Reina Valera 1989

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Joel 2

1 ¡Tocad la corneta en Sion y gritad en mi santo monte! ¡Tiemblen todos los habitantes de la tierra, porque viene el día de Jehovah!

2 ¡Día de tinieblas y de oscuridad, día de nublado y de densa neblina! Como negrura que se despliega sobre las montañas, es un ejército grande y fuerte. ¡Nunca antes ha subido algo semejante, ni después de ello ocurrirá por años, de generación en generación!

3 Delante consume el fuego, y detrás abrasa la llama. La tierra que antes era como el jardín de Edén será después como desierto desolado. ¡No habrá quien escape!

4 Su aspecto es como el aspecto de caballos, y corren como gente de a caballo.

5 Con estruendo de carros saltan sobre las cumbres de los montes, con crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca, como pueblo fuerte listo para la batalla.

6 Delante de él tiemblan los pueblos, y palidecen todos los semblantes.

7 Corren como valientes; como hombres de guerra escalan la muralla. Cada uno sigue su camino, y no abandonan sus sendas.

8 Ninguno tropieza con su compañero; cada uno va por su calzada. Aun cayendo a causa de la espada, no rompen su formación

9 en la ciudad. Van saltando por el muro, corren por las casas, suben por las ventanas y entran como ladrones.

10 Delante de ellos tiembla la tierra, y se estremecen los cielos. El sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su fulgor.

11 Jehovah da la voz delante de su ejército. Enorme es su campamento, y poderoso es el que ejecuta su palabra. Grande y temible es el día de Jehovah. ¿Quién lo podrá resistir?

12 “Pero aun ahora,” dice Jehovah, “volveos a mí con todo vuestro corazón, con ayuno, llanto y lamento.

13 Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos.” Volved a Jehovah, vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, lento para la ira, grande en misericordia, y desiste del castigo.

14 ¿Quién sabe si desiste, cambia de parecer y deja tras sí bendición, es decir, ofrenda vegetal y libación para Jehovah vuestro Dios?

15 ¡Tocad la corneta en Sion; pregonad ayuno! ¡Convocad a la asamblea!

16 ¡Reunid al pueblo; santificad la congregación; agrupad a los ancianos; reunid a los pequeños y a los niños de pecho! ¡Salga el novio de su cámara nupcial y la novia de su dosel!

17 Los sacerdotes que sirven a Jehovah lloren entre el vestíbulo y el altar. Digan: “Perdona, oh Jehovah, a mi pueblo. No entregues tu heredad a la afrenta, para que las naciones se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: ‘¿Dónde está su Dios?’”

18 Entonces Jehovah tuvo celo por su tierra y se apiadó de su pueblo.

19 Jehovah respondió a su pueblo diciendo: “He aquí, yo os envío granos, vino nuevo y aceite; y seréis saciados. Nunca más os entregaré como afrenta en medio de las naciones.

20 Yo haré que se aleje de vosotros lo que viene del norte. Lo arrojaré a tierra seca y desierta; su vanguardia hacia el mar oriental, y su retaguardia hacia el mar occidental. Se levantará su hedor, y subirá su putrefacción.” ¡Porque ha hecho grandes cosas!

21 “¡Oh tierra, no temas! ¡Alégrate y regocíjate, porque Jehovah ha hecho grandes cosas!

22 No temáis, animales del campo, porque los pastizales reverdecerán; porque los árboles llevarán su fruto; la higuera y la vid darán su riqueza.

23 Vosotros también, oh hijos de Sion, alegraos y regocijaos en Jehovah vuestro Dios, porque os ha dado la lluvia primera en su justa medida. También hará descender sobre vosotros la lluvia temprana y la tardía, como antes.

24 Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino nuevo y de aceite.

25 Yo os restituiré los años que comieron la oruga, el pulgón, el saltón y la langosta; mi gran ejército que envié contra vosotros.

26 Comeréis hasta saciaros y alabaréis el nombre de Jehovah vuestro Dios, quien ha hecho maravillas con vosotros. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.

27 Así sabréis que estoy en medio de Israel, que yo soy Jehovah vuestro Dios y que no hay otro. Y nunca más será avergonzado mi pueblo.

28 “Sucederá después de esto que derramaré mi Espíritu sobre todo mortal. Vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán. Vuestros ancianos tendrán sueños; y vuestros jóvenes, visiones.

29 En aquellos días también derramaré mi Espíritu sobre los siervos y las siervas.

30 Realizaré prodigios en los cielos y en la tierra: sangre, fuego y columnas de humo.

31 El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre, antes que venga el día de Jehovah, grande y temible.

32 Y sucederá que cualquiera que invoque el nombre de Jehovah será salvo, porque en el monte Sion y en Jerusalén estarán los libertados, como ha dicho Jehovah; y entre los sobrevivientes estarán aquellos que Jehovah ha llamado.