Reina Valera 1989

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Mateo 4

1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

3 El tentador se acercó y le dijo: —Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan.

4 Pero él respondió y dijo: —Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, le puso de pie sobre el pináculo del templo,

6 y le dijo: —Si eres Hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y en sus manos te llevarán, de modo que nunca tropieces con tu pie en piedra.

7 Jesús le dijo: —Además está escrito: No pondrás a prueba al Señor tu Dios.

8 Otra vez el diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y su gloria.

9 Y le dijo: —Todo esto te daré, si postrado me adoras.

10 Entonces Jesús le dijo: —Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.

11 Entonces el diablo le dejó, y he aquí, los ángeles vinieron y le servían.

12 Y cuando Jesús oyó que Juan había sido encarcelado, regresó a Galilea.

13 Y habiendo dejado Nazaret, fue y habitó en Capernaúm, ciudad junto al mar en la región de Zabulón y Neftalí,

14 para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, diciendo:

15 Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.

16 El pueblo que moraba en tinieblas vio una gran luz. A los que moraban en región y sombra de muerte, la luz les amaneció.

17 Desde entonces Jesús comenzó a predicar y a decir: “¡Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado!”

18 Mientras andaba junto al mar de Galilea, Jesús vio a dos hermanos: a Simón, que es llamado Pedro, y a su hermano Andrés. Estaban echando una red en el mar, porque eran pescadores.

19 Y les dijo: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.”

20 Y de inmediato ellos dejaron sus redes y le siguieron.

21 Y pasando más adelante, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo y Juan su hermano, en la barca con su padre Zebedeo, arreglando sus redes. Los llamó,

22 y en seguida ellos dejaron la barca y a su padre, y le siguieron.

23 Jesús recorría toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.

24 Su fama corrió por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían males: los que padecían diversas enfermedades y dolores, los endemoniados, los lunáticos y los paralíticos. Y él los sanó.

25 Le siguieron grandes multitudes de Galilea, de Decápolis, de Jerusalén, de Judea y del otro lado del Jordán.