Obreros Evangélicos

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Mantengámonos en la afirmativa

Muchas veces, cuando tratéis de presentar la verdad, se levantará oposición; pero si tratáis de hacer frente a la oposición con discusiones, no haréis más que multiplicarla, y eso es algo que no podéis permitiros. Manteneos en la afirmativa. Los ángeles de Dios os están vigilando, y ellos saben cómo impresionar a aquellos cuya oposición os negáis a confrontar con discusiones. No os espaciéis en los puntos negativos de las cuestiones que surjan, sino llenad vuestras mentes de verdades afirmativas, y aferradlas a ellas por mucho estudio, oración ferviente y consagración del corazón. Conservad vuestras lámparas aderezadas y encendidas, y dejad resplandecer rayos brillantes, para que los hombres, al contemplar vuestras buenas obras, sean inducidos a glorificar a vuestro Padre que está en los cielos. OE 371.1

Si Cristo no se hubiese mantenido en la afirmativa cuando estaba en el desierto de la tentación, habría perdido todo lo que deseaba ganar. La manera de Cristo es la mejor manera de hacer frente a nuestros oponentes. Fortalecemos sus argumentos cuando repetimos lo que dicen. Mantengámonos siempre en la afirmativa. Puede ser que el mismo hombre que se opone a vosotros se lleve vuestras palabras a casa, y se convierta a la verdad sensata que llegó a su entendimiento. OE 371.2

Muchas veces he dicho a nuestros hermanos: Vuestros oponentes harán, con referencia a vuestra obra, declaraciones falsas. No las repitáis, sino aferraos a vuestros asertos de la verdad viviente; y los ángeles de Dios abrirán el camino delante de vosotros. Tenemos una gran obra que llevar a cabo, y debemos realizarla de una manera sensata. No nos excitemos nunca ni permitamos que nazcan malos sentimientos. Cristo no lo permitía, y él es nuestro ejemplo en todo. Para la obra que nos ha sido dada para que la hagamos, necesitamos mucho más sabiduría celestial, santificada y humilde, y mucho menos del yo. Necesitamos asirnos firmemente al poder divino. OE 372.1

Vendrán a nuestras congregaciones, con el fin de desviar nuestra atención de la obra que Dios quiere que hagamos, personas que se apartaron de la fe. No podéis volver vuestros oídos de la verdad a las fábulas. No os detengáis para tratar de convertir al que habla palabras de oprobio contra vuestra obra, mas dejad ver que estáis inspirados por el Espíritu de Jesucristo; y los ángeles de Dios pondrán en vuestros labios palabras que llegarán hasta el corazón de los opositores. Si estos hombres persisten en entrometerse, los miembros de la congregación que sean sensatos comprenderán que vuestra norma es la más alta. Hablad de tal manera que se sepa que Jesucristo habla por vuestro medio.—Testimonies for the Church 9:137-149. OE 372.2