Reina Valera 1989
Lucas 16
1 Dijo también a sus discípulos: “Había cierto hombre rico, el cual tenía un mayordomo; y éste fue acusado delante de él como derrochador de sus bienes.
2 Su señor le llamó y le dijo: ‘¿Qué es esto que oigo de ti? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás ser mayordomo.’
3 Entonces el mayordomo se dijo a sí mismo: ‘¿Qué haré? Porque mi señor me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
4 ¡Ya sé lo que haré para que cuando sea destituido de la mayordomía, me reciban en sus casas!’
5 “Entonces llamó a cada uno de los deudores de su señor, y dijo al primero: ‘¿Cuánto debes a mi señor?’
6 El dijo: ‘Cien barriles de aceite.’ Y le dijo: ‘Toma tu recibo, siéntate y de inmediato escribe: cincuenta.’
7 Después dijo a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’ Y él le dijo: ‘Cien medidas de trigo.’ El le dijo: ‘Toma tu recibo y escribe: ochenta.’
8 “Y el señor elogió al mayordomo injusto porque actuó sagazmente, pues los hijos de este mundo son en su generación más sagaces que los hijos de luz.
9 “Y yo os digo: Con las riquezas injustas ganaos amigos para que cuando éstas lleguen a faltar, ellos os reciban en las moradas eternas.
10 “El que es fiel en lo muy poco también es fiel en lo mucho, y el que en lo muy poco es injusto también es injusto en lo mucho.
11 Así que, si con las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque aborrecerá al uno y amará al otro, o se dedicará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
14 Los fariseos, que eran avaros, oían todas estas cosas y se burlaban de él.
15 Y él les dijo: “Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres. Pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que entre los hombres es sublime, delante de Dios es abominación.
16 “La Ley y los Profetas fueron hasta Juan. A partir de entonces son anunciadas las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
17 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que se caiga una tilde de la ley.
18 “Cualquiera que se divorcia de su mujer y se casa con otra comete adulterio. Y el que se casa con la divorciada por su marido comete adulterio.
19 “Cierto hombre era rico, se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.
20 Y cierto pobre, llamado Lázaro, estaba echado a su puerta, lleno de llagas,
21 y deseaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico. Aun los perros venían y le lamían las llagas.
22 “Aconteció que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. Murió también el rico, y fue sepultado.
23 Y en el Hades, estando en tormentos, alzó sus ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno.
24 Entonces él, dando voces, dijo: ‘Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.’
25 “Y Abraham dijo: ‘Hijo, acuérdate que durante tu vida recibiste tus bienes; y de igual manera Lázaro, males. Pero ahora él es consolado aquí, y tú eres atormentado.
26 Además de todo esto, un gran abismo existe entre nosotros y vosotros, para que los que quieran pasar de aquí a vosotros no puedan, ni de allá puedan cruzar para acá.’
27 “Y él dijo: ‘Entonces te ruego, padre, que le envíes a la casa de mi padre
28 (pues tengo cinco hermanos), de manera que les advierta a ellos, para que no vengan también a este lugar de tormento.’
29 Pero Abraham dijo: ‘Tienen a Moisés y a los Profetas. Que les escuchen a ellos.’
30 Entonces él dijo: ‘No, padre Abraham. Más bien, si alguno va a ellos de entre los muertos, se arrepentirán.’
31 Pero Abraham le dijo: ‘Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán si alguno se levanta de entre los muertos.’”