Mensajes Selectos Tomo 3

70/224

Capítulo 23—Discurso en favor de una escuela primaria adventista1

Prometí que hablaría esta mañana con respecto a la necesidad de apartar a nuestros hijos de las escuelas públicas, y de proporcionar lugares adecuados donde ellos puedan ser correctamente educados. Me he sentido sorprendida por la actitud aparentemente indiferente de algunos, a pesar de las repetidas advertencias dadas de que los padres deben proveer para sus familias no sólo para las necesidades presentes, sino especialmente para sus intereses futuros y eternos. Los caracteres que formamos en esta vida decidirán nuestro destino. Si elegimos hacerlo, podremos vivir una vida que se mide por la vida de Dios. 3MS 238.1

Cada familia cristiana es una iglesia en sí misma. Los miembros de la familia deben ser semejantes a Cristo en toda acción. El padre debe sostener una relación tan estrecha con Dios, que comprenda su deber de hacer provisión para que los miembros de su familia reciban una educación y una preparación que los prepare para la vida futura e inmortal. A los hijos debe enseñárseles los principios del cielo. El padre es el sacerdote de la casa, responsable ante Dios por la influencia que ejerce sobre cada miembro de su familia. Debe colocar a los miembros de su familia en las circunstancias más favorables que sea posible, de manera que no sean tentados a conformarse a los hábitos y costumbres, las malas prácticas y los principios relajados que encontrarían en el mundo... 3MS 238.2

Sobre los padres y las madres descansa la responsabilidad de darles una educación cristiana a los hijos que les fueron confiados. Nunca deben descuidar a sus hijos. En ningún caso deben permitir que algún tipo de ocupación absorba de tal manera su mente, su tiempo y sus talentos, que a sus hijos que deben ser guiados en armonía con Dios, se los deje andar a la deriva hasta que estén muy separados de él. No deben permitir que sus hijos escapen de su influencia para caer en manos de los no creyentes. Deben hacer todo lo que esté a su alcance para evitar que se llenen del espíritu del mundo. Deben prepararlos para que lleguen a ser ayudadores de Dios. Ellos son la mano humana de Dios para prepararse ellos mismos y preparar a sus hijos para una vida interminable en el hogar celestial. 3MS 239.1

La educación de nuestros hijos comienza en el hogar. La madre es su primer maestro. Cuando tienen la edad necesaria para asistir a la escuela, ¿les permitiremos entrar en la escuela pública? 3MS 239.2

¿La escuela pública o la escuela de iglesia?—Hace muchos años mi esposo y yo conversamos con el maestro de una escuela pública de Oakland, con respecto a las escuelas públicas de la ciudad. El nos dijo: “Si los padres conocieran la iniquidad que sabemos a ciencia cierta que se práctica en estas escuelas, se produciría un furor con respecto a las mismas que ni Uds. ni yo nos imaginamos. Los jóvenes están corrompidos, pues la clase de hogares que tienen supera todo lo que nuestros maestros pueden describir”. Esta declaración fue hecha hace más de veinte años. ¿Han mejorado las condiciones de nuestras escuelas públicas desde ese tiempo? 3MS 239.3

Algunos padres y madres son tan indiferentes, tan descuidados, que piensan que no existe ninguna diferencia entre que sus hijos asistan a una escuela adventista o a una escuela pública. Dicen: “Estamos en el mundo, y no podemos salir de él”. Pero, padres, podemos usar una buena manera de salir del mundo, si decidimos hacerlo. Podemos evitar la contemplación de muchos de los males que se están multiplicando en forma tan rápida en estos últimos días. Podemos evitar oír acerca de muchas de las maldades y crímenes que existen. 3MS 240.1

Debemos hacer todo lo posible para colocarnos a nosotros mismos y a nuestros hijos donde no veamos la maldad que se práctica en el mundo. Debemos guardar cuidadosamente lo que miran nuestros ojos y lo que oyen nuestros oídos, de manera que estas cosas terribles no entren en nuestras mentes. Cuando el diario llega a nuestra casa, siento como que quisiera esconderlo, para que las cosas ridículas y sensacionales que hay en él no se vean. Parece como si el enemigo dirigiera la publicación de muchas de las cosas que aparecen en los periódicos. Cada cosa pecaminosa que pueda hallarse es descubierta y presentada al desnudo delante del mundo. 3MS 240.2

La línea de demarcación entre los que sirven a Dios y los que no le sirven debe permanecer siempre clara. La diferencia entre los creyentes y los incrédulos debe ser tan grande como la que hay entre la luz y las tinieblas. Cuando los hijos de Dios asumen la posición de que ellos son el templo del Espíritu Santo, y Cristo mismo habita en ellos, lo revelarán de tal manera en espíritu, en palabras, en acciones, que habrá una distinción inconfundible entre ellos y los seguidores de Satanás... 3MS 240.3

