Reina Valera 1989

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Levítico 27

1 Jehovah habló a Moisés diciendo:

2 “Habla a los hijos de Israel y diles que cuando alguien haga un voto especial a Jehovah, con motivo del rescate de las personas, lo valorarás así:

3 “Al hombre de 20 hasta 60 años lo valorarás en 50 siclos de plata, según el siclo del santuario.

4 Si es mujer, la valorarás en 30 siclos.

5 “Al hombre de 5 hasta 20 años lo valorarás en 20 siclos, y a la mujer en 10 siclos.

6 “Al hombre de un mes hasta 5 años lo valorarás en 5 siclos de plata. A la mujer la valorarás en 3 siclos santuario.”

7 “Al hombre de 60 años para arriba lo valorarás en 15 siclos, y a la mujer en 10 siclos.

8 “Si la persona es más pobre que lo que permite tu valoración, comparecerá ante el sacerdote, y éste la valorará; conforme a la posibilidad del que hace el voto la valorará el sacerdote.

9 “Si se trata de un animal que se puede presentar como sacrificio a Jehovah, todo lo que de él se dé a Jehovah será sagrado.

10 No será cambiado ni sustituido uno bueno por uno malo, ni uno malo por uno bueno. Si se cambia un animal por otro, éste y el sustituido serán sagrados.

11 Si se trata de algún animal inmundo, que no se puede presentar como sacrificio a Jehovah, entonces el animal será puesto delante del sacerdote.

12 Este lo valorará según sea bueno o malo; según el sacerdote lo valore, así será.

13 Y si uno quiere rescatarlo, añadirá una quinta parte a tu valoración.

14 “Cuando alguien consagre su casa como cosa sagrada a Jehovah, el sacerdote la valorará según sea buena o mala; según el sacerdote la valore, así quedará.

15 Pero si el que consagró su casa la quiere rescatar, añadirá a tu valoración una quinta parte de su valor; y será suya.

16 “Si alguien consagra a Jehovah un campo de su posesión, lo valorarás según su capacidad de siembra: un homer de semilla de cebada se valorará en 50 siclos de plata.

17 Si consagra su campo en el año del jubileo, se hará conforme a tu valoración.

18 Pero si consagra su campo después del jubileo, el sacerdote hará el cálculo del dinero conforme a los años que falten para el año del jubileo, y se restará de tu valoración.

19 Si el que ha consagrado su campo quiere rescatarlo, añadirá a tu valoración una quinta parte de su valor, y él volverá a su poder.

20 Pero si no rescata el campo y éste es vendido a otro, no lo podrá rescatar jamás.

21 Cuando pase el jubileo, el campo será consagrado a Jehovah como campo confiscado; será para el sacerdote como posesión suya.

22 “Si alguien consagra a Jehovah un campo que ha comprado y que no era campo de su posesión,

23 entonces el sacerdote calculará con él la suma de tu valoración hasta el año del jubileo. Aquel día él pagará el precio que tú hayas señalado como cosa consagrada a Jehovah.

24 El año del jubileo ese campo volverá a aquel de quien él lo compró, a quien pertenece la posesión de la tierra.

25 Todo lo valorarás de acuerdo con el siclo del santuario. (El siclo tiene 20 geras.)

26 “Nadie consagrará el primerizo de los animales, ya que por ser primerizo pertenece a Jehovah. Sea ternero o cordero, es de Jehovah.

27 Pero si es animal inmundo, lo rescatarán conforme a tu valoración y añadirán a su valor una quinta parte. Si no lo rescatan, se venderá conforme a tu valoración.

28 “No se venderá ni se rescatará ninguna cosa que alguien haya dedicado por completo a Jehovah, de todo lo que posee, trátese de personas, de animales o de los campos de su posesión. Todo lo dedicado por completo será cosa muy sagrada a Jehovah.

29 “Ninguna persona bajo anatema podrá ser rescatada. Morirá irremisiblemente.

30 “Todos los diezmos de la tierra, tanto de la semilla de la tierra como del fruto de los árboles, pertenecen a Jehovah. Es cosa sagrada a Jehovah.

31 Si alguno quiere rescatar algo de sus diezmos, añadirá una quinta parte a su valor.

32 Todo diezmo del ganado vacuno o del rebaño, de todo lo que pase bajo el cayado, el décimo será consagrado a Jehovah.

33 No lo examinará si es bueno o malo, ni lo sustituirá. Si lo sustituye, el animal y su sustituto serán sagrados; no podrán ser rescatados.”

34 Estos son los mandamientos que Jehovah ordenó a Moisés para los hijos de Israel, en el monte Sinaí.