Reina Valera 1989
Oseas 2
1 “Decid a vuestros hermanos: Ammí, y a vuestras hermanas: Rujama.
2 “¡Acusad a vuestra madre, acusadla! Porque ella ya no es mi mujer, ni yo soy su marido. Que quite sus fornicaciones de delante de su cara y sus adulterios de entre sus pechos.
3 No sea que yo la desnude por completo y la ponga como en el día en que nació. No sea que la vuelva como un desierto, que la deje como una tierra reseca y la mate de sed.
4 Tampoco me compadeceré de sus hijos, porque son hijos de prostitución.
5 Porque su madre se prostituyó; la que los concibió actuó desvergonzadamente, porque dijo: ‘Iré tras mis amantes que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.’
6 Por tanto, he aquí que yo obstruyo su camino con espinos, y reforzaré su vallado, de manera que ella no encuentre sus senderos.
7 Ella irá tras sus amantes, pero no los alcanzará; los buscará, pero no los hallará. Entonces dirá: ‘Iré y me volveré a mi primer marido, porque mejor me iba antes que ahora.’
8 “Pero ella no reconoció que era yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite. Yo le di abundancia de plata y de oro, que ellos usaron para Baal.
9 Por tanto, volveré a tomar mi trigo a su tiempo y mi vino en su época, y quitaré mi lana y mi lino que cubren su desnudez.
10 Ahora pondré al descubierto su locura ante los ojos de sus amantes, y nadie la librará de mi mano.
11 Haré cesar todo su regocijo: sus fiestas, sus lunas nuevas, sus sábados y todas sus festividades.
12 Arrasaré sus viñas y sus higueras de las cuales ha dicho: ‘Son la paga que me han dado mis amantes.’ Yo las reduciré a matorral, y se las comerán los animales del campo.
13 La castigaré por los días dedicados a los Baales, a los cuales ha quemado incienso y para los cuales se ha adornado con sus aretes y sus joyas. Ella se ha ido tras sus amantes y se ha olvidado de mí,” dice Jehovah.
14 “Sin embargo, he aquí que yo la persuadiré, la llevaré al desierto y hablaré a su corazón.
15 Y desde allí le daré sus viñas, y el valle de Acor será como puerta de esperanza. Allí me responderá como en los días de su juventud, y como en el día en que subió de la tierra de Egipto.
16 Sucederá en aquel día, dice Jehovah, que me llamarás: ‘Marido mío’; y nunca más me llamarás: ‘Señor mío.’
17 Porque yo quitaré de su boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados sus nombres.
18 “En aquel día haré por ellos un pacto con los animales del campo, con las aves del cielo y con las serpientes de la tierra. Quebraré el arco y la espada, y anularé la guerra en la tierra. Y les haré dormir seguros.
19 “Te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y derecho, en lealtad y compasión.
20 Yo te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehovah.
21 Y sucederá en aquel día, dice Jehovah, que responderé a los cielos, y ellos responderán a la tierra.
22 La tierra responderá al trigo, al vino y al aceite; y éstos responderán a Jezreel.
23 Yo la sembraré para mí en esta tierra, y tendré compasión de Lo-rujama. Diré a Lo-ammí: ‘¡Pueblo mío eres tú!’, y él dirá: ‘¡Dios mío!’”