La educación de los hijos en los principios bíblicos—Algunos en el pueblo de Dios permiten que sus hijos asistan a las escuelas públicas, donde se mezclan con los que tienen una moralidad corrompida. Sus hijos ni pueden estudiar la Biblia ni aprender sus principios en estas escuelas. Padres cristianos, debéis hacer provisión para que vuestros hijos sean educados en los principios bíblicos. Y no estéis satisfechos con que ellos estudien la Palabra sólo en la escuela de iglesia. Enseñadles las Escrituras vosotros mismos cuando os sentáis, cuando salís, cuando entráis y cuando andáis por el camino. Caminad con vuestros hijos mucho más frecuentemente de lo que lo hacéis. Hablad con ellos. Haced que vuestra mente corra por los debidos canales. Al hacerlo, hallaréis que la luz y la gloria de Dios vendrán a vuestro hogar. ¿Pero cómo podéis esperar sus bendiciones cuando no les enseñáis lo debido a vuestros hijos? 3MS 240.4

Estoy solamente tocando unos pocos puntos de una cantidad de temas que se relacionan con la preparación y la educación de los hijos. Algún día espero tratar estos temas en forma más amplia, porque he llegado a estar plenamente consciente de que estos asuntos deben presentarse delante de nuestro pueblo. Los adventistas del séptimo día deben andar de una manera distinta de aquella en la cual han andado, si esperan que la aprobación de Dios descanse sobre ellos en sus hogares. 3MS 241.1

Todos los padres y madres fieles escucharán de labios del Maestro las palabras: “Bien, buen siervo y fiel... Entra en el gozo de tu Señor”. Que el Señor nos ayude a ser siervos buenos y fieles en el trato mutuo del uno con el otro. El nos dice que debemos “estimularnos al amor y a las buenas obras” Hebreos 10:24, ayudándonos y fortaleciéndonos mutuamente. 3MS 241.2

Se necesita una escuela adventista en Crystal Springs—Casi hemos llegado al hogar. Estamos en los bordes del mundo eterno. Los que demuestren ser dignos pronto serán introducidos en el reino de Dios. No tenemos tiempo que perder. Debemos establecer la obra en forma correcta aquí en Crystal Springs. Aquí están nuestros hijos. ¿Permitiremos que sean contaminados por el mundo, con su iniquidad y su violación de los mandamientos de Dios? Pregunto a los que están planeando mandar a sus hijos a la escuela pública, donde están expuestos a ser contaminados: ¿Cómo podéis correr ese riesgo? 3MS 241.3

Deseamos levantar un edificio de escuela para nuestros hijos. Debido a los muchos pedidos de medios, parece difícil conseguir suficiente dinero o despertar un interés suficientemente grande como para levantar un edificio pequeño y conveniente para la escuela. Le he dicho a la junta de la escuela que yo les facilitaré el terreno por todo el tiempo que quieran usarlo con ese propósito. Espero que se despierte el interés necesario que nos permita levantar un edificio donde a nuestros hijos pueda enseñárseles la Palabra de Dios, la cual es la carne y la sangre del Hijo de Dios... 3MS 242.1

¿No os interesaréis en la edificación de esta casa, en la cual se enseñe la Palabra de Dios?... Esperamos tener un edificio de escuela, en la cual pueda enseñarse la Biblia, en la cual puedan ofrecerse oraciones a Dios, y en la cual los hijos puedan ser instruidos en los principios bíblicos. Esperamos que todo el que pueda participar con nosotros desee colaborar en la erección de este edificio. Esperamos preparar a un pequeño ejército de obreros en esta colina... 3MS 242.2

No hay razón para que este asunto demore más tiempo. Participe y ayude cada uno, perseverando con interés constante hasta que el edificio esté terminado. Haga cada uno su parte. Algunos tendrán que levantarse temprano a las cuatro de la mañana para ayudar... 3MS 242.3

Hermanos y hermanas ¿qué haréis para edificar una escuela? Creemos que cada uno considerará que es un privilegio y una bendición tener este edificio de escuela. Posesionémonos del espíritu de la obra, diciendo: “Nos levantaremos y edificaremos”. Nehemías 2:20. Si todos participan en la obra en forma unida, pronto tendremos un edificio de escuela en la cual, día tras día, nuestros hijos puedan aprender el camino del Señor. Al hacer lo mejor que podamos, la bendición de Dios descansará sobre nosotros. ¿No nos levantaremos para edificar?—Manuscrito 100, 1902. 3MS 242.4