Mensajes Selectos Tomo 2

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Una advertencia concerniente a las posiciones extremas

Había algunas personas que poseían capacidad para ayudar a la iglesia, pero que necesitaban primeramente poner orden en sus propios corazones. Algunos habían estado introduciendo pruebas falsas, y habían convertido sus propias ideas y nociones en un criterio, habían exagerado asuntos de escasa importancia convirtiéndolos en pruebas de discipulado; y con todo esto habían impuesto pesadas cargas sobre otras personas. De este modo se estableció un espíritu de crítica, censura y disensión, lo cual infligió un gran daño a la iglesia. Y se dio a los no creyentes la impresión de que los adventistas guardadores del sábado constituían un conjunto de extremistas y fanáticos, y que su fe peculiar los tornaba poco amables, descorteses y de un carácter no cristiano. Así fue como la conducta de unos pocos extremistas impidió que la influencia de la verdad alcanzara a la gente. 2MS 367.3

Algunos concedían una importancia exagerada a la cuestión del vestido, criticaban los trajes que otros llevaban, y condenaban prontamente a todos los que no se conformaban con exactitud a sus ideas. Unos pocos condenaban los retratos y sostenían que estaban prohibidos por el segundo mandamiento, y que debería destruirse todo lo que fuera de esa clase. 2MS 368.1

Estos hombres de ideas unilaterales no son capaces de ver ninguna otra cosa fuera de lo que predomina en su mente. Hace años tuvimos que combatir este mismo espíritu y esta misma obra. Surgieron personas que pretendían haber sido enviadas con un mensaje que condenaba los retratos y los cuadros, y que instaba a destruir todo lo que constituyera una copia de algo. Llevaban las cosas hasta el extremo de condenar los relojes que tenían figuras, o “imágenes”, sobre ellos. 2MS 368.2

En la Biblia leemos acerca de la buena conciencia, pero no hay solamente buenas conciencias sino también malas conciencias. Existe una escrupulosidad que llevará todas las cosas a grados extremos, y que convertirá los deberes cristianos en cargas tan pesadas como pesada hicieron los judíos la observancia del sábado. El reproche que Jesús hizo a los escribas y los fariseos también se aplica a esta clase de personas: “Diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios”. Lucas 11:42. Un fanático causará mucho daño con su espíritu fuerte y sus ideas radicales cuando se dedique a oprimir la conciencia de los que desean obrar correctamente. La iglesia necesita ser purificada de tales influencias. 2MS 368.3

Imágenes empleadas por Dios

El segundo mandamiento prohíbe el culto de las imágenes; pero Dios mismo utilizó imágenes y símbolos para ilustrar las lecciones dadas a los profetas con el fin de que éstos las transmitieran al pueblo, y así fuesen comprendidas mejor que si se las hubiese dado de cualquier otro modo. Estimuló la comprensión a través del sentido de la vista. La historia profética fue presentada a Daniel y a Juan mediante símbolos, y éstos debían representarse nítidamente en cuadros para que el que leyera pudiese comprender. 2MS 369.1

Es cierto que se gasta demasiado dinero en cuadros; y no son pocos los recursos que deberían darse a la tesorería de Dios y que en cambio se pagan al artista. Pero el daño que la conducta de estos extremistas causará a la iglesia es mucho mayor del que pretenden corregir. A veces resulta difícil establecer dónde debe trazarse la línea, en qué momento la confección de cuadros se convierte en un pecado. Pero los que aman a Dios y desean de todo corazón observar sus mandamientos, serán dirigidos por él. Dios no desea que dependan de ningún hombre para que éste actúe como una conciencia para ellos. El que acepta todas las ideas y las impresiones de las mentes desequilibradas llegará a estar confundido y perplejo. Satanás se propone apartar la atención del mensaje del tercer ángel y dirigirla a cuestiones secundarias, para que las mentes y los corazones que deberían crecer en la gracia y en el conocimiento de la verdad, queden enanos y debilitados, con el fin de que Dios no sea glorificado por ellos.—Historical Sketches of the Foreign Missions of the Seventh Day Adventist, 211, 212. 2MS 369.2