Mensajes Selectos Tomo 3

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Capítulo 29—El sábado: principios guiadores para observarlo

El sábado como señal de lealtad ante el mundo—Desde la columna de nube Jesús “habló ... a Moisés, diciendo:... En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo [“sábado”, nota]; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”. Éxodo 31:12-13. 3MS 292.1

El sábado es una señal o prenda dada por Dios al hombre: una señal de la relación que existe entre el Creador y sus seres creados. Los israelitas estaban declarando delante del mundo su lealtad al único Dios verdadero y viviente, el soberano del universo, al observar el monumento conmemorativo de la creación del mundo en seis días y del descanso del Creador en el séptimo día, al observar el sábado como día santo de acuerdo a las instrucciones divinas. 3MS 292.2

Cuando los cristianos observan el verdadero sábado, deben presentar siempre al mundo un testimonio fiel de su conocimiento del Dios vivo y verdadero como una distinción con los dioses falsos, pues el Señor del sábado es el Creador de los cielos y la tierra, el Ser exaltado sobre todos los demás dioses. 3MS 292.3

“Guardaréis el día de reposo [“sábado”, nota], porque santo es a vosotros... Seis días se trabajará, mas el día séptimo es el día de reposo [“sábado”, nota] consagrado a Jehová; cualquiera que trabaje en el día de reposo [“sábado”, nota], ciertamente morirá. Guardarán, pues, el día de reposo [“sábado”, nota] los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones por pacto perpetuo. Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, y en el séptimo día cesó y reposó”. Éxodo 14-17.—Manuscrito 122, 1901. 3MS 293.1

Consejo en cuanto al sábado y los niños en los primeros tiempos—La casa de Dios es profanada y el sábado es violado por los niños de los creyentes. Corren por el edificio, juegan, hablan y manifiestan su mal temperamento en las propias reuniones en que los santos se han reunido para glorificar a Dios y adorarlo en la hermosura de la santidad. El lugar que debe ser sagrado, donde debe reinar un silencio santo, y donde debe haber un orden, una limpieza y una humildad perfectas, se convierte en una perfecta Babilonia y un lugar donde reina confusión, desorden y suciedad. Esto es suficiente para hacer que Dios esté ausente de nuestras asambleas y para que su ira se encienda; suficiente para que a él no le agrade marchar con los ejércitos de Israel a la batalla contra nuestros enemigos. 3MS 293.2

Dios no dio la victoria en la reunión que se celebró en -----. Los enemigos de la fe triunfaron. Se desagradó a Dios. Su ira se encendió porque su casa se convirtió en una Babilonia... 3MS 293.3

Por encima de todo, cuidad a vuestros niños durante el sábado. No permitáis que lo violen, porque el permitir que ellos lo violen, es como violarlo vosotros mismos. Cuando les permitís a vuestros hijos jugar [juegos comunes], en sábado, Dios os considera a vosotros como violadores de los mandamientos. Vosotros transgredís sus sábados.—Manuscrito 3, 1854. 3MS 293.4

No debe haber ruido tumultuoso y confusión—Ellos [toda la familia] vienen a la mesa sin liviandad. No debe permitirse ruido tumultuoso y contención ningún día de la semana; pero el sábado todos deben observar quietud. No deben oírse órdenes dadas con voz fuerte en ningún tiempo; pero en el sábado esto está completamente fuera de lugar. Este es el día santo de Dios, el día que él ha apartado para conmemorar sus obras creadoras, un día que él ha santificado y bendecido.—Manuscrito 57, 1897. 3MS 294.1

Buscando nuestro propio placer—Digo a los que se llaman adventistas del séptimo día: ¿Podéis reclamar el sello del Dios vivo? ¿Podéis afirmar que sois santificados por la verdad? Como pueblo, no le hemos dado a la ley de Dios la preeminencia que debiéramos haberle dado. Estamos en peligro de hacer lo que a nosotros nos agrada en el día del sábado.—Carta 258, 1907. 3MS 294.2

No es un día para buscar el placer, nadar o jugar a la pelota—Dios quiere que todos sus dones sean apreciados. Todos los fragmentos, los ápices y las cosas mínimas deben atesorarse cuidadosamente, y debemos tratar de conocer con cuidado las necesidades de otro. Todo lo que tenemos como verdad bíblica no es sólo para nuestro beneficio, sino para impartirlo a las demás almas, y esto ha de impresionarse en las mentes humanas; y debe usarse toda palabra bondadosa para preparar el camino a fin de abrir un cauce por el cual la verdad fluya en ricas corrientes hacia otras almas. 3MS 294.3

Todo milagro que Cristo obró era esencial, y tenía el propósito de revelar al mundo que había una gran obra que hacer en día sábado para el alivio de la humanidad sufriente, pero que el trabajo común no debía hacerse. La búsqueda del placer, jugar a la pelota, nadar, no eran una necesidad, sino que constituía un descuido pecaminoso del día sagrado santificado por Jehová. Cristo no hizo milagros sencillamente para desplegar su poder, sino para hacer frente a Satanás, que angustiaba a la humanidad que sufría. Cristo vino a nuestro mundo para resolver las necesidades de los que padecían, a quienes Satanás estaba torturando.—Carta 252, 1906. 3MS 294.4

