismo había experimentado. Todo lo que pedía era que el joven siguiera su ejemplo. 4TPI 52.3
Cristo dejó sus riquezas y su gloria, y se hizo pobre, para que el hombre, a través de su pobreza, pudiera ser hecho rico. Ahora requiere de él que, por causa de esas riquezas, abandone las cosas terrenales y se asegure el cielo. Cristo sabía que mientras los afectos estuvieran colocados sobre tesoros terrenales, serían retirados de Dios; por eso le dijo al joven escriba: “Anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme”. Mateo 19:21. ¿Cómo recibió el joven las palabras de Cristo? ¿Se regocijó de poder obtener el tesoro celestial? Se sintió muy triste, porque tenía grandes posesiones. Para él las riquezas eran honor y poder. La gran cantidad de su tesoro hizo que abandonarlo le pareciera una imposibilidad. 4TPI 53.1
He aquí el peligro de las riquezas para el hombre avaro. Cuantas más obtiene, más difícil le resulta ser generoso. Disminuir su riqueza es como despojarse de su vida. Antes que hacer esto, vuelve la espalda a las atracciones de la recompensa inmortal, con el fin de retener y aumentar sus posesiones terrenales. Acumula y retiene. Si hubiera guardado los Mandamientos, sus posesiones terrenales no habrían sido tan grandes. Mientras se ocupaba en hacer planes y luchar en favor de sí mismo, ¿cómo podría él amar a Dios con todo su corazón, con toda su mente, con toda su fortaleza, y a su prójimo como a sí mismo? Sí hubiera distribuido para suplir las necesidades de los pobres y hubiera bendecido a sus prójimos con una parte de sus recursos, según lo demandasen sus necesidades, habría sido mucho más feliz, y habría tenido mayor tesoro en el cielo y menos en la tierra sobre lo cual colocar sus afectos. 4TPI 53.2
Cristo le aseguró al joven que vino a él, que si obedecía sus requerimientos tendría tesoros en el cielo. Este individuo amador del mundo se sintió muy entristecido. Él deseaba el cielo, pero a la vez deseaba retener su riqueza. Renunció a la vida inmortal por amor al dinero y al poder. ¡Oh, que miserable trueque! Y, sin embargo, muchos que profesan guardar todos los Mandamientos de Dios están haciendo lo mismo. Usted, querido hermano, está en peligro, pero no se da cuenta de ello. No se ofenda porque expongo este asunto con tanta claridad ante usted, Dios le ama. ¡Cuán mezquinamente le ha devuelto usted su amor. 4TPI 54.1
Se me mostró que en su primera experiencia, su corazón fulguraba con la verdad; su mente estaba absorbida en el estudio de las Escrituras; descubría nueva belleza en cada línea. Entonces la buena semilla sembrada en su corazón estaba brotando y llevando fruto para la gloria de Dios. Pero después de un tiempo, los cuidados de esta vida y el engaño de las riquezas ahogaron la buena semilla de la Palabra de Dios que había sido sembrada en su corazón, y dejó de dar fruto. La verdad luchaba por la supremacía en su mente, pero los cuidados de esta vida y el amor a otras cosas ganaron la victoria. Satanás procuró, a través de las atracciones de este mundo, encadenarlo y paralizar sus poderes morales de modo que no lograse percibir los derechos que Dios tiene sobre usted; y en esto casi ha tenido éxito. 4TPI 54.2
Ahora, querido hermano, debe hacer un esfuerzo intenso y perseverante para desalojar al enemigo y afirmar su libertad; porque él lo ha transformado en esclavo de este mundo, hasta que su amor por las ganancias se ha convertido en la pasión directriz. Su ejemplo para los demás ha sido malo; los intereses egoístas han tenido prominencia. Por profesión, usted le dice al mundo: “Mi ciudadanía no está aquí, sino arriba”. Sin embargo, sus obras dicen definidamente que usted es un habitante de este mundo. Como una red vendrá el día del juicio sobre todos los que moran en la faz de la tierra. Su profesión es tan sólo un estorbo para las almas. Usted no tiene obras que correspondan a ella. “Yo conozco tus obras” (no tu profesión), dice el testigo fiel. Apocalipsis 2:9, 13, 19. Dios está ahora zarandeando a su pueblo, probando sus propósitos y sus motivos. Muchos serán como la paja: Sin nada de trigo, sin nada de valor en ellos. 4TPI 54.3
