Mensajes Selectos Tomo 2

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Necesidad de un discernimiento lúcido

A medida que nos aproximamos al tiempo cuando los principados, las potestades y las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales se confabularán para luchar contra la verdad, cuando el poder engañador de Satanás será tan grande que engañará a los mismos escogidos, si tal cosa fuese posible, debemos permitir que el esclarecimiento divino agudice nuestro discernimiento, para que reconozcamos al Espíritu que es de Dios, y para que no ignoremos los artificios de Satanás. El esfuerzo humano debe unirse con el poder divino para que estemos en condiciones de cumplir la obra final para este tiempo. 2MS 16.1

Cristo utiliza el viento como un símbolo del Espíritu de Dios. Así como éste sopla desde donde quiere y no podemos decir de dónde viene ni hacia dónde va, también ocurre lo propio con el Espíritu de Dios. No sabemos mediante quién se manifestará. 2MS 16.2

Pero no hablo mis propias palabras cuando digo que el Espíritu de Dios pasará por alto a los que han tenido su día de prueba y oportunidad, pero que no han distinguido la voz de Dios ni apreciado los estímulos del Espíritu Santo. Por otra parte, en la hora undécima habrá miles que encontrarán y reconocerán la verdad. 2MS 16.3

“He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente”. Amós 9:13. 2MS 16.4

Estas conversiones a la verdad se realizarán con una rapidez que sorprenderá a la iglesia, y únicamente el nombre de Dios será glorificado.—Carta 43, 1890. 2MS 16.5