Peligros que encaran los jóvenes
Hermano D,
Mis oraciones ascienden ante Dios en favor suyo, y el amor que tengo por su alma me insta a escribirle otra vez. Me siento profundamente dolorida por su caso, no porque lo vea como persona perseguida, sino más bien engañada y desviada, que no tiene la semejanza de Cristo en su alma, y que se está engañando a sí mismo hacia una ruina segura.
5TPI 479.3
Si tuviera usted la causa de Dios en su corazón, comprendería en la acción que los hermanos han tomado en relación con su persona, que solamente han cumplido su deber. Usted habla de irse a _____ para demostrar que puede ser hombre. Todo lo que le piden quienes ocupan puestos de responsabilidad en la oficina es que usted demuestre que es hombre en el lugar donde se encuentra; que no se degrade asociándose con pecadores; y que no se una con ellos en prácticas malsanas. Deje de compadecerse de sí mismo, y piense en el Redentor del mundo. Considere el sacrificio infinito que él hizo en favor de la humanidad, y luego piense en el chasco que experimenta si después de haber hecho semejante sacrificio en favor del hombre, éste escoge aliarse con quienes odian a Cristo y la justicia, y participa con ellos en la gratificación del apetito, acarreando sobre sí la ruina eterna.
5TPI 479.4
Pero usted me ha escuchado decir estas cosas; las ha leído cuando le he escrito acerca de ellas, y sin embargo, no han hecho efecto en su corazón y su vida. Ha afirmado su corazón contra el bien y lo ha abierto al mal. Se ha colocado en el sendero del enemigo y no tiene cómo asirse de Dios para poder resistir sus tentaciones. Supongamos que usted rompiese del todo sus relaciones con _____, impulsado por su deseo de represalia, porque sus hermanos le han dicho la verdad, ¿a quién haría daño, a usted o a ellos? Si así procede, les causará aflicción, pero de todas maneras la obra seguirá adelante. Dios está levantando obreros por todos lados; él no depende de usted ni de ningún otro hombre para llevar a cabo su obra. Si su corazón no es puro, si sus manos no están limpias ante su vista, él no puede usarlo. El desea que usted tenga la verdad en su corazón y en su vida, entretejida con su carácter.
5TPI 480.1
Le aconsejo que humille su corazón y confiese sus maldades. Tenga en cuenta el solemne mandato que en su lecho de muerte David dio a Salomón: “Yo me voy por el camino de todos los que están en la tierra; esfuérzate, y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas”. 1 Reyes 2:2-3. Guarde este mandato en su propio corazón. Que ninguno lo alabe en su mal hacer. Aunque es una desgracia caer en pecado, no es desgracia, sino más bien un honor, confesar nuestros pecados. Mantenga una individualidad genuina, y cultive la dignidad masculina. Descarte el orgullo, la vanidad, y la falsa dignidad, porque son rasgos que se mantienen a expensas de las más terribles consecuencias para usted mismo.
5TPI 480.2
No es el canto estrepitoso, la compañía alegre, o la bebida estimulante lo que lo hará hombre ante Dios o lo que alentará su corazón en la enfermedad y el dolor. La verdadera religión es lo único que le brindará solaz y consuelo en la tribulación. La disciplina que usted recibió en la oficina no ha sido más rigurosa y severa que la que le impone la Palabra de Dios. ¿Acaso llamaría usted injusto a Dios? ¿Le dirá usted cara a cara que él es arbitrario porque declara que el malhechor será apartado de su presencia?
5TPI 481.1
¡Cuán claramente se dibuja en la Palabra de Dios el cuadro de su trato del hombre que aceptó su invitación a la boda, pero que no se puso el vestido de boda que le habían comprado, el ropaje de la justicia de Cristo! Pensaba que sus propios vestidos contaminados bastarían para entrar en la presencia de Cristo, pero fue echado fuera como uno que había insultado a su Señor y abusado de su grata benevolencia.
5TPI 481.2
Mi hermano, su justicia no basta. Es menester que se ponga el ropaje de la justicia de Cristo. Es necesario que sea como Cristo. Piense en la prueba severa que Cristo soportó en el desierto de la tentación en relación con el apetito. Estaba demacrado después de aquella larga abstinencia hecha en su favor y el mío; luchó con Satanás y lo venció para ponemos en una situación ventajosa, proveyéndonos fuerza divina para vencer el apetito y toda pasión impía.
5TPI 481.3
Le ruego que vea este asunto tal como es realmente. Cuando usted se una con aquellos que desprecian a Dios para beber cerveza, vino o bebidas más fuertes, imagine que Jesús está frente a usted padeciendo de hambre intensa para poder deshacer el poder de Satanás y hacer posible que el hombre venza mediante él. Cuando esté usted levantando en alto el vaso de cerveza espumante en compañía de los infieles que rechazan la verdad y rehusan la salvación, recuerde que Jesús está allí, el mismo Jesús que usted dice que es su salvador, en quien está centrada su esperanza de vida eterna. ¡Oh, cómo puede, cómo puede usted ser tan débil en su percepción moral que no ve la influencia que ejerce todo esto sobre usted y sobre los demás! ¡No cumple su cometido más solemne, y luego se queja de que lo persiguen!
5TPI 481.4
Cuando aquellos que se sienten precisados a hacer algo para romper el poder que Satanás ejercita sobre nuestra juventud, le dicen con tristeza que si usted no cambia sus hábitos, no lo podrán retener dentro de la obra de Dios como traductor, ¿cómo es posible que usted mantenga una actitud desafiante ante ellos, sin dar ni una muestra de arrepentimiento por su proceder? ¿Qué pensará de su actitud ese Salvador que dio su vida por usted? Y aún así, usted cree que se lo está persiguiendo. “Porque todos nosotros debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno recoja según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”. 2 Corintios 5:10. Cuando comparezca usted ante este grandioso e impresionante tribunal, cuyas decisiones serán inpecables y donde no habrá ninguna mala interpretación, ninguna equivocación, entonces usted guardará silencio. No tendrá ni una palabra que decir para justificar su proceder. Quedará culpable, condenado y sin esperanza, a menos que ahora abandone sus pecados, se esmere en arrepentirse y se cubra con el vestido de la justicia de Cristo.
5TPI 481.5
¿Qué otra decisión pudo haberse tomado en su caso que la que se tomó? Siento la más tierna compasión y amor por su alma, pero nunca pronunciaron en su favor palabras de falsa simpatía que lo sostengan en su rebelión y desafío contra quienes Dios ha colocado en puestos responsables dentro de su obra. Lo aprecio demasiado para decirle, como algunos sin duda lo harán, que le irá bien al comportarse así, deshonrando su hombría, dañando la imagen de Dios en su alma, engañando su propio corazón, y deshonrando al amoroso Salvador que lo redimió mediante el precio de su propia sangre.
5TPI 482.1
Cristo dijo: “Al que venza, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. Apocalipsis 3:21. ¿Está usted venciendo, o está siendo vencido por su propia concupiscencia, apetitos y pasiones?
5TPI 482.2
Para que se le pueda confiar con seguridad la traducción de nuestras obras más importantes, para manejar las cosas sagradas, ¿no debiera usted estar plenamente vinculado con Dios y completamente consagrado a su servicio? ¿No debiera estar donde los santos ángeles puedan servirle, dándole sabiduría y conocimiento, así como le fue dado por Dios a Daniel, para inspirarle las ideas correctas de manera que pueda hacer su obra de traducción en forma adecuada? Si escoge abrir su corazón a las sugestiones de Satanás, si prefiere la compañía de los que son enemigos de Cristo, ¿va a esperar usted que Dios obre un milagro para evitar que ceda al poder de Satanás? Los ángeles malignos rodean su alma, pero son huéspedes invitados. Ellos le hacen sus proposiciones, y usted las acepta. Hasta que no resuelva usted obedecer la voluntad de Dios, no podrá disfrutar de la dirección divina.
5TPI 482.3
Jesús espera que todos los que se dicen ser soldados suyos, le sirvan. El espera que usted reconozca al enemigo y que lo resista, no que le brinde su confianza y viole así un cometido sagrado. El Señor lo ha colocado en un puesto donde puede usted elevarse y ennoblecerse, preparándose constantemente para su obra. Si no obtiene estas cualidades, la culpa la tiene usted y nadie más.
5TPI 483.1
El Señor nos revela su voluntad de tres maneras, para conducirnos y capacitarnos para conducir a otros. ¿Cómo es posible distinguir su voz de la de un extraño? ¿Cómo es posible distinguirla de la voz de un falso pastor? Dios nos revela su voluntad en su Palabra, las Sagradas Escrituras. Su voz se revela también en sus actos providenciales; y la reconoceremos si no separamos nuestras almas de él siguiendo nuestros propios caminos, actuando conforme a nuestra propia voluntad, y siguiendo los dictados de un corazón no santificado, hasta el punto en que nuestros sentidos se han confundido de tal manera que las cosas eternas no se disciernen, y la voz de Satanás está tan disimulada que se acepta como la voz de Dios.
5TPI 483.2
Otra de las maneras en que se escucha la voz de Dios es mediante las apelaciones de su santo Espíritu que impresionan el corazón y que luego se manifiestan en el carácter. Si tiene usted alguna duda acerca de cualquier tema, debe en primer lugar consultar las Escrituras. Si verdaderamente ha comenzado la vida de fe, usted se ha entregado al Señor para ser enteramente suyo, y él lo ha tomado para amoldarlo y labrarlo conforme a sus propósitos con el fin de que sea un utensilio para honra. Debe usted tener un ferviente deseo de ser moldeado en las manos de Dios y de seguirlo dondequiera que él lo guíe. Entonces usted estará confiando que él cumplirá sus propósitos, mientras que al mismo tiempo usted está cooperando con él y obrando su propia salvación con temor y temblor. Hermano mío, usted encontrará esto difícil, porque todavía no ha aprendido por experiencia a reconocer la voz del buen Pastor, y esto lo hace dudar y lo pone en peligro. Usted debiera saber distinguir bien su voz.
5TPI 483.3
226
5TPI
Testimonios para la Iglesia, Tomo 5
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