Reina Valera 1989

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Salmos 60

1 (Al músico principal. Sobre “La Rosa del Testimonio”. Mictam de David, para ser enseñado. Compuesto cuando provocó la confrontación con Siria mesopotámica y Siria de Soba, y Joab volvió y derrotó a 12.000 de Edom en el valle de la Sal) Oh Dios, tú nos has desechado; has roto nuestras defensas. Te has airado. ¡Vuelve a nosotros!

2 Hiciste temblar la tierra; la has agrietado. Restaura sus fallas, porque se desmorona.

3 Has hecho ver duras cosas a tu pueblo; nos has hecho beber vino de aturdimiento.

4 Has dado bandera a los que te temen, para que alcancen seguridad ante el arco. (Selah)

5 Salva con tu diestra y respóndenos, de modo que sean librados tus amados.

6 Dios ha hablado en su santuario: “¡Cómo me regocijo! Repartiré Siquem y mediré el valle de Sucot.

7 Mío es Galaad, y mío es Manasés. Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá es mi cetro.

8 Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom echaré mis sandalias, y sobre Filistea lanzaré mi grito de victoria.”

9 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada? ¿Quién me conducirá hasta Edom?

10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado, y que ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos?

11 Danos socorro ante el enemigo, pues vana es la liberación que da el hombre.

12 Con Dios haremos proezas, y él aplastará a nuestros enemigos.