Notas biográficas de Elena G. de White

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Consagración, valor, confianza

Durante una serie de reuniones realizadas en Great Grimsby, precisamente antes del Concilio, la Sra. White había dado varios discursos para señalar la importancia de la consagración, el valor y la confianza. Al terminar un sermón sobre la experiencia de los discípulos en relación con la resurrección de Jesús, ella dijo: NBEW 320.2

“Debemos aprovechar toda oportunidad que tengamos día tras día para vencer las tentaciones del enemigo. La vida es un conflicto, y tenemos a un enemigo que nunca duerme. El está vigilando constantemente para destruir nuestras mentes y desviarnos de nuestro precioso Salvador, quien dio su vida por nosotros. ¿Elevaremos la cruz que se nos ha dado? ¿O permitiremos que nos domine una complacencia egoísta, y perderemos una eternidad de bendición? No podemos consentir en pecar; no podemos aceptar la idea de quebrantar la ley de Dios. NBEW 321.1

“La pregunta que nos confronta no es: ¿Cómo ganaré más dinero en este mundo? La pregunta no debe ser: ¿Serviré a Dios? ¿Serviremos a Dios, o a Baal? ‘Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová’ Josué 24:15. NBEW 321.2

“Yo no espero recibir toda mi felicidad en el más allá. Experimento felicidad ya a lo largo de mi camino. Sin embargo tengo pruebas y aflicciones; pero fijo la mirada en Jesús. Es en los lugares estrechos y difíciles donde él está precisamente a mi lado, y podemos comulgar con él, y colocar todas nuestras cargas sobre Aquel que las lleva todas y decir: ‘Oh Señor, no puedo llevar por más tiempo estas cargas’. Entonces él nos dice: ‘Mi yugo es fácil, y ligera mi carga’ Mateo 11:30. ¿Lo creéis? Yo lo he probado. Yo lo amo; lo amo. Veo en él un encanto inigualable. Y deseo alabarlo en el reino de Dios. NBEW 321.3

“¿Quebrantaremos nuestro corazón de piedra? ¿Recorreremos toda la trayectoria de la espinosa senda que Jesús transitó desde el pesebre hasta la cruz? Vemos las manchas de sangre. ¿Albergaremos el orgullo del mundo? ¿Trataremos de hacer del mundo nuestra norma? ¿O saldremos de en medio de ellos? La invitación es: ‘Salid de en medio de ellos, y apartaos ... y no toquéis lo inmundo; y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas’ 2 Corintios 6:17, 18. NBEW 321.4

“¡Oh, qué exaltación es ésta, la de ser miembros de la familia real, hijos del Rey celestial; la de tener al Salvador del universo como nuestro Rey de reyes, que nos conoce por nombre! ¡Qué dicha la de que seamos herederos de Dios y aspiremos a la herencia inmortal, la sustancia eterna! Este es nuestro privilegio. ¿Lograremos el premio? ¿Lucharemos la batalla del Señor? ¿Continuaremos batallando hasta las mismas puertas? ¿Seremos victoriosos? NBEW 322.1

“Yo he decidido que debo obtener el cielo, y quiero que vosotros lo tengáis. Nunca habría venido desde California a Europa, si no hubiera querido deciros cuán precioso es el Salvador, y cuán preciosa es la verdad que tenemos. NBEW 322.2

“Debéis estudiar la Biblia, porque ella os habla de Jesús. Al leerla, observaréis los encantos incomparables de Jesús. Quedaréis prendados del Hombre del Calvario, y a cada paso podréis decirle al mundo: ‘Sus caminos son caminos deleitosos, y todas sus veredas paz’. Habéis de representar a Cristo ante el mundo. Podéis mostrar al mundo que tenéis una esperanza grande junto con la inmortalidad. Podéis beber de las aguas de salvación. Enseñad a vuetros hijos a amar y temer a Dios. Anheláis que los ángeles celestiales estén en vuestras moradas. Anheláis que el Sol de Justicia brille en las cámaras oscuras de vuestra mente. Entonces vuestros labios expresarán alabanzas a Dios. NBEW 322.3

“Jesús ha ido a preparar mansiones para nosotros, El dijo: ‘No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis’ Juan 14:1-3. Tengo la mirada puesta en esas mansiones; no en las mansiones terrenales, porque éstas antes de mucho serán derribadas por el violento terremoto. Anhelo las mansiones celestiales que Cristo ha ido a preparar para los fieles. NBEW 323.1

“No tenemos hogar aquí; sólo somos peregrinos y extranjeros, y estamos en marcha hacia un país mejor, el celestial. Poned la mira en estas cosas, y mientras lo hacéis, Cristo estará precisamente a vuestro lado. Que Dios nos ayude a ganar el don precioso de la vida eterna”. NBEW 323.2

Algunos de los obreros respondieron con testimonios que manifestaban su fe y determinación. Algunos creían que ella no comprendía las dificultades del campo. Otros buscaban algo en que basar sus esperanzas de un éxito futuro. NBEW 323.3