Obreros Evangélicos

163/234

Especulación en tierras y minas

El Señor no puede glorificar su nombre por medio de ministros que intentan servir a Dios y a Mammón. No debemos instar a los hombres a invertir dinero en obligaciones de minas, o en solares urbanos, presentándoles el incentivo de que el dinero invertido se duplicará en corto tiempo. Nuestro mensaje para este tiempo es: “Vended lo que poseéis, y dad limosna; haceos bolsas que no se envejecen, tesoro en los cielos que nunca falta; donde ladrón no llega, ni polilla corrompe. Porque donde está vuestro tesoro, allí también estará vuestro corazón.”5 OE 356.1

Precisamente antes de que los israelitas entraran en la tierra de Canaán, Satanás trató de seducirlos e inducirlos a la idolatría, pensando lograr su ruina. En nuestra época, obra de la misma manera. Hay jóvenes a quienes Dios aceptaría como colaboradores suyos, pero se han engolfado en los negocios de bienes raíces, y han vendido su interés en la verdad por la perspectiva de ventajas mundanales. OE 356.2

Son muchos los que se mantienen alejados del servicio de Dios, porque desean ganancias terrenales; y Satanás los emplea para extraviar a otros. El tentador se acerca a los hombres como se acercó a Jesús, presentándoles la gloria del mundo; y cuando ellos obtienen cierta medida de éxito en sus empresas, se vuelven codiciosos de más ganancia, pierden su amor por la verdad, y su espiritualidad muere. La herencia inmortal, el amor de Jesús, quedan eclipsados en su visión por las efímeras perspectivas de este mundo. OE 356.3

*****

Rara vez se elevarán los feligreses a un nivel superior al de su pastor. Si hay en él un espíritu de amor hacia el mundo, esto tendrá una enorme influencia sobre los demás. La gente emplea las deficiencias de él como excusa para cubrir su propio espíritu de amor al mundo. Calman su conciencia, pensando que pueden amar las cosas de esta vida y ser indiferentes para con las cosas espirituales, porque sus predicadores obran así. Engañan sus propias almas y permanecen en amistad con el mundo, la cual el apóstol declara que es “enemistad contra Dios.”6 Los ministros deben ser ejemplos para la grey. Deben manifestar un imperecedero amor por las almas, y la misma consagración a la causa que desean ver en la gente.—Testimonies for the Church 2:645, 646. OE 357.1