Reina Valera 1989

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Isaías 42

1 “He aquí mi siervo, a quien sostendré; mi escogido en quien se complace mi alma. Sobre él he puesto mi Espíritu, y él traerá justicia a las naciones.

2 No gritará ni alzará su voz, ni la hará oír en la calle.

3 No quebrará la caña cascada, ni apagará la mecha que se está extinguiendo; según la verdad traerá justicia.

4 No se desalentará ni desfallecerá hasta que haya establecido la justicia en la tierra. Y las costas esperarán su ley.”

5 Así dice Dios Jehovah, el que crea los cielos y el que los despliega; el que extiende la tierra y sus productos, y el que da respiración al pueblo que está en ella y aliento a los que andan por ella:

6 “Yo, Jehovah, te he llamado en justicia, y te asiré de la mano. Te guardaré y te pondré como pacto para el pueblo, y como luz para las naciones,

7 a fin de que abras los ojos que están ciegos y saques de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en las tinieblas.

8 Yo, Jehovah; éste es mi nombre. No daré mi gloria a otros, ni mi alabanza a los ídolos.

9 He aquí, ya sucedieron las cosas primeras; ahora os anuncio las cosas nuevas. Antes que salgan a luz, yo os las anuncio.”

10 Cantad a Jehovah un cántico nuevo, su alabanza desde el extremo de la tierra, los que navegáis en el mar y su plenitud; las costas y sus habitantes.

11 Alcen la voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Quedar. Canten de júbilo los habitantes de Sela, y griten desde la cumbre de los montes.

12 Den gloria a Jehovah; proclamen en las costas su alabanza.

13 Jehovah saldrá como valiente, y como hombre de guerra despertará su celo. Gritará, ciertamente lanzará el grito; sobre sus enemigos prevalecerá.

14 “Por mucho tiempo he callado; he guardado silencio y me he contenido. Pero ahora gemiré como la que está de parto, jadeando y resoplando a la vez.

15 Devastaré montes y colinas, y haré secar toda su hierba. Los ríos convertiré en islotes, y haré secar las lagunas.

16 Conduciré a los ciegos por un camino que no han conocido, y por sendas que no han conocido les guiaré. Delante de ellos transformaré las tinieblas en luz, y los lugares escabrosos en llanuras. Estas cosas haré por ellos y no los desampararé.

17 Serán vueltos atrás y en extremo avergonzados los que confían en ídolos y dicen a las imágenes de fundición: ‘Vosotros sois nuestros dioses.’

18 “¡Sordos, oíd; y ciegos, mirad para ver!

19 ¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo, sino mi mensajero que he enviado? ¿Quién es ciego como el emisario, y ciego como el siervo de Jehovah?

20 Tú ves muchas cosas, pero no las guardas. Los oídos están abiertos, pero nadie escucha.

21 Sin embargo, Jehovah se ha complacido en hacer grande y gloriosa la ley, a causa de su justicia.’”

22 Pero éste es un pueblo despojado y saqueado. Todos ellos han sido atrapados en hoyos y están escondidos en cárceles. Han sido objeto de despojo sin que haya quien los libre. Han sido objeto de saqueo sin que haya quien diga: “¡Restituidles!”

23 ¿Quién de entre vosotros oirá esto? ¿Quién atenderá y escuchará con respecto al porvenir?

24 ¿Quién entregó a Jacob al saqueador, y a Israel a los despojadores? ¿Acaso no fue Jehovah, contra quien hemos pecado? Ellos no quisieron andar en sus caminos, ni obedecieron su ley.

25 Por tanto, Dios derramó sobre él el furor de su ira y la violencia de la guerra. Le prendió fuego en derredor; sin embargo, no entendió. Lo incendió, pero él no lo tuvo en cuenta.