Cristo ha confiado a su cuidado talentos de recursos y de influencia, y le ha dicho: Hazlos rendir hasta que yo venga. Cuando el Amo venga y saque cuentas con sus siervos, todos serán llamados a dar estricta cuenta de la manera como han usado los talentos que se les confiaron. ¿Cómo soportará usted, querido hermano, la investigación? ¿Estará preparado para devolverle al Señor sus talentos duplicados, colocando delante de Él tanto el capital como el interés, mostrando así que usted ha sido un obrero juicioso además de fiel y perseverante en sus servicios? Hermano E, si usted sigue la conducta que ha proseguido por años, su caso estará correctamente representado por el siervo que envolvió su talento en un pañuelo y lo enterró, esto es, lo escondió en el mundo. Aquellos a quienes se les confiaron talentos, recibieron recompensa por el trabajo que hicieron en proporción exacta a la fidelidad, la perseverancia y el esfuerzo insistente hecho al negociar con los bienes de su Señor. 4TPI 55.1
Dios lo considera su deudor, y también deudor ante sus prójimos que no tienen la luz y la verdad. Dios le ha dado luz no para que la esconda bajo un cajón, sino para que la coloque en un candelero, de modo que se beneficien todos los de la casa. Es necesario que su luz brille ante otros, para iluminar las almas por las cuales Cristo murió. La gracia de Dios reinará en su corazón, y colocará su mente y pensamientos en sujeción a Jesús y sería un hombre poderoso del lado de Cristo y de la verdad. 4TPI 55.2
Dijo Pablo: “A griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor”. Romanos 1:14. Dios le había revelado a Pablo su verdad, y al hacerlo, lo hizo deudor para los que estaban en tinieblas, con el fin de alumbrarlos. Usted no ha tenido el concepto debido de su responsabilidad delante de Dios. Usted está manejando los talentos de su Señor. Tiene poderes mentales, que si los emplea en la dirección correcta, harían de usted un colaborador de Cristo y de sus ángeles. Si su mente se volviera en dirección de hacer el bien, de colocar la verdad delante de otros; ahora estaría calificado para convertirse en un obrero de éxito para Dios, y como recompensa vería muchas almas salvadas, que serían como estrellas en la corona de su gozo. 4TPI 55.3
¿Cómo se puede comparar el valor de sus casas y tierras con el de las preciosas almas por las cuales Cristo murió? Por su influencia, esas almas pueden ser salvas con usted en el reino de gloria; pero allá no puede llevar consigo ni siquiera la porción más pequeña de su tesoro terrenal. Adquiera lo que usted desee; presérvelo con todo el celoso cuidado que sea capaz de ejercer, pero el mandato puede salir del Señor, y en pocas horas un fuego que ninguna destreza logra apagar, puede destruir lo que haya acumulado en toda su vida, y transformarlo en una masa de ruinas humeantes. Éste fue el caso de Chicago. La Palabra de Dios había salido para dejar en ruinas esa ciudad. Ésta no es la única ciudad que tendrá que distinguir las marcas visibles del desagrado de Dios. Él ha comenzado, pero no ha terminado. La espada de su ira está extendida sobre quienes, en su orgullo y maldad han provocado el desagrado de un Dios justo. Las tormentas, los terremotos, los tornados, el fuego y la espada esparcirán desolación por doquier, hasta que los corazones de los hombres les fallen por el temor y la expectación de las cosas que han de venir sobre la tierra. Usted no sabe cuán pequeño es el espacio que lo separa de la eternidad. No sabe cuán pronto podría cerrarse su tiempo de prueba. 4TPI 55.4
¡Alístese, hermano, para cuando el Señor demande sus talentos, tanto el capital como el interés! Ganar almas debiera constituir la obra de la vida de todo aquel que profesa seguir a Cristo. Somos deudores ante el mundo por la gracia que Dios nos ha dado, por la luz que ha brillado sobre nosotros, y por la belleza y el poder que hemos descubierto en la verdad. Puede dedicar su existencia entera a acumular tesoros en este mundo. Pero, ¿de qué le servirán cuando su vida aquí llegue a su fin, o cuando Cristo aparezca? No podrá llevar consigo ni un centavo. Y tan alto como lo hayan exaltado aquí sus honores y riquezas mundanales con descuido de su vida espiritual, así de profundo se hundirá en su valor moral delante del gran tribunal del juicio de Dios. 4TPI 56.1
¿Cómo sería distribuida esta riqueza por la cual usted ha cambiado su alma, si usted fuese llamado de pronto a terminar su tiempo de prueba, y si su voz ya no la controlase? “¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?” Mateo 16:2, 6. Sus medios no tienen mayor valor que la arena, excepto si los usa para proveer para las necesidades cotidianas de la vida y para bendecir a otros y hacer avanzar la causa de Dios. Dios le ha dado testimonios de amonestación y de ánimo, pero usted les ha vuelto la espalda, ha dudado de los Testimonios. Cuando vuelva y reúna los rayos de luz, y tome la posición que los Testimonios son de Dios, entonces se afirmará en su creencia y ya no vacilará en medio de la oscuridad y la debilidad. 4TPI 56.2
Usted puede ser una bendición para la Iglesia de _____. Aun ahora puede ser un pilar si se acerca a la luz y camina en ella. Dios lo llama nuevamente. Procura alcanzarlo, aun estando revestido de egoísmo como está, y cubierto con los cuidados de esta vida. Lo invita a retirar sus afectos del mundo y colocarlos en las cosas celestiales. Con el fin de conocer la voluntad, usted debe estudiarla, en vez de seguir sus inclinaciones y el cauce natural de su propia mente. “¿Qué quieres que haga?” debería ser la ansiosa y empeñosa pregunta de su corazón. 4TPI 57.1
El peso de la ira de Dios recaerá sobre los que hayan malgastado su tiempo y servido a Mammón en vez de a su Creador. Si usted vive para Dios y para el cielo, señalando el camino de la vida a otros, avanzará y escalará gozos más elevados y más santos. Será recompensado con la frase: “Bien, buen siervo y fiel [...] entra en el gozo de tu Señor”. Mateo 25:21. El gozo de Cristo consistía en ver almas redimidas y salvas en su glorioso reino. “El cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:2. 4TPI 57.2
El lograr los tesoros de este mundo, y usarlos como lo ha hecho, para separar sus afectos de Dios, resultará para usted al fin una terrible maldición. No se toma tiempo para leer, para meditar o para orar; y no ha tomado tiempo para instruir a sus hijos, manteniendo delante de ellos su más elevado interés. Dios ama a sus hijos; pero ellos han recibido muy poco estímulo para vivir una vida religiosa. Si destruye la fe de ellos en los Testimonios, ya no podrá alcanzarlos. Conviene que las mentes de los pobres y falibles mortales sean disciplinadas y educadas en las cosas espirituales. Cuando la enseñanza se refiere exclusivamente al mundo, y a la manera de tener éxito en la adquisición de propiedades, ¿cómo puede lograrse el crecimiento espiritual? Es completamente imposible. Usted, hermano, y su familia, podrían haber crecido hasta alcanzar la estatura perfecta de hombres y mujeres en Cristo Jesús, si hubieran sentido la mitad del interés por perfeccionar el carácter cristiano y servir al Señor, que han tenido para servir al mundo. 4TPI 57.3
Dios no se alegra de que sus siervos se mantengan ignorantes de su divina voluntad, novicios en comprensión espiritual pero sabios en el conocimiento y la sabiduría del mundo. Su interés terrenal no puede compararse con su bienestar eterno. Dios le tiene una obra más alta que la de adquirir propiedades. Usted necesita que se cumpla en favor suyo una obra profunda y completa. Toda su familia la necesita, y ojalá que Dios los ayude a todos a lograr la perfección del carácter cristiano. Sus hijos pueden y deben ser una bendición para la juventud de su comunidad. Por su ejemplo, por su conversación y sus actos, pueden glorificar a su Padre celestial y adornar la causa de la religión. 4TPI 58.1