Reina Valera 1989

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Jonás

Jonás 1

1 La palabra de Jehovah vino a Jonás hijo de Amitai, diciendo:

2 “Levántate y vé a Nínive, la gran ciudad, y predica contra ella; porque su maldad ha subido a mi presencia.”

3 Entonces Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehovah a Tarsis. Descendió a Jope y halló un barco que iba a Tarsis; y pagando su pasaje, entró en él para irse con ellos a Tarsis, huyendo de la presencia de Jehovah.

4 Pero Jehovah lanzó un gran viento sobre el mar, y se produjo una enorme tempestad, de manera que el barco estaba a punto de romperse.

5 Los marineros tuvieron miedo, y cada uno invocaba a su dios. Y echaron al mar el cargamento que había en el barco, para aligerarlo. Pero Jonás había bajado al fondo del barco, se había acostado y se había quedado profundamente dormido.

6 El capitán del barco se acercó a Jonás y le dijo: —¿Qué te pasa, dormilón? ¡Levántate e invoca a tu dios! Quizás él se fije en nosotros, y no perezcamos.

7 Entonces se dijeron unos a otros: —¡Venid y echemos suertes para saber por culpa de quién nos ha sobrevenido este mal! Echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.

8 Entonces le dijeron: —Decláranos por qué nos ha sobrevenido este mal. ¿Qué oficio tienes y de dónde vienes? ¿Cuál es tu país, y de qué pueblo eres?

9 El respondió: —Soy hebreo y temo a Jehovah, Dios de los cielos, que hizo el mar y la tierra.

10 Aquellos hombres temieron muchísimo y le preguntaron: —¿Por qué has hecho esto? Pues entendieron que huía de la presencia de Jehovah, ya que él se lo había declarado.

11 Y le preguntaron: —¿Qué haremos contigo para que el mar se nos calme? Porque el mar se embravecía más y más.

12 Y él respondió: —Levantadme y echadme al mar, y se os calmará; pues yo sé que por mi causa os ha sobrevenido esta gran tempestad.

13 Aquellos hombres remaban para hacer volver el barco a tierra, pero no pudieron, porque el mar se embravecía cada vez más.

14 Entonces clamaron a Jehovah diciendo: —¡Oh Jehovah, por favor, no perezcamos nosotros por la vida de este hombre! No nos hagas responsables de sangre inocente, porque tú, oh Jehovah, has hecho como has querido.

15 Entonces levantaron a Jonás y lo echaron al mar, y el mar cesó de su furia.

16 Y aquellos hombres temieron grandemente a Jehovah; le ofrecieron un sacrificio e hicieron votos.

17 Pero Jehovah dispuso un gran pez que se tragase a Jonás. Y éste estuvo en el vientre del pez tres días y tres noches.