Los platos—Queremos recomendar a todos que no laven los platos el sábado, si es posible que esto se evite. Dios es deshonrado por todo trabajo innecesario hecho en su día santo. No es inconsecuente, sino apropiado, que los platos se dejen sin lavar hasta el fin del sábado, si esto puede hacerse.—Carta 104, 1901. 3MS 295.1

El sábado es un día de servicio—El primer sábado de la semana de oración fue un día de ferviente actividad. Desde Sunnyside y desde la escuela, se enviaron dos equipos y un bote a Dora Creek para que transportaran a las reuniones a los que no podían caminar tan lejos. La gente había sido invitada a traer su almuerzo y a venir a la reunión preparada para pasar el día, y respondieron voluntariamente a la invitación. 3MS 295.2

Algunos estaban muy sorprendidos de que el sábado nos esforzáramos por traerlos a la reunión. Se les había enseñado que la observancia del sábado consistía mayormente en inactividad física; y pensaban que porque éramos celosos en la observancia del sábado lo guardaríamos de acuerdo con las enseñanzas de los fariseos. 3MS 295.3

Les dijimos a nuestros amigos que en cuanto a la observancia del sábado, hemos estudiado el ejemplo y las enseñanzas de Cristo, quien a menudo pasaba el sábado haciendo esfuerzos fervientes para sanar y enseñar; que creíamos que una de nuestras hermanas que estaba cuidando a una familia enferma estaba guardando el sábado tanto como quien dirigía una división de la escuela sabática; que Cristo no pudo agradar a los fariseos de su tiempo, y que no esperábamos que nuestros esfuerzos para servir al Señor satisficieran a los fariseos modernos.—The Review and Herald, 18 de octubre de 1898. 3MS 295.4

Actividades sagradas y seculares—Los sacerdotes del templo realizaban el sábado una labor más intensa que en otros días. En asuntos seculares, la misma labor habría sido pecaminosa; pero la obra de los sacerdotes se hacía en el servicio del Señor.—El Deseado de Todas las Gentes, 251-252. 3MS 296.1

Ejemplo trascendente de una iglesia de la sede de la obra—Mi mente ha estado agobiada con respecto a la condición de la iglesia de este lugar... Había gran necesidad de exaltar la norma en este lugar en muchos aspectos, antes de que pudiera ejercerse una influencia correcta y salvadora sobre otros lugares. Al presentarse la verdad aquí, llegaron personas del mundo y de otras denominaciones que se han asociado para formar una iglesia; pero no todos los que profesan creer la verdad son santificados por ella... 3MS 296.2

Dios pide que los obreros que trabajan en esta misión eleven la norma, y que muestren consideración por lo que él pide con respecto a honrar el sábado... Desde este lugar se envían las publicaciones y los obreros salen para proclamar los mandamientos de Dios, y es de la mayor importancia que se ejerza la debida influencia por parte de esta iglesia, tanto por precepto como por ejemplo. La norma no debe ser puesta tan abajo que los que acepten la verdad violen los mandamientos de Dios mientras dicen obedecerlos. Es mejor, mucho mejor, dejarlos en las tinieblas hasta que puedan recibir la verdad en su pureza. 3MS 296.3

Los adventistas del séptimo día son observados—Hay personas que están observando a este pueblo para ver cuál es la influencia que la verdad ejerce sobre sus miembros. “Los hijos de este mundo son más sagaces en su generación que los hijos de la luz”. Cuando se colocan delante de ellos las exigencias del cuarto mandamiento, vigilan para ver cómo lo observan los que dicen que lo obedecen. Estudian la vida y el carácter de sus defensores para descubrir si están en armonía con su profesión de fe; y debido a las opiniones que así se forman, muchos son influidos mayormente o para la aceptación o para el rechazo de la verdad. Si este pueblo conformara su vida con la norma de la Biblia, sería por cierto una luz en el mundo, una ciudad asentada sobre un monte.—Manuscrito 3, 1885. 3MS 297.1

La importancia y la gloria del sábado—Ayer (agosto 10 de 1851), que fue sábado, pasamos un día dulce y glorioso. El Señor se reunió con nosotros. La gloria de Dios brilló sobre nosotros, y nos sentimos regocijados y glorificamos a Dios por su excesiva bondad hacia nosotros... Fui también tomada en visión... 3MS 297.2

Vi que sentimos y nos damos cuenta muy poco de la importancia del sábado, día cuya importancia y gloria debemos conocer aún más. Vi que ignorábamos todavía lo que era subir sobre las alturas de la tierra para ser alimentados con la heredad de Jacob. Pero cuando venga la refrescante lluvia tardía de la presencia del Señor y conozcamos la gloria de su poder, sabremos qué es comer de la heredad de Jacob y subir sobre las alturas de la tierra. Entonces veremos el sábado más plenamente en su importancia y gloria. 3MS 297.3

Pero no lo veremos en toda su gloria e importancia hasta que el pacto de paz sea consumado con nosotros a la voz de Dios, y las puertas de perla de la nueva Jerusalén se abran y vuelvan a cerrarse sobre sus relucientes goznes, y la voz alegre y jubilosa del amable Jesús resuene más melodiosamente que cualquier música que alguna vez percibieron los oídos mortales, invitándonos a entrar. [Vi] que teníamos perfecto derecho de estar en la ciudad porque habíamos guardado los mandamientos de Dios, y el cielo, el dulce cielo es nuestro hogar, porque hemos guardado los mandamientos de Dios.—Carta 3, 1851. 3MS 297.4