Obreros Evangélicos

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Cómo hacer frente a los acerbos ataques

¿Qué conducta deben seguir los defensores de la verdad? Ellos poseen la inalterable y eterna Palabra de Dios, y deben revelar el hecho de que tienen la verdad tal cual es en Jesús. Sus palabras no deben ser ásperas ni mordaces. En su presentación de la verdad deben manifestar el amor, la mansedumbre y bondad de Cristo. Déjese que la verdad corte; la Palabra de Dios es como espada aguda de dos filos, y penetrará hasta el corazón. Los que saben que poseen la verdad no deben, por el empleo de expresiones duras y severas, dar a Satanás oportunidad de interpretar falsamente el espíritu de que están animados. OE 339.3

Como pueblo, debemos manifestar el mismo espíritu que el Redentor del mundo. Mientras disputaba con Satanás acerca del cuerpo de Moisés, Cristo, “no se atrevió a usar de juicio de maldición contra él.”2 Recibió toda provocación a hacerlo, y Satanás se chasqueó porque no pudo despertar en Cristo un espíritu de represalia. Satanás estaba listo para dar una falsa interpretación a cuanto hiciese Jesús; y el Salvador no quiso darle ocasión; ni siquiera una sombra de excusa. No quiso desviarse de su curso recto de verdad para seguir los extravíos, vueltas y prevaricaciones de Satanás. OE 340.1

Leemos en la profecía de Zacarías que cuando Satanás con toda su sinagoga se levantó para resistir las oraciones de Josué, el sumo sacerdote, y para resistir a Cristo, que estaba por demostrar decidido favor a Josué, el Señor dijo a Satanás: “Jehová te reprenda, oh Satán; Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda. ¿No es éste tizón arrebatado del incendio?”3 OE 340.2

La conducta de Cristo al tratar aun con el adversario de las almas debe sernos un ejemplo en todo nuestro trato con los demás, para que nunca presentemos maldición ni acusación contra nadie; y mucho menos debemos usar de dureza o severidad hacia aquellos que pueden estar tan ansiosos como nosotros por conocer el buen camino. OE 340.3