Mensajes Selectos Tomo 3

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Pagad la multa si ello libera del opresor

Hay hombres que son inspirados por Satanás para justificar los propósitos de éste contra Dios. El Señor ha dicho: “En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo [sábado, nota]; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones”. Éxodo 31:13. Nadie debe desobedecer esta orden para escapar de la persecución. Antes consideren todos las palabras de Cristo: “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra”. Mateo 10:23. Si se puede evitar, no os pongáis en manos de hombres que son impulsados por el espíritu del Anticristo. Si el pago de una multa libera a nuestros hermanos de las manos de estos opresores, páguese, antes que ser presionados y obligados a trabajar el sábado. Debe hacerse todo lo posible para que los que están dispuestos a sufrir por causa de la verdad puedan ser salvados de la opresión y la crueldad... 3MS 457.2

Cuando hombres que están convencidos rechazan la luz, siguen sus propias inclinaciones y consideran el favor de los hombres por encima del favor de Dios, hacen lo mismo que hicieron muchos en el tiempo de Cristo... 3MS 457.3

Los mandamientos no deben ser ignorados a fin de pasarlo bien—Cristo es nuestro ejemplo. La determinación del Anticristo de proseguir la rebelión que inició en el cielo continuará actuando en los hijos de desobediencia. Su envidia y su odio contra los que obedecen el cuarto mandamiento se harán cada vez más acérrimos. Pero el pueblo de Dios no debe ocultar su estandarte. No deben ignorar los mandamientos de Dios, y a fin de pasarlo bien no deben ir con la multitud que hace el mal. Deben ser cuidadosos de no condenar a sus hermanos en la fe que son firmes, inconmovibles, que siempre abundan en la obra del Señor... 3MS 457.4

Los que abandonan a Dios para salvar sus vidas serán abandonados por él. Al tratar de salvar la vida cediendo al error, perderán la vida eterna. 3MS 458.1

El afecto natural hacia parientes y amigos no debe inducir a ningún alma que ve la luz a rechazarla, deshonrando a Dios el Padre y a Jesucristo, su Hijo Unigénito. Toda posible excusa para la desobediencia será ideada por hombres que, como hicieron muchos en los días de Jesús, eligieron el favor de los hombres antes que el favor de Dios. Si alguien elige esposa o hijos, padre o madre, antes que a Cristo, esa elección permanecerá por los siglos eternos, con todo su peso de responsabilidad... 3MS 458.2

El alma que haya tenido luz en cuanto al sábado del Señor, su monumento conmemorativo de la creación, y para salvarse de los inconvenientes y del reproche haya escogido permanecer desleal, ha vendido a su Señor; ha deshonrado el nombre de Cristo; ha decidido estar del lado de los ejércitos del Anticristo. Junto con ellos, en el último gran día, se hallará fuera de la ciudad de Dios. No se hallará con los leales, veraces y justos en el reino de los cielos. 3MS 458.3

Todos los que tengan fe genuina serán probados. Tendrán que abandonar casas y tierras, y aun sus propios parientes, debido a la acerba oposición. “Cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra—dijo Cristo—; porque de cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre”. Mateo 10:23. 3MS 458.4

El Anticristo—los que se exaltan en contra de Dios—sentirán su ira—Cuanto mayor es la influencia del hombre para el bien, bajo el control del Espíritu de Dios, tanto más determinado estará el enemigo a satisfacer su envidia y celo hacia aquel por medio de la persecución religiosa. Pero todo el cielo está del lado de Cristo, no del Anticristo. Dios honrará a los que lo aman y están dispuestos a ser participantes con Cristo en sus sufrimientos. El Anticristo, es decir todos los que se exaltan a sí mismos contra la voluntad y la obra de Dios, sentirán, en el tiempo señalado, la ira de Aquel que se dio a sí mismo para que no pereciesen sino que tuvieran vida eterna. Dios registrará en el libro de la vida a todos los que perseveren en la obediencia, a todos los que no vendan sus almas por dinero o por los favores de los hombres.—Manuscrito 9, 1900. 3MS 459.1