Reina Valera 1989
Salmos 115
1 No a nosotros, oh Jehovah, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria por tu misericordia y tu verdad.
2 ¿Por qué han de decir las naciones: “¿Dónde está su Dios?”
3 ¡Nuestro Dios está en los cielos! ¡Ha hecho todo lo que ha querido!
4 Los ídolos de ellos son de plata y oro, obra de manos de hombres.
5 Tienen boca, pero no hablan; tienen ojos, pero no ven;
6 tienen orejas, pero no oyen; tienen nariz, pero no huelen;
7 tienen manos, pero no palpan; tienen pies, pero no andan; no emiten sonido con sus gargantas.
8 Como ellos, son los que los hacen y todos los que en ellos confían.
9 ¡Oh Israel, confía en Jehovah! El es su ayuda y su escudo.
10 ¡Oh casa de Aarón, confía en Jehovah! El es su ayuda y su escudo.
11 ¡Los que teméis a Jehovah, confiad en Jehovah! El es su ayuda y su escudo.
12 Jehovah se acuerda de nosotros; él nos bendecirá. Bendecirá a la casa de Israel, bendecirá a la casa de Aarón.
13 Bendecirá a los que temen a Jehovah, a pequeños y a grandes.
14 Jehovah aumentará bendición sobre vosotros, sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
15 Benditos seáis de Jehovah, quien hizo los cielos y la tierra.
16 Los cielos de los cielos son de Jehovah; pero él ha dado la tierra a los hijos del hombre.
17 No alaban a Jehovah los muertos, ni cuantos descienden al silencio.
18 Pero nosotros bendeciremos a Jehovah desde ahora y para siempre. ¡Aleluya!