Reina Valera 1989
Juan 15
1 “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2 Toda rama que en mí no está llevando fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto.
3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
4 “Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
5 Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer.
6 Si alguien no permanece en mí, es echado fuera como rama, y se seca. Y las recogen y las echan en el fuego, y son quemadas.
7 “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y os será hecho.
8 En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto y seáis mis discípulos.
9 Como el Padre me amó, también yo os he amado; permaneced en mi amor.
10 Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.
11 “Estas cosas os he hablado para que mi gozo esté en vosotros y vuestro gozo sea completo.
12 Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, como yo os he amado.
13 Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.
14 Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
15 Ya no os llamo más siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor. Pero os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que oí de mi Padre.
16 “Vosotros no me elegisteis a mí; más bien, yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y para que vuestro fruto permanezca; a fin de que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre él os lo dé.
17 Esto os mando: que os améis unos a otros.
18 “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a vosotros.
19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo. Pero ya no sois del mundo, sino que yo os elegí del mundo; por eso el mundo os aborrece.
20 Acordaos de la palabra que yo os he dicho: ‘El siervo no es mayor que su señor.’ Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán. Si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
21 Pero todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me envió.
22 Si yo no hubiera venido ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado.
23 El que me aborrece, también aborrece a mi Padre.
24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras como ningún otro ha hecho, no tendrían pecado. Y ahora las han visto, y también han aborrecido tanto a mí como a mi Padre.
25 Pero esto sucedió para cumplir la palabra que está escrita en la ley de ellos: Sin causa me aborrecieron.
26 “Pero cuando venga el Consolador, el Espíritu de verdad que yo os enviaré de parte del Padre, el cual procede del Padre, él dará testimonio de mí.
27 Además, vosotros también testificaréis, porque habéis estado conmigo desde el principio.