Mensajes Selectos Tomo 2

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Contemplad constantemente a Jesús

La fuerza de la lluvia tardía a veces arrasará las invenciones del hombre, la maquinaria humana; los límites de la autoridad humana serán como cañas rotas; y el Espíritu Santo hablará con poder convincente mediante el instrumento humano viviente. Nadie se detendrá entonces a observar si las frases están bien redactadas o si la gramática es impecable. Las aguas vivas fluirán por los canales singulares de Dios. 2MS 67.1

Pero tengamos cuidado de no exaltar a los hombres, ni sus dichos, ni sus hechos; y no permitamos que nadie considere una hazaña el tener una experiencia asombrosa para relatar; no debe hacerse esto, porque constituye un campo fructífero donde se dará crédito a personas indignas. Hombres y mujeres jóvenes serán ensalzados, y se considerarán a sí mismos admirablemente favorecidos y llamados a realizar algo grande. Habrá muchas conversiones de acuerdo con un orden peculiar, pero no llevarán el sello divino. Habrá inmoralidad y extravagancia, y la fe de muchos naufragará. 2MS 67.2

Nuestra única seguridad consiste en aferrarnos a Jesús. Nunca debemos perderlo de vista. El dice: “Separados de mí nada podéis hacer”. Juan 15:5. Debemos comprender definitivamente que somos ineficaces e impotentes, y luego confiar plenamente en Jesús. Esto debería mantenernos serenos y resueltos en nuestras palabras y en nuestro comportamiento. La agitación manifestada por un orador no es señal de poder sino de debilidad. El fervor y la energía son cualidades esenciales en la presentación bíblica, del Evangelio, que es poder de Dios para salvación... 2MS 67.3

Hay arenas movedizas que amenazan abismar a muchos. Es seguro buscar el fervor del Espíritu de Dios, siempre que no mezclemos con él una fuerza y una presunción que no tienen su origen en el cielo. Debemos ser precavidos en nuestras declaraciones, no sea que algunas pobres almas de temperamento ardiente se enfervoricen hasta el punto de alcanzar un estado de celo sin ciencia. Obrarán como si tuvieran el derecho de utilizar al Espíritu Santo en vez de dejar que el Espíritu Santo las utilice a ellas y las modele de acuerdo con el modelo de lo divino. Existe el peligro de correr adelante de Cristo. Deberíamos honrar al Espíritu Santo yendo hacia donde él nos guíe. “No te apoyes en tu propia prudencia”. Proverbios 3:5. Este es uno de los peligros que enfrentan aquellos que enseñan la verdad a otros. El ir hacia donde Cristo guía, constituye un procedimiento seguro para nuestros pies. Su obra permanecerá. Todo lo que Dios dice es verdad. 2MS 68.1

Pero los ministros que llevan el último mensaje de misericordia a los hombres caídos no deben pronunciar palabras al azar; no deben abrir puertas por las cuales Satanás ha de encontrar acceso a las mentes humanas. No consiste nuestra obra en experimentar, en estudiar alguna cosa nueva y sorprendente que cree agitación. Satanás está aguardando su oportunidad de aprovechar cualquier cosa de esta índole que pueda utilizar en sus artificios engañosos. La acción del Espíritu Santo sobre los instrumentos humanos mantendrá la mente bien equilibrada. No producirá una sobreexcitación, que ha de ser seguida por una reacción. 2MS 68.2

Satanás utilizará toda expresión extravagante para perjudicar no sólo al que la pronuncia, sino a aquellos que participen del mismo espíritu y lo infundan a otros para perjuicio suyo. Hay que cultivar una actitud de calma y de solemnidad; las verdades solemnes que poseemos nos conducirán a manifestar un profundo fervor. No podríamos obrar de otro modo cuando se nos ha confiado el mensaje más sagrado para llevarlo a las almas que perecen, cuando estamos preocupados por la certidumbre de la proximidad de la venida de nuestro Salvador. 2MS 68.3

Si contemplamos constantemente a Jesús y recibimos su Espíritu, tendremos una visión clara. Entonces podremos discernir los peligros que existen en todas partes y cuidaremos cada palabra que pronunciamos, no sea que Satanás encuentre oportunidad para utilizarlas en sus engaños. No queremos que la gente tenga la mente comprometida en una actitud de agitación. No deberíamos estimular la esperanza de ver cosas extrañas y maravillosas. En cambio, debemos enseñar a que se siga a Jesús paso a paso. Predicad a Jesucristo, en quien se centra nuestra esperanza de vida eterna.—Carta 102, 1894. 2MS 69.1