Obreros Evangélicos

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Asuntos administrativos

En cuanto se pueda, nuestros congresos deben dedicarse enteramente a los intereses espirituales. No deben utilizarse para realizar transacciones comerciales. Los obreros se han reunido de todas partes del campo, y parece ser una ocasión favorable para considerar los negocios relacionados con los diversos ramos de la obra, y para el adiestramiento de los obreros en diferentes ramos. OE 417.2

Todos estos intereses son importantes, pero cuando se los atiende durante el congreso, queda poca oportunidad de traer el asunto de la relación práctica que debe haber entre la verdad y el alma. Los predicadores quedan distraídos de su obra de edificar a los hijos de Dios en la santa fe, y el congreso no responde al fin para el cual fué convocado.* OE 417.3

Se celebran muchas reuniones en las cuales la mayor parte de los hermanos no tienen interés; y si pudiesen asistir a todas saldrían cansados en vez de refrigerados y beneficiados. Muchos quedan chasqueados al no ver satisfecha su expectación de recibir ayuda del congreso. Los que vinieron para recibir luz y fuerza, se vuelven a sus casas poco mejor preparados para trabajar entre sus familias e iglesia que antes de asistir. OE 418.1

Los asuntos de negocios deben ser atendidos por los que hayan sido nombrados especialmente para ocuparse en ellos. Hasta donde se pueda, deben ser presentados a la gente en alguna otra ocasión. Las instrucciones referentes al colportaje, a la obra de la escuela sabática y a los detalles de la actividad misionera con folletos, deben ser dadas en las iglesias locales o en reuniones convocadas para ese propósito. El mismo principio se aplica a las clases culinarias. Aunque todos estos detalles de la obra tienen perfecta razón de ser cuando se los considera en la ocasión y el lugar que les corresponden, no debieran ocupar el tiempo en nuestros congresos. OE 418.2

Los presidentes de las asociaciones y los ministros deben dedicarse a los intereses espirituales de la gente, y por lo tanto, deben ser eximidos del trabajo mecánico que acompaña al congreso. Los ministros deben estar dispuestos a actuar como maestros y directores en el trabajo del campamento cuando la ocasión lo requiera; pero no deben agobiarse. Deben sentirse refrigerados, y hallarse en disposición alegre; porque esto es esencial para el bien de la reunión. Deben poder hablar palabras de alegría y ánimo, y dejar caer semillas de verdad espiritual en el terreno de los corazones sinceros.... OE 418.3