Notas biográficas de Elena G. de White

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Me uní a la Iglesia Metodista

Poco después de regresar del congreso, fui recibida, juntamente con otras personas, en la Iglesia Metodista para el período de prueba. Me preocupaba mucho el asunto del bautismo. Aunque joven, no me era posible ver que las Escrituras autorizasen otra manera de bautizar que la inmersión. Algunas de mis hermanas metodistas trataron en vano de convencerme de que el bautismo por aspersión era también bíblico. El pastor metodista consintió en bautizar a los candidatos por inmersión si ellos a conciencia preferían ese método, aunque señaló que el método por aspersión sería igualmente aceptable para Dios. NBEW 27.3

Llegó por fin el día de recibir este solemne rito. Eramos doce catecúmenos, y fuimos al mar para que nos bautizaran. Soplaba un fuerte viento y las encrespadas olas barrían la playa; pero cuando cargué esta pesada cruz, mi paz fue como un río. Al salir del agua me sentí casi sin fuerzas propias, porque el poder del Señor se asentó sobre mí. Sentí que desde aquel momento ya no era de este mundo, sino que, del líquido sepulcro, había resucitado a nueva vida. NBEW 27.4

Aquel mismo día por la tarde fui admitida formalmente en el seno de la Iglesia Metodista. NBEW 28.1