Reina Valera 1989
Éxodo 2
1 Cierto hombre de la tribu de Leví tomó por esposa a una mujer levita.
2 Esta concibió y dio a luz un niño; y al ver que era hermoso, lo tuvo escondido durante tres meses.
3 No pudiendo ocultarlo más tiempo, tomó una arquilla de juncos y la recubrió con asfalto y brea. Colocó en ella al niño y lo puso entre los juncos a la orilla del Nilo.
4 Su hermana se mantuvo a distancia para ver lo que le acontecería.
5 Entonces la hija del faraón descendió al Nilo para bañarse. Y mientras sus doncellas se paseaban por la ribera del Nilo, ella vio la arquilla entre los juncos y envió a una sierva suya para que la tomase.
6 Cuando la abrió, vio al niño; y he aquí que el niño lloraba. Y teniendo compasión de él, dijo: —Este es un niño de los hebreos.
7 Entonces la hermana del niño preguntó a la hija del faraón: —¿Iré a llamar una nodriza de las hebreas para que te críe al niño?
8 La hija del faraón respondió: —Vé. Entonces la muchacha fue y llamó a la madre del niño.
9 Y la hija del faraón le dijo: —Llévate a este niño y críamelo. Yo te lo pagaré. La mujer tomó al niño y lo crió.
10 Cuando el niño creció, ella se lo llevó a la hija del faraón. El vino a ser para ella su hijo, y ella le puso por nombre Moisés, diciendo: “Porque de las aguas lo saqué.”
11 Aconteció cierto día, cuando Moisés había crecido, que fue a sus hermanos y les vio en sus duras tareas. Entonces vio a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos.
12 El miró a uno y otro lado, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena.
13 Al día siguiente salió otra vez, y he aquí que dos hebreos se estaban peleando. Entonces dijo al culpable: —¿Por qué golpeas a tu prójimo?
14 Y él le respondió: —¿Quién te ha puesto a ti por jefe y juez sobre nosotros? ¿Acaso piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo y pensó: “Ciertamente el asunto ya es conocido.”
15 Cuando el faraón se enteró de este hecho, procuró matar a Moisés. Pero Moisés huyó de la presencia del faraón y se fue a la tierra de Madián, y se sentó junto a un pozo.
16 El sacerdote de Madián tenía siete hijas, quienes fueron a sacar agua para llenar los abrevaderos y dar de beber a las ovejas de su padre.
17 Pero vinieron unos pastores y las echaron. Entonces Moisés se levantó y las defendió, y dio de beber a sus ovejas.
18 Cuando ellas volvieron a Reuel su padre, él les preguntó: —¿Por qué habéis vuelto tan pronto hoy?
19 Ellas le respondieron: —Un hombre egipcio nos libró de mano de los pastores, y también nos sacó agua y dio de beber a las ovejas.
20 El preguntó a sus hijas: —¿Y dónde está? ¿Por qué habéis abandonado a este hombre? Llamadlo para que coma algo.
21 Moisés aceptó vivir con aquel hombre, y él dio su hija Séfora a Moisés.
22 Ella dio a luz un hijo; y él le puso por nombre Gersón, porque dijo: “Fui forastero en tierra extranjera.”
23 Aconteció después de muchos años que el rey de Egipto murió. Los hijos de Israel gemían a causa de la esclavitud y clamaron a Dios, y el clamor de ellos a causa de su esclavitud subió a Dios.
24 Dios oyó el gemido de ellos y se acordó de su pacto con Abraham, con Isaac y con Jacob.
25 Dios miró a los hijos de Israel y reconoció su